Mintrabajo pidió a Cancillería ayuda para futbolista víctima de trata de personas

El jugador, que fue selección Colombia juvenil y en el fútbol nacional actuó en Santa Fe, denunció que ha vivido un calvario, ya que le quitaron su pasaporte y lo obligaron a jugar a pesar de no recibir salario.

El ministro del Trabajo, Rafael Pardo, solicitó este lunes la intervención de la Cancillería ante el Gobierno de Bosnia-Herzegovina para dar trámite a los documentos que se requieran con el fin de lograr el traslado al país de la familia del futbolista Phill Jackson Ibargüen, víctima de trata de personas en ese país. Pardo pidió además articular esfuerzos para emprender acciones y medidas que permitan prevenir futuros casos de trata de personas con fines de explotación laboral con colombianos en el exterior. En carta enviada a la ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, Pardo afirmó que dicha petición la hace teniendo en cuenta que su despacho "tiene la obligación de garantizar la defensa y protección de los derechos fundamentales del trabajo, promover el principio del trabajo digno, decente y de calidad, así como ejercer las acciones necesarias que permitan atender las violaciones a los derechos humanos y las posibles infracciones al Derecho Internacional Humanitario de los trabajadores colombianos". El drama del jugador Phil Jackson Ibarguen, después de jugar en Santa Fe, jugó en Pacos Ferreira de Portugal y tras cinco años en ese país, un empresario lo vinculó al fútbol de Bosnia Herzegovina donde atraído por unos dólares y la posibilidad de jugar en un equipo de primera, comenzó su drama, según contó el futbolista al Ministerio de Trabajo. "Jugaba en el Laktasi Fk en Bosnia, luego fui traspasado al Celik, donde sólo me pagaron cuatro meses de salario, pese a tener un contrato firmado por año y medio. Luego me trasladaron al Sloboda, donde la situación fue peor, pues no recibía salario sino reconocimientos parciales que no me permitían asumir gastos de mantenimiento de mi hogar", contó Jackson. Desde agosto de 2008 a febrero de 2013, ninguno de los clubes le cumplió con la totalidad de los salarios y perdió una oportunidad de jugar en Croacia, porque el equipo titular de sus derechos, a pesar de que no tendría ninguna vinculación con el mismo, pidió una suma exorbitante para su traspaso, y durante más de un año los dirigentes le retuvieron su pasaporte. Según Lina Arbeláez, coordinadora del grupo de Equidad Laboral del Ministerio del Trabajo, "a Jackson le vulneraron sus derechos de locomoción, a la libertad de actuación y determinación, afectando así su dignidad y convirtiéndolo en una víctima de la trata de personas". Luego de que el joven nacido en Istmina, Chocó, que tenía como compañeros de equipo nacional a Pablo Armero, Harrison Otálvaro, Cristian Zapata, Fredy Guarín, Juan Carlos Toja, Carlos Valdez, entre otros, regresó al país en 2013, y cuando iba a firmar el contrato para jugar con la Uniautónoma del Caribe, el equipo Bosnio no le dio el pase libre para volver a jugar. Jackson , quien se casó en Bosnia y actualmente es padre de dos hijos, tuvo hace un mes la oportunidad de vincularse al fútbol de Grecia, pero el propio equipo colombiano fue el que no le entregó ni copia de la rescisión ni el paz y salvo. Y aunque cuenta con el apoyo de la Fundación Esperanza, aún no ha logrado reunir el dinero que requiere para tramitar las visas para traer a vivir al país a su familia. Ni siquiera cuenta con elementos deportivos para entrenar.