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El presidente sembró una mata de plátano con campesinos que iniciaron la sustitución de matas de coca por plantíos de ese producto en el departamento del Meta. | Foto: Foto: Presidencia de Colombia

Activan plan para sustituir 50.000 hectáreas de cultivos ilícitos en el 2018

El programa se ejecutará en 13 de los 32 departamentos de Colombia. El Gobierno asegura que 100.000 familias dedicadas a esta actividad resultarán beneficiadas.

11 de mayo de 2017 Por: Agencia EFE y Colprensa

El presidente Juan Manuel Santos puso este jueves en marcha un plan para sustituir en el próximo año 50.000 hectáreas de cultivos ilícitos en el país, que prevé beneficiar a unas 100 mil familias dedicadas a esa actividad.

"Hoy comenzamos con un plan integral porque la paz nos lo va a permitir para que esa sustitución sea duradera, le dé a los campesinos una vida digna y una vida además libre de violencia y en paz", dijo Santos en la localidad de Uribe, en el departamento de Meta, donde 500 familias firmaron acuerdos de sustitución.

El gobernante, que erradicó de manera simbólica una mata de coca y la reemplazó por otra de plátano, encabezó un acto al que asistieron el embajador de Estados Unidos en el país, Kevin Whitaker, y el alto consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo.

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Santos aseguró que en la primera fase del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (Pnis), una iniciativa más de lucha contra este problema, se espera sustituir 50.000 hectáreas, e indicó que el objetivo "en el mediano plazo es erradicar la coca de Colombia y sustituirla por cultivos lícitos".

"Y eso significa un cambio fundamental para Colombia y para el mundo, porque Colombia sigue siendo, a pesar de todos los esfuerzos, el primer exportador de cocaína a los mercados mundiales", puntualizó el jefe de Estado.

La Presidencia indicó en un comunicado que el programa comenzará con 83.790 familias participantes en 67.193 hectáreas de 13 de los 32 departamentos de Colombia y que la meta es "vincular a 100.000 familias en todo el país".

El jefe de Estado colombiano calificó el comienzo de este programa como un "hecho histórico".

"El mundo lleva 40 años luchando contra las drogas, una guerra que no se ha ganado y no se ha ganado porque a los campesinos no les hemos dado la alternativa que los sostenga y que los estimule a hacer este cambio", agregó al presentar el nuevo programa.

A su vez, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, destacó que este programa de sustitución "es realmente la solución de largo plazo", y confió que complementará las tareas de erradicación forzada de los cultivos industriales que "pertenecen a las mafias y a los grupos del crimen organizado".

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"Hoy para mí es un día muy importante, es el día en que la solución final, la batalla final, contra los cultivos ilícitos en Colombia se inicia", resaltó el funcionario.

Villegas señaló que el problema del narcotráfico "no es solo nuestro" y apuntó que "el tema de la drogas tiene corresponsabilidad", al tiempo que agradeció la cooperación internacional para combatir este flagelo, principalmente de parte de Estados Unidos.

Según un informe anual sobre cultivos ilícitos del Departamento de Estado de EE.UU. enviado en marzo pasado al Congreso, los cultivos de coca en Colombia aumentaron un 42 % en 2015 respecto a 2014, mientras que en el mismo periodo se incrementó en un 60 % la producción de cocaína.

Otro informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes  de Naciones Unidas indica que la superficie dedicada al cultivo de coca aumentó en Colombia desde las 69.000 hectáreas de 2014 a las 96.000 de 2016, un 39 % más.

De la desesperanza a la ilusión en La Uribe, Meta

"Hace como un año estamos tranquilos", dice Julio Ernesto Hernández, un campesino de la vereda 'La Primavera', ubicado en el municipio La Uribe, Meta. Y precisamente parece primavera, los colores vivos están por todos lados y las flores adornan un campo de tonos verdes en donde generalmente se cultiva coca.

"A uno le provocaba meterse debajo de la cama cuando escuchaba eso", sigue contando Julio, un hombre bajo y flaco, con piel morena y con una risa constante que incluso aparece al recordar la violencia que se vivía en la zona. Su risa es como una costumbre o quizás se da por los nervios que puede provocar ver a tanta gente en su finca.

"Pero ahora estamos tranquilos y está muy bueno eso porque es que la gente se puso a sembrar solo eso, y no siembran comida", comenta mientras que ve al presidente de la República Juan Manuel Santos hablar con sus vecinos, tras la erradicación de una mata de coca y la siembre de una de plátano.

Santos llegó hasta la vereda con un sombrero y botas negras acompañado del Alto Consejero para el Posconflicto Rafael Pardo, el director de la Dirección para la Sustitución de Cultivos Ilícitos, Eduardo Díaz y el embajador de Estados Unidos en Colombia Kevin Whitaker, entre otros funcionarios, a "aterrizar", como ellos dicen, los compromisos que se han venido haciendo con varias organizaciones en diferentes lugares del país pero esta vez, familia por familia.

"Hoy se comienza este programa. La primera fase van a ser 50 mil hectáreas, pero el objetivo en el mediano plazo es erradicar la coca y sustituirla por cultivos lícitos y eso significa un cambio fundamental para Colombia y para el mundo porque Colombia sigue siendo, a pesar de los esfuerzos, el primer exportador de cocaína a los mercados mundiales", dijo Santos al momento de erradicar.

Pero aunque al llamado de "viva la paz", todos contestaron, se vieron caras de preocupación como la de Porfidio Camelo, un hombre que ha sido "raspachín", durante 15 años y que quizás tiene ese miedo al cambio que menciona el presidente Santos constantemente.

"La preocupación arrancando esto, es que queda uno por ahí, llevado. Siembra uno plátano, la yuca, no lo compran, todo se pierde", afirma Camelo.

Y ese sentir es generalizado, o al menos así lo indica Hernández, quien aunque sus cultivos son lícitos, sabe que si "de pronto no cumplen pues las personas siguen sembrando".

Pero eso no es posible, o al menos no es lo esperado, pues Santos reiteró que se va a cumplir el acuerdo y fue enfático en decir que si alguna banda criminal pretende atacar la zona para sabotear el programa, "lo capturan y lo judicializamos".

Además dijo Díaz, "llegamos acá para quedarnos", y así tendrá que ser para que los campesinos no vuelvan a sembrar y puedan garantizar de manera efectiva lo que tanto les preocupa, que los cultivos lícitos no se vendan.

"No compra ninguno, acá un señor de arriba tiene plátano y lo mismo, eso se pierde. El plátano madura y toca echárselo a las gallinas", afirma Hernández.

Además comparan precios entre lo que ganan con algo ilícito y algo lícito: "Una arroba 5 mil pesos y en un mes, si a uno le rinde, 150, 200 mil pesos y el plátano, una bolsa a 3 mil pesos", afirma Camelo.

El plan

"Obvio que hay preocupación pero la única manera para darle respuesta a eso es con un plan y eso es lo que estamos viendo hoy", afirmó el embajador Kevin Whitaker durante la visita a la vereda ante la pregunta de si esto responde a las preocupaciones que hay desde el gobierno estadounidense que recibirá a Santos la próxima semana en la Casa Blanca.

Y efectivamente plan hay, y empezó hace varios meses acercándose primero a las organizaciones que están en las zonas donde abundan los cultivos y ahora así, familia por familia. Ellos, se comprometen a dejar de cultivar y no recaer en el mismo producto y el Gobierno gatantiza recursos.

Se les dará un millón de pesos mensuales durante un año para sus nuevos cultivos, 1.800.000 por una vez para proyectos de seguridad alimentaria, 9 millones por una vez para proyectos de ciclo corto, en el segundo año de inversión hasta 10 millones para consolidar proyectos productivos, asistencia técnica y líneas de crédito especiales.

Con esto, se ayudaría a la transición y daría espacio para la construcción de vías que se necesitará para que comercialicen sus productos.

Pero así, entre una mezcla de sentimientos encontrados, se puso en marcha este plan de sustitución de cultivos que tiene, según el gobierno, 83.790 familias vinculadas y 67.193 hectáreas.

Por lo pronto, tras este acto simbólico se espera que el próximo 17 de mayo se empiece a consignar a las primeras familias y que poco a poco se avance, para que no pase como piensa Hernández, que si todos siembran cultivos de plátano, maíz o cacao. "Toca sembrar solo 50 matas para uno, porque si no se pierden".

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