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"Nunca he estado tentado por el poder": magistrado Juan Carlos Henao

El magistrado Juan Carlos Henao explica por qué aceptó la rectoría de la Universidad Externado, dejando su silla en la Corte Constitucional.

2 de abril de 2012 Por: Hugo Mario Cárdenas López- El País

El magistrado Juan Carlos Henao explica por qué aceptó la rectoría de la Universidad Externado, dejando su silla en la Corte Constitucional.

¿Por qué el cambio repentino de renunciar a la Corte Constitucional para ser rector de la Universidad Externado de Colombia? Hay cosas que uno no controla en la vida; yo no tenía ninguna aspiración al cargo de rector, pero se juntaron las estrellas para que hubiera un consenso al rededor de mi nombre y frente a ese hecho, como externadista y como discípulo que amé al doctor Fernando Hinestroza, me quedaba imposible decir que no. Es un compromiso moral con la educación y con mi universidad. Tanto así, que los mismos compañeros de la Corte Constitucional, con quienes tengo una excelente relación, han entendido la decisión.Ser magistrado de la Corte Constitucional es un privilegio de pocos. ¿cree que ha terminado su ciclo? Para nada; me quedaban todavía cinco años como magistrado, que es bastante tiempo. En ese sentido sí hay una frustración que se me genera y una tristeza por dejar el cargo de magistrado que, en efecto, tiene mucho poder, porque la Corte Constitucional es una de las instituciones más respetadas de este país. Digamos que es un poder que se deja, pero yo nunca he sido hombre que me sienta tentado por el poder. A mí también lo de la Corte Constitucional se me dio por accidente, pero no estoy en el juego de analizar dónde tengo más poder porque ese no es el problema. ¿Consultaron con usted antes de postularlo como candidato a rector? Antes de postularme, algunos miembros del Consejo Directivo, que consideraban que mi nombre podía serle útil, me lo consultaron y les dije que sí podían utilizar mi nombre y que en caso de ser elegido aceptaría irrevocablemente, como en efecto lo hice.En cuatro años de magistrado tuvo un ascenso vertiginoso y llegó hasta la presidencia de la Corte. ¿No le aconsejaron pensar bien antes de dejar su silla en el alto tribunal? El nombre y la prestancia de la Universidad Externado es tan grande, que ninguna persona dudó de que lo que debía hacer era retirarme a pesar de la falta que podía generarse en la Corte; sobre todo por lo que yo representaba en términos de posiciones teóricas y doctrinarias, que eran “progresistas”, de ideología liberal. Las posiciones que he tomado en favor de la adopción homosexual, del matrimonio homosexual, del aborto, de la dosis mínima; ese tipo de posturas son importantes, pero aspiro que quien llegue tenga la misma filosofía para que haya un equilibrio en el interior de la corte. ¿Ese tipo de decisiones se toman solo o lo consultó con su familia? Muy conversado. Yo jamás tomo una decisión de esas sin consultar con mis hijas y mi mujer. Obviamente, era una decisión humana y profesionalmente muy difícil para mí, porque era dejar un cargo muy importante y que tiene muchas comodidades que podrían ser halagadoras, pero para mí ese tipo de halagos materiales no son importantes en la vida. Me voy por íntima convicción y porque tengo la concepción de que en la vida no todo es dinero y no todo es poder. Por fortuna mi familia tiene los mismos principios y me animaron a seguir adelante. Usted dice que no todo en la vida es lo económico ni el poder. ¿Significa eso que se va por un menor salario? Es muy probable, no lo sé todavía. Pero en términos de comodidades, claro que sí serán menos; tan sencillo como que uno tiene carros y conductor a disposición y ahora toca volver a manejar solo, pero ese tipo de bienestar material no es definitorio en mi vida; es algo que no me interesa mientras uno tenga una vida decente y digna. Dentro del concepto de felicidad que yo manejo, no están ni la riqueza ni el poder. ¿No es un punto muy alto de superar el que dejó Fernando Hinestroza en la Universidad Externado? En eso hay que tener en claro que Hinestroza fue inigualable e irrepetible. Fue un genio en todo sentido, como humanista, jurista, educador, lingüista y tenía una mentalidad universal, propia del medioevo y al estilo Leonardo Davinci. Entonces lo que uno debe tener claro es que no puede competir con esa figura y esa memoria. ¿No ayudaron los líos que enfrenta la justicia para tomar esta decisión? Para nada. Empezando porque la Corte Constitucional no se mete en el tema de la reforma a la Justicia. Yo estaba absolutamente feliz en la Corte Constitucional y es por eso que fue una decisión difícil, pero que la tomo con convicción profunda. ¿Ya hay cosas que identifica y que va a extrañar del ritmo de vida que llevaba como magistrado? Sí claro , muchas. Entre otras la toma de decisiones relevantes a nivel nacional. El hecho de saber que en la corte se toman decisiones que tienen trascendencia inmediata y práctica en al vida social de las personas. Y ser uno partícipe de ese tipo de decisiones, cuando se está haciendo con honestidad, con claridad, tranquilidad y espíritu democrático, pues obviamente que me va a hacer falta. ¿A partir de cuándo empieza a asumir sus funciones como rector? Lo primero es presentar mi renuncia, porque apenas lo haré en la semana de Pascua. Después de eso, pienso estar por ahí un mes más en la Corte Constitucional y ya luego me dedicaré por completo a la Universidad. ¿Como rector le quedará más tiempo para compartir en familia? Eso está por verse; yo creo que en materia de dedicación de tiempo los dos cargos son muy similares porque el Externado es una universidad con 11.000 estudiantes, 1.000 profesores, 500 funcionarios, antenas en 14 ciudades y 2 países de América latina. Igual, siempre he tenido tiempo para ellos, pese a ser magistrado. Yo todos los días anulo los almuerzos y sólo lo hago en mi casa con mi familia. A mí el tema familiar me equilibra. Me imagino que ahora podrá opinar sobre diversos temas, como la situación política del Valle... Yo le puedo decir que Cali y el Valle luego de muchas administraciones nefastas, en términos políticos, de democracia, inclusión social y desarrollo, está renaciendo a un despertar y veo con mucho optimismo lo que ocurre en Cali, por ejemplo. Con el doctor Rodrigo Guerrero, que es una persona absolutamente proba, honesta, correcta, ejecutiva, que le dará una marca de optimismos a la ciudad y en ese sentido creo que el Valle va camino a retomar la posición que tuvo en los años 70 y 80.

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