¿Se retractará Uribe de sus palabras contra Samper Ospina?

La polémica que desde el fin de semana protagonizan el columnista Daniel Samper Ospina y el expresidente Álvaro Uribe Vélez por los señalamientos que este hizo al periodista, a quien tildó de “violador de niños”, no para y promete seguir creciendo.

A juzgar por lo ocurrido este lunes, cuando el uribismo emitió una nueva comunicación pública fustigando a los periodistas y medios de comunicación que apoyan a Samper Ospina, muy probablemente este episodio solo se resolverá en los estrados judiciales. Pero mientras eso se define, seguirá atizando el ambiente de polarización política que reina en Colombia.

Samper Ospina insiste en que interpondrá acciones legales y denunciará penalmente al expresidente por haberlo difamado y “asesinado moralmente”.

De acuerdo con el periodista, una cosa es recurrir al insulto y otra sindicar de un delito. “Él (Uribe) sabe que no soy un violador de niños, él tiene que aportar las pruebas si lo dice. Si no, me tiene que pedir perdón y se tiene que retractar… está mintiendo en contra de mi honra y debemos hacer algo, porque no seré el último, ni el único”, afirmó Samper Ospina en diferentes medios radiales.

Pero la pregunta que hoy se hacen muchos colombianos es si, en efecto, el expresidente dará reversa en su acusación a Samper Ospina.

Al ser consultado sobre este hecho, el abogado penalista y defensor de Uribe, Jaime Lombana, señaló que “no existe posibilidad de que se retracte y menos aún que ofrezca disculpas”.

Según Lombana, Uribe sí tiene argumentos para sostener lo que dijo en Twitter contra Samper Ospina.

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“El presidente Uribe ha hecho una afirmación en legítima defensa del honor de un menor. Él jamás ha afirmado que se haya cometido un delito sexual, lo que ha dicho es que Samper ha violado derechos de menores, que es distinto. La violencia moral es violencia y por tanto sí hay violencia de menor”, aseguró el abogado.

Agregó que los trinos del expresidente “son irrelevantes para el Derecho Penal”, y afirmó que “muy por el contrario, quien vive injuriando e irrespetando el buen nombre de las personas es Daniel Samper con este tipo de publicaciones”.

“Me llama la atención tanta susceptibilidad cuando él acaba con una honra cada semana”, agregó.

Contrario a lo que piensa Lombana, la constitucionalista Luisa Fernanda García dice que en este caso sí se puede configurar el delito de injuria y calumnia, ya que las de Uribe Vélez son afirmaciones que carecen de verdad y no tienen justificación.

Según la abogada, con las fotografías de la revista Soho a las que Uribe se refiere como prueba de que Samper incurrió en el delito de pornografía infantil, “será muy difícil” que el senador demuestre que sus afirmaciones son ciertas.

García sostiene que el exmandatario debería retractarse como representante de un partido político que tiene muchas opciones de cara a las elecciones presidenciales de 2018.

Las medidas legales que tome Samper Ospina, agrega García, podrían obligar a retractarse al expresidente Uribe. Sin embargo, asegura que ese hecho no tendría mayor trascendencia jurídica para abrirle un proceso disciplinario o para inhabilitarlo.

Lo cierto es que este no es la única confrontación que el exmandatario ha tenido con comunicadores.

Una situación similar vivió con el periodista Hollman Morris cuando era gerente del Canal Capital. En el caso de Morris, Uribe debió retractarse el 29 de julio de 2016, tras una conciliación por la denuncia en su contra en la Corte Suprema de Justicia.

El conflicto inició cuando Uribe manifestó que el medio que dirigió Morris era “afecto a los intereses del terrorismo”.

“Hollman Morris me ha manifestado el día de hoy que no hace parte, ni ha hecho apología del terrorismo. Se lo creo, y si lo he dicho, lo rectifico”, dijo Uribe en su retractación.

Más recientemente, en junio, Daniel Coronell interpuso una tutela alegando que se le habían vulnerado los derechos al debido proceso, defensa y acceso a la Administración de Justicia por parte de la Sala Penal de la Corte Suprema. Eso debido a que la corporación decidió, tras su denuncia, no abrirle investigación formal a Uribe porque sus trinos eran “intrascendentes”.

Uribe había acusado al periodista de tener vínculos con César Villegas, alias Bandi, condenado por lavado de activos, y con el narcotraficante Justo Pastor Perafán.

A pesar de negarle la tutela, el alto tribunal le llamó la atención al expresidente: “El lenguaje agresivo es una manifestación de violencia. Y usado por un líder político en cualquiera de las redes sociales puede llegar a ser identificado por alguno de sus seguidores como una invitación o, por lo menos, como una autorización velada, al uso de la violencia física contra el destinatario del trino o del discurso descalificador”.

Otra de las retractaciones recordadas fue cuando, con el fin de no ir a juicio, Uribe tuvo que desdecirse del trino donde dijo que varias madres de Soacha le habían dicho que sus hijos estaban involucrados en actividades ilegales.

Al retractarse, el exmandatario dijo que aceptaba que ese trino ofendía y afectaba la memoria de sus hijos asesinados.