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Los condicionamientos no le hacen bien al proceso de paz

Las Farc al inicio de la decimosexta ronda de diálogos en Cuba, dieron a entender que el Gobierno deberá aprobar las 99 peticiones que han hecho si quieren sacar adelante el punto sobre participación en política.

24 de octubre de 2013 Por: Redacción de El País

Las Farc al inicio de la decimosexta ronda de diálogos en Cuba, dieron a entender que el Gobierno deberá aprobar las 99 peticiones que han hecho si quieren sacar adelante el punto sobre participación en política.

El condicionamiento que hicieron el miércoles las Farc al inicio de la decimosexta ronda de diálogos en Cuba, dando a entender que el Gobierno deberá aprobar las 99 peticiones que han hecho si quieren sacar adelante el punto sobre participación en política, no le hace ningún bien al proceso de paz.Analistas consultados creen que si bien el anuncio del grupo guerrillero no tiene ningún efecto político porque cualquier propuesta está sujeta a discusión, ese lenguaje sí contribuye a generar un mayor pesimismo en una opinión pública muy sensible con el tema de la paz.En declaraciones dadas el miércoles en La Habana, ‘Andrés París’ aseguró que: “Si ellos (delegados del Gobierno) están dispuestos en estos 9 días a incorporar 99 propuestas que hemos presentado en la mesa y que contienen nuestras formulaciones sobre participación y reforma política creo que podemos cerrar este ciclo”. Al respecto, el analista y politólogo Fernando Giraldo señaló que no le preocupa el contenido del anuncio hecho por ‘París’, “pero sí la forma porque cuando se hacen ese tipo de declaraciones la opinión pública las puede tomar como displicentes, arrogantes y soberbias”.“Es válido que en una negociación las partes quieran obtener el mayor beneficio, pero lo que es de mal gusto es el lenguaje que utilizan; las Farc deben ser más diplomáticas y declaraciones como esas me parecen un error cuando hay una opinión pública muy sensible con el tema de la paz. Si esa fuera la lógica, pues que digan de una vez qué piden en los cinco puntos y en dos días se supera la agenda y se acaba el conflicto”, indicó Giraldo.El también politólogo Ancízar Marroquín se mostró de acuerdo en que es claro que las partes intentan llevar al nivel más alto sus aspiraciones, pero cree que lo expresado por las Farc ayer es simplemente una reacción a la presión que intenta poner el Gobierno para avanzar en los puntos de la agenda.“Una cosa es lo que se dice en la mesa y otra lo que se dice en la puerta del Palacio de Convenciones. Una cosa lo que se discute frente a frente y otra lo que dicen los comunicados, y una cosa lo que pasa en adentro y otra lo que se vive en los campos y ciudades. Esos tres escenarios hay que tenerlos bien definidos”, dijo Marroquín.Contra el pesimismoRecordaron los analistas que por el momento complicado que atraviesa el proceso, no es bueno crear más antipatías en el país y que tanto el Gobierno Nacional como las Farc tienen la obligación de ayudar a encontrar puntos comunes y a generar confianza en la opinión pública.Por eso creen que acto seguido, la delegación de las Farc cambió el tono del discurso y ‘Andrés París’ aseguró que: “Por ahora todo continuará en los ritmos y en la metodología establecida; eso sí con renovada voluntad de avanzar hacia un acuerdo de paz”.Sin embargo el analista Alfredo Rangel cree que una mala señal es la ampliación ilimitada de la agenda como lo pretenden las Farc y que eso es un obstáculo insuperable ya en esta negociación.“Un año después del inicio de las conversaciones aún no hay siquiera un acuerdo sobre una agenda común y eso produce una enorme desconfianza y descrédito entre los colombianos”, dijo Rangel, al asegurar que esto no es ni siquiera un problema de metodología.

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