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"Un aborto también es un homicidio": Monseñor Luis Augusto Castro

Monseñor Luis Augusto Castro, presidente de la Conferencia Episcopal, habló de paz, de la aprobación de adopciones para parejas del mismo sexo y de la iniciativa que permitiría el aborto en cualquier caso.

16 de noviembre de 2015 Por: Jessica Villamil Muñoz / Reportera de El País

Monseñor Luis Augusto Castro, presidente de la Conferencia Episcopal, habló de paz, de la aprobación de adopciones para parejas del mismo sexo y de la iniciativa que permitiría el aborto en cualquier caso.

Cuando habla del proceso de  paz su tono de voz se escucha conciliador, pausado, pero tan pronto se le toca el tema de las adopciones entre parejas del mismo sexo, aprobadas por la Corte Constitucional, y el proyecto de ley que presentará el Fiscal General para permitir los abortos en cualquier caso antes de los tres meses de gestación, monseñor Luis Augusto Castro, presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, se transforma.

Dice que  nada justifica la decisión de la Corte, que al niño hay que darle siempre lo mejor, pero por el contrario, se sacrifica al menor de edad para darle gusto a los adultos.

Rechaza de manera contundente que quede abierta la posibilidad de decisión sobre los abortos en el país y confiesa que lo aterra que “el Fiscal se ponga en esas”. Incluso, asegura que debe ser que “está necesitado de popularidad”.

Monseñor, en días pasados usted calificó de gesto positivo y muestra de paz que el ELN haya presentado pruebas de supervivencia de los dos soldados que secuestró hace cuatro semanas. ¿No cree que un gesto sería no secuestrar y más cuando se supone, están en un proceso de acercamiento con el Gobierno para  hablar de paz?

Que haya secuestros no es lo deseable si se está hablando de paz, pero como no se ha firmado un acuerdo, ellos se consideran en guerra. Lo mismo ha pasado con las Farc con quienes hemos tenido muchos problemas. Pero ahí  está, cada que hay un hecho de estos y se rompen los diálogos, nunca tendremos paz. Hay que, por una parte, condenar estos hechos; pero por la otra, no romper el proceso hasta lograr que se firme el acuerdo, las personas se desarmen, se integren a la sociedad y se normalice la Nación.

El padre Darío Echeverri, quien estuvo en La Habana hablando de paz, denunció que el ELN y las  Farc siguen extorsionando, incluso a sacerdotes, ¿usted qué sabe de eso? 

No tengo mucho conocimiento, pero es muy factible que esté pasando. Obviamente no lo están haciendo los jefes de las Farc que están en La Habana, sino  los mandos medios, los rasos, que seguramente necesitan vivir día a día y  hacen extorsiones que son totalmente condenables. Pero igualmente esto no es motivo para romper los procesos que se están adelantando tendientes a la paz, venimos de una guerra lamentable, infame que hay que acabar, debemos tener claro que estamos dialogando con el enemigo, no con los amigos y esto conlleva a varias contradicciones de este tipo.

¿Es decir, que usted también piensa que hay ruedas sueltas en el interior de las Farc y que no están tan de acuerdo con el proceso de paz?

Es posible que muchos mandos medios no estén de acuerdo, es un trabajo interno que tiene que hacer tanto las Farc como el ELN y explicarles qué se está haciendo y que entiendan que lo mejor para ellos es integrarse a la sociedad positivamente. El Estado les ha ofrecido posibilidades de reorganización y eso deben entenderlo si no quieren terminar siendo delincuentes comunes y corrientes. 

Es lógico que en una organización siempre haya quienes están con los dirigentes y quienes no ven otra manera de vivir porque no aprendieron sino a extorsionar y a cometer  todas estas prácticas que están devaluadas.

¿Ha tenido recientemente acercamientos con los jefes del ELN?

Últimamente no, porque el diálogo se está  llevando de manera secreta entre el Gobierno y ellos, en eso  no me he metido. Nos han escrito que quieren la presencia  de la Iglesia, pero eso lo estamos estudiando en el sentido de que estamos de acuerdo en ayudar, pero el Estado primero tiene que darnos el permiso, esperamos que sea cuanto antes, pero también estudiaremos la forma cómo podemos ayudar. Eso será ya una tarea posterior.

¿Como Iglesia pondrían condiciones para aceptar la invitación de ser garantes?

Por lo pronto vamos a esperar qué nos dice el Gobierno y luego estudiaremos cómo nos vamos  a relacionar con el ELN, de una manera positiva que sea para ayudar en el avance de la paz y no para ponerle palos a la rueda como  se dice popularmente.

¿Usted cómo ve la propuesta de las Farc de hacer una tregua bilateral previa al cese el fuego definitivo?

Yo las treguas no las veo muy bien porque son tiempos provisionales, parciales. Qué bonito fuera que firmaran un acuerdo bilateral de paz definitivo, ya estamos a las puertas de firmar la paz, entonces el cese debe ser el primer anuncio de que la paz está cerca. Lo que es provisional trae ilusiones primero y desilusiones después. Me parece que esa tregua previa no es lo mejor.

Pese a las declaraciones de las Farc, el presidente Juan Manuel Santos insiste en que el 23 de marzo estarán firmados todos los acuerdos. ¿Usted le tiene fe a esa fecha?

Creo que sí porque los acuerdos han avanzado, se han hecho cosas novedosas, hay tiempo suficiente para resolver los problemas que están pendientes.

La más reciente discusión sobre la paz está enfocada en el mecanismo de refrendación de los acuerdos. ¿Usted cree  que el plebiscito es conveniente? 

Creo que sí, pero antes de hacerlo es importantísimo que el Gobierno haga una tarea pedagógica de explicar con sencillez, no de abogado a abogado, sino del Gobierno a la gente del común, los pasos que se han dado, las decisiones tomadas, de manera que cuando se vaya a hacer este plebiscito se tenga un conocimiento fundamental de todo lo que se ha hecho y lo que se les pide aprobar o rechazar.

Otro tema que ha sonado desde la semana pasada es la aprobación de las adopciones entre parejas del mismo sexo y ahora el proyecto de ley que permitiría los abortos en cualquier caso antes de los tres meses de embarazo. ¿Cómo recibe usted esas decisiones?

Muy mal. Se mira siempre el derecho de los adultos y no el de los niños. En el caso de las adopciones uno espera poder tener un papá y una mamá y si no tiene eso, pues se va a sentir frustrado,  porque no va a entender qué significa todo eso. Más tarde se dará cuenta y le reclamará al Estado y lo demandará por haberlo puesto en esa situación y haberle negado la posibilidad de tener una figura paterna y materna; nos parece que en este caso como en otras ocasiones, se sacrifica al niño para darle gusto a los adultos  contra las disposiciones de la misma Constitución Nacional.

¿Y sobre los abortos?

La gente se ha pronunciado y menos mal en encuestas, el 90 % rechaza semejante barbaridad presentada por el Fiscal General (Eduardo Montealegre). Uno se queda aterrado de que el Fiscal se ponga en esas,  debe ser que está necesitado de popularidad, quién sabe. Pero el pueblo colombiano en su gran mayoría rechaza ese proyecto, de que nos vengan a presentar la posibilidad de una carnicería, eso es lo más ridículo que puede haber y no tiene nada qué ver con la paz de este país, porque como sea, es un homicidio.

Monseñor, ¿cómo recibe que en las redes sociales publiquen imágenes de niños desnutridos o indigentes con frases como ‘la iglesia prefiere esto a niños con dos papás’?

Esas cosas las ponen para impresionar, pero las familias con papá y mamá que pueden adoptar son muchísimas. Eso no tiene razón de ser, yo creo que al niño hay que darle lo mejor y en este caso no se les está dando lo mejor.

Algunos dicen que  a Colombia le falta avanzar y no está preparada en este momento para este tipo de cambios. ¿Su argumento va por ese lado o  está orientado netamente al tema moral?

Eso no es avanzar, es retroceder. Cuando se decide que puede matar a su hijo y que puede hacer lo que quiera con él, eso no es avanzar. 

Le estoy hablando del caso de los niños adoptados por parejas gais. Quienes defendieron la iniciativa presentaron videos con testimonios de niños y adolescentes que dicen ser felices con  familias de esas características...

Creo que  todas esas imágenes y videos son para impresionar. Pero no justifican nada. Creo que lo que vale es responder a los derechos que tienen los niños, las demás cosas son puros cuentos. Los derechos de los niños son que puedan tener un papá y una mamá; puede haber unas situaciones ocasionales donde esta regla no se cumple, pero nada justifica la decisión que tomó  lamentablemente la Corte Constitucional.

¿Y qué les responde a quienes en las redes sociales aseguran que las únicas familias no convencionales que la Iglesia acepta son esas donde las mujeres son fecundadas por una paloma?

Que respetamos todos esos pensamientos divergentes que están en contra de la Iglesia, pues vivimos en un  país democrático, y eso se acepta, pero no por eso nos  vamos a callar para decir cuáles son los derechos de los niños, que ahora están  dispuestos a los gustos de los adultos. Me parece que estamos en una sociedad donde el pez grande se come al pez chico y el niño y es quien siempre sufre las consecuencias de las decisiones de esta sociedad.

Sobre el proyecto de abortoEl proyecto de ley que radicará el fiscal general Eduardo Montealegre pretende “aumentar la protección a las mujeres de Colombia, pues las estadísticas muestran que se están produciendo más de 200.000 casos de abortos ilegales. También indican que hay una tasa de mortalidad materna muy alta producto de abortos ilegales que no se producen con las condiciones técnicas necesarias”. La iniciativa, que sería radicada esta semana, permitiría que las mujeres interrumpan su embarazo durante las primeras 12 semanas de gestación  sin ninguna de las causales  determinadas por la Corte para que no sea penalizado, es decir, violación, enfermedad que ponga en riesgo a la madre o enfermedad que ponga en riesgo la vida del niño.

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