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Rescate de segundo cadáver abre una luz de esperanza

A las 11:00 a.m. de este domingo fue avistado el segundo cadáver del alud de Giraldo. Corresponde a Ana Teresita Góez, de 55 años y madre de dos hijos. Los mineros de Buriticá han sido de gran apoyo para los rescates.

3 de octubre de 2010 Por: Elpais.com.co | Colprensa

A las 11:00 a.m. de este domingo fue avistado el segundo cadáver del alud de Giraldo. Corresponde a Ana Teresita Góez, de 55 años y madre de dos hijos. Los mineros de Buriticá han sido de gran apoyo para los rescates.

Pensando que de pronto el segundo cuerpo hallado en el alud de Giraldo fuera el de su madre (Miriam Salinas) , su hija Ángela Meléndez casi le rogó a Dios que así fuera, pues desde el pasado jueves sus esperanzas de que ella saliera con vida se desvanecieron y ahora, en su corazón, después de seis días de espera, ya había algo de resignación."No quiero que mi mamá esté un día más ahí metida, ojalá que sea ella para llevárnosla de una vez y darle sepultura" , expresó esta mujer, que junto a su hermano Juan Camilo ha estado desde el mismo lunes, día que se vino el derrumbe a las 3:30 de la tarde, en el sitio de la tragedia, la vereda El Tambo, en el corregimiento Manglar, sobre a vía a Urabá.Pero pocos minutos después, ella se enteró de que el cadáver correspondía al de Ana Teresita Góez Manco, de 55 años, ama de casa residente en Apartadó.El cuerpo fue avistado a eso de las 11:00 de la mañana de ayer por un grupo de mineros del vecino municipio de Buriticá, que desde el jueves llegaron a apoyar las tareas de rescate con tan excelentes resultados, que el sábado en la mañana ya habían avistado el primero y ayer el otro.El del sábado correspondió a Rosiris Quejada, una mujer de 44 años residente en Cartagena y que precisamente en el momento del deslizamiento hacía trasbordo al lado de Miriam Salinas.Hacia la 1:00 de la tarde, el cadáver rescatado ayer fue sacado a la carretera, al puesto de mando desde donde se coordinan las tareas, y luego conducido al hospital de Giraldo para la necropsia.Ana Teresita vestía un pantalón de lycra negro, un saco de color café y aún tenía puestas sus gafas, según la descripción que hicieron los mineros de Buriticá.Precisamente, la tarea de sacar el cuerpo de esta persona desde la parte baja del morro, a unos cuatro metros de donde se halló el cadáver de Rosiris Quejada el sábado, desató un altercado fuerte entre los mineros, los familiares de las víctimas y los cuerpos de socorro coordinados por el Dapard.Según se quejan los mineros, hay demasiado celo entre los organismos oficiales, "porque no hacen sino poner trabas y obstáculos y no nos dejan hacer el trabajo a nosotros, que somos los que sabemos" , dijeron.Fernando Restrepo y Amado Monsalve, que estuvieron en los rescates de Rosiris y Ana Teresita, fueron tratados como héroes por las familiares de las víctimas, que llorando les rogaron que no se fueran a ir de la zona porque sin ellos se reducen las esperanzas de que más desaparecidos sean recuperados."Nosotros no queremos protagonismo, sólo que nos dejen trabajar, el cadáver (de Ana Teresita) corría peligro de volverse a tapar porque ellos, con su paciencia y queriendo robarse el show, estaban tardando mucho en llegar con la camilla" , dijo Fernando, que con su grupo amenazó irse a Buriticá y no participar más en los operativos de rescate.Al rato del impase con las autoridades y luego de que se sacara el cadáver, los mineros, que trabajan por grupos, se fueron a almorzar y a intentar suavizar las cosas con los socorristas.Angustia familiarUn capítulo bien tenso se vivía ayer en la carpa donde se refugian la mayoría de familiares de los desparecidos, donde el grupo expresó su inconformismo por lo que consideran exceso de tramitología y protocolos y poca labor efectiva de búsqueda de parte de los cuerpos de socorro."Uno no ve que hagan nada, sólo impedir que los mineros trabajen y ponernos trabas a las familias" , afirmó Diego Alejandro Sánchez, primo de Darío José Babilonia, conductor de la buseta de Confort Express y que figura entre los desparecidos.Los familiares también piden que haya más comunicación entre los socorristas y ellos. Que se instale un puesto de mando al lado de Cañasgordas, donde está la mayoría de familiares -excepto los de Cindy Ramos, que no está de acuerdo con este tira y afloje-, para sentirse más apoyados. "Nuestro único apoyo real es el de la alcaldesa de Cañasgordas" , dijeron.Margarita del Rosario Lopera, la citada alcaldesa, confirmó que les está dando albergue, alimentación y transporte de unas cien personas, para lo que ha tenido que incurrir hasta en créditos, "pero es una labor humanitaria que nos obliga a apoyar estas familias" , expresó.Ayer el clima fue benévolo y permitió un buen avance de los trabajos. Libardo Castañeda, delegado departamental para los cuerpos de Bomberos de Occidente y comandante de Bomberos de El Retiro, expresó su optimismo de que la semana que arranca sea positiva."La labor es compleja, pero tenemos un grupo unido trabajando con el propósito de rescatar las víctimas" , dijo y confirmó que en total unos 35 bomberos participan en las tareas.El rescate de Ana Teresita Góez, madre de dos hijos (Yeidi Astrid y Jean Paul) elevó las esperanzas de que más personas sean sacadas del derrumbe. Ya son muchos días de mirar la montaña sin mayores resultados. Por eso la tristeza y la desesperación se reflejan con intensidad en los rostros de los familiares y hacen que hasta se le ruegue a Dios para que un cadáver sea el del ser amado, como le pasa a Ángela, la hija de Miriam Salinas, que sigue hundida allá en la montaña, ahí bajo el alud de lodo.

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