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Luis Gustavo Moreno, director de la Unidad de Anticorrupción de la Fiscalía, sindicado por soborno. | Foto: Colprensa

Los enredos del fiscal anticorrupción que cayó por corrupto

A Gustavo Moreno no solo se le relaciona con el caso de soborno del exgobernador de Córdoba. Al parecer, recargaba de trabajo a los fiscales para conseguir la lentitud de determinadas investigaciones.

2 de julio de 2017 Por: Agencia Colprensa 

El escándalo por la captura con fines de extradición del encopetado director de la Unidad de Anticorrupción de la Fiscalía General de la Nación, Luis Gustavo Moreno, no se detiene.

El hombre que debía velar por la transparencia oficial en este país habría favorecido al exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, quien vive desde hace varios meses en Estados Unidos, donde ahora es testigo de la justicia en varios casos de corrupción que enlodan el nombre de funcionarios en Colombia.

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Este hecho, que tiene a Moreno con un pie en uno de los aviones de la DEA, hizo que desde distintas entidades de control se volcara la mirada sobre cada una de sus actuaciones, pese a que curiosamente fue el único aspirante al cargo en la Unidad Anticorrupción que pasó sin problema la temida prueba del polígrafo, requisito establecido como una manera de sostener el aval de las autoridades de Estados Unidos.

Este escandaloso hecho se conoce semanas después de que el fiscal
general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, anunciara que se
vendrían decisiones relacionadas con su propia entidad.

La encargada de concretar los anuncios fue la vicefiscal María Paulina Riveros, quien anunció la detención de Moreno y del abogado penalista Leonardo Luis Pinilla Gómez.

Según Riveros, “la presunta conspiración entre Moreno y Pinilla trascendió al territorio americano y llegó a tal punto que el primero aprovechó una comisión oficial de trabajo para contactarlo de nuevo con el fin de recibir una gruesa suma de dinero”.

Tanto el exfiscal y el abogado son requeridos en extradición por la Corte Federal para el Distrito Sur de La Florida en Miami (EE. UU.) por el delito de conspiración para lavar activos, con el fin de promover el soborno y la corrupción en Colombia.

Mientras se adelantan los trámites respectivos, los dos implicados permanecerán recluidos en el pabellón de extraditables de La Picota, de Bogotá.

El poder de Moreno

Pese a que Luis Gustavo Moreno no podía llevar directamente procesos por fungir como jefe de la referida Unidad, sí tenía acceso a investigaciones de fiscales sobre los cuales se dice podría impartir directrices para cambiar el rumbo sin levantar sospechas.
Incluso se dice que sobrecargaba de trabajo a algunos fiscales para impedir que entregaran resultados sobre casos que vinculaban a sus ‘clientes’.

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Se conoció, por ejemplo, que durante los nueve meses de su gestión, Moreno habría supervisado casos importantes de corrupción en La Guajira, donde el ente acusador pudo establecer que se presentaron irregularidades en la contratación de programas de educación, salud y obras civiles.

De acuerdo con las investigaciones, funcionarios, contratistas y particulares desfalcaron al departamento. No en vano se recuerda los nombres de Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez y Oneida Pinto, el primero con una condena a 55 años de prisión por el homicidio de un exalcalde, un concejal y su conductor.

Pinto, entre tanto, enfrenta un proceso que la tiene a las puertas de una condena por los delitos de peculado por apropiación, interés indebido en la celebración de contratos, contrato sin cumplimiento de los requisitos legales y falsedad en documento público y privado.

Las malsanas relaciones de Moreno llegarían además a Sucre. Allí los salpicados fueron el exalcalde de Coveñas César Serrano Romero y cuatro funcionarios señalados por presuntas irregularidades en el contrato celebrado para “obras de protección y control de la erosión costera en la subregión del Golfo de Morrosquillo en Tolú y Coveñas”. El desfalco sería superior a los $10.000 millones.

Otro de los sonados casos que estaba bajo la influencia de Moreno, como fiscal Anticorrupción, fue el de Santander, donde en enero pasado fue detenida la directora de la Corporación Autónoma, Flor María Rangel, y tres funcionarios más por presuntas irregularidades en la celebración de contratos. Los montos de los que se habla rondaron los $3000 millones.

Según la Fiscalía, el ahora exdirector de la Unidad estuvo en la supervisión de los casos mencionados anteriormente e informó que ahora serán investigados para certificar si en ellos se obró con transparencia o no.

La gravedad y la aparente credibilidad de las pruebas contra Moreno fueron las que hicieron que desde el mismo momento de su captura en Bogotá, el pasado martes, la Fiscalía decidiera iniciar el proceso de extinción de dominio contra sus bienes.

Según se ha filtrado, se cuenta con evidencias acerca de que tenía dominio sobre cinco apartamentos en el norte de Bogotá, los cuales estarían avaluados en más de $1000 millones.

Varios de ellos, a nombre de su exesposa Carolina Rodríguez Rico, quien además habría transportado y usado parte de los diez mil dólares que Moreno recibió del exgobernador de Córdoba por los favores recibidos.
Se conoció que incluso habría documentos que prueban la compra de joyas en un almacén en Miami.

Pero el poder económico del exfiscal se extiende más allá de los muros de los inmuebles. Se pudo conocer de otros bienes tras los que está la Fiscalía, como dos vehículos último modelo.

Investigadores del ente acusador también están rastreando los movimientos financieros de quien se dice podría tener gruesas sumas de dinero en, al menos, cuatro cuentas bancarias en Colombia y tratando de establecer si sacó sumas de su propiedad hacia cuentas en el exterior.

Este rastreo, que se está haciendo en cooperación con distintas entidades del Estado, ha permitido establecer que el abogado Leonardo Luis Pinilla también tenía un apartamento en un exclusivo sector de Bogotá, además de vehículos y cuentas bancarias cuya procedencia se está precisando.

Lo cierto es que los resultados que se dieron a conocer esta semana y que escandalizaron al país son fruto de investigaciones de largo aliento.
Según la Vicefiscal General, los seguimientos que se adelantaban sobre Moreno y Pinilla datan del 12 de mayo pasado, sin descartar que las indagaciones vinieran de más atrás.

“En estos temas de corrupción la titularidad de los bienes en muchas ocasiones está en cabeza de familiares como una forma de evasión”, dijo y precisó que “ya se iniciaron los correspondientes procesos sobre bienes que puedan tener una procedencia ilícita”, dijo María Paulina Riveros.

Así, el radio de acción de las investigaciones apunta a varias personas que podrían tener a su nombre bienes que en realidad serían de propiedad de Moreno. Ante esta posibilidad, la funcionaria indicó que, en caso de que otras personas resulten involucradas en los hechos por los que están siendo requeridos Moreno y Pinilla, serán vinculados al caso.

El olfato de los investigadores está puesto en bienes que pudieran estar en cabeza de allegados de los dos implicados, quienes, para el caso judicial en Colombia, deberán responder por el delito de concusión.

Pidió perdón

En una carta titulada ‘Padre perdóname porque no supe lo que hice’, que trascendio en medios nacionales, el fiscal anticorrupción Gustavo Moreno se disculpa desde la prisión.

Al inicio de la carta se dirige a sus familiares: “en medio de todas las críticas, señalamientos y acusaciones quiero pedirle perdón a mi mamá, a mi esposa y a mi amada hija, lo lamento muchísimo, me siento profundamente triste y avergonzado”.

Durante el comunicado, el fiscal destaca sus estudios, asegurando que como abogado hizo varios posgrados, fue profesor de varias universidades y escribió algunas obras.

En la misiva se dirige a todos los colombianos: “Pido perdón a los colombianos, a las personas que creyeron en mí. ¡Sé que son muchas las decepciones y no saben cuánto lo lamento!”.

Al Fiscal Néstor Humberto Martínez y a la Vicefiscal Maria Paulina Riveros les suplicó perdón.

Aunque Moreno no da detalles sobre lo sucedido, acepta que se reunió con el exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons y que va a colaborar con la justicia norteamericana y la colombiana.

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