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"Las banderas del uribismo no se van a perder nunca": Carlos Holmes Trujillo

Asegura que el Centro Democrático debe renovarse y tener un coordinador "prestigioso".

18 de julio de 2016 Por: Jessica Villamil Muñoz | Reportera de El País

Asegura que el Centro Democrático debe renovarse y tener un coordinador "prestigioso".

Carlos Holmes Trujillo, excandidato a la Vicepresidencia por el Centro Democrático en 2014, ya no quiere ser el segundo de nadie. Dice que buscará ser el candidato oficial del partido para las presidenciales de 2018 y desde ya está proponiendo una “reingeniería” para esa colectividad. Asegura que el partido necesita, además del expresidente Álvaro Uribe, que es su cabeza visible, un secretario general “prestigioso”, que reconozca la “diversidad” del movimiento político. Lea también: 

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Aclara que una reconciliación entre Uribe y el presidente Juan Manuel Santos solo podría darse “si es para construir conjuntamente, si es para coincidir  en materias acordadas o no acordadas sobre la implementación de los acuerdos de paz con las Farc. Solo en esas condiciones”. ¿En qué consiste la reingeniería que está proponiendo para  el Centro Democrático? El partido nació en medio de las dificultades que existen hoy para crear un partido nuevo.  Óscar Iván Zuluaga ha cumplido una tarea muy importante para articular la primera etapa, pero si el Centro Democrático quiere tener vocación de permanencia  tiene que reorganizarse: tiene que ser un partido amplio, participativo e incluyente, como se definió desde un principio; que convoque diferentes sectores de la población (campesinos, estudiantes, ambientalistas, defensores,  abogados, trabajadores de la salud, juristas, ingenieros), es  decir, a los más variados sectores de la sociedad, que es con quienes se puede construir base social que dé permanencia. Tiene que acoger procedimientos democráticos para elegir candidatos; debe aprobar la creación de un centro de  estudio de análisis programático; debe definir  las bases mínimas del programa que defenderá el  candidato presidencial en las elecciones de 2018. Y eso tiene que hacerse pronto.  ¿Para cuándo llamarían a la convención? Lo más pronto posible. Creo que no deberíamos demorarnos en convocarla. ¿Cómo está el partido por dentro? Como todos los partidos. Con matices, con diferencias de criterios, pero no hay nada que lo distinga respecto de  la realidad de otros partidos. En todos los  partidos hay diferencias y eso no tiene nada de raro ni de excepcional. Lo cierto es que desde afuera se ve una crisis y grave... No. Desde adentro le está pasando  exactamente lo mismo que al Partido Liberal, que a los conservadores, a Cambio Radical.  Vaya, déles una miradita, para que vea cómo están por dentro. Está claro que la doctrina del  uribismo recoge a todos sus congresistas y militantes, pero es evidente que en muchas vertientes no hay unidad de criterio... Lo que pasa es que es un partido pluralista, amplio, participativo e incluyente. Que tiene unas personas provenientes de las más  distintas canteras ideológicas, del Partido Conservador, del Liberal, del M-19, una cantidad de independientes, personas que jamás habían participado en política y esa es su riqueza. Lo importante es canalizarla bien, mediante una estructura que permita hacerlo y que reconozca no solo esa diversidad sino la vocería de diferentes sectores que hagan parte del partido. ¿Entonces Óscar Iván Zuluaga no le ha dado unidad al partido? Sí le ha dado unidad y ha encabezado la primera etapa de organización, pero me parece que si Óscar Iván  quiere ser precandidato a la Presidencia de 2018 no debe ser director del partido y debe retirarse de ese cargo.  ¿Usted quiere quedarse con esa dirección del Centro Democrático o ser candidato en las presidenciales?  Quiero ser candidato presidencial, pero más que todo, presidente de la República como candidato del Centro Democrático  y  en coalición con otros sectores afines. ¿Es decir que usted no le apostaría esta vez a ser el segundo de nadie? Lo que quiero es ser candidato y presidente de la República como representante del Centro Democrático y en coalición con otras fuerzas. ¿Con qué fuerzas, por ejemplo? Ya  veremos, pero hay que ir identificando en el curso  de este proceso fuerzas afines con las cuales podamos entendernos y  definir coaliciones en el momento adecuado. A usted se le ha visto como el ala menos radical del Centro Democrático con el proceso de paz.  ¿Cómo analiza los últimos acuerdos firmados? Tengo reparos sobre muchos de los acuerdos que se han anunciado. Y en relación con el último  (cese definitivo del fuego bilateral y de hostilidades) hay que recordar que la última frase de ese documento señala que el Gobierno y las Farc le dicen a la Corte Constitucional que ellos aceptarán el mecanismo de refrendación que el tribunal indique y con las características que la Corte señale. Me parece atroz porque la Corte no tiene competencia ni para diseñar mecanismos de refrendación ni para modificar los existentes. Lo que refleja  es que en la mesa de La Habana se están tomando decisiones que destrozan la  Constitución. Mi deber como constituyente debe ser señalar este  riesgo, indicar este peligro, abrirle los ojos a los colombianos y  precisar el  riesgo de que se continúe por esta senda. Muchos sectores políticos calificaron de negativo que el expresidente le haya dado un No rotundo al presidente Santos en la carta de la semana pasada...  En esto lo importante no es el qué sino el para qué. Si la reunión es para informar al presidente Uribe sobre lo ya acordado, si es para buscar el apoyo para esos acuerdos ya hechos, es decir, si lo que pretende Santos es que firme un acuerdo de adhesión, la reunión no se va a celebrar  y no tendría ningún sentido en celebrarse. Si la reunión es  para escuchar las posiciones del presidente Uribe y en realidad construir posiciones conjuntas sobre distintas materias, eso abriría una posibilidad.  Ahí lo importante es qué margen hay. ¿Hay margen para tratar  puntos ya acordados? ¿Para construir puntos que no se han acordado? ¿Para construir agregando distintas materias en el proceso de implementación a algunos asuntos que serían peligrosos para el país? Si lo hay, podría pensarse en una reunión. Si no lo hay, no tiene sentido. ¿Es decir que los términos de carta no fueron los adecuados?   Es que Santos no deja claro nada. El sabor de esa  carta, porque hay que reconocer que esto está rodeado de una tremenda desconfianza recíproca, tiene unos términos de contrato de adhesión. Eso no será posible, es absolutamente impensable. Entre otras cosas, porque Uribe  no es Uribe, es la voz de millones de colombianos que comparten  todas estas preocupaciones relacionadas con el proceso de paz. ¿Usted qué les dice a quienes aseguran que una vez firmada la paz se acaba la bandera del Centro Democrático? Las banderas  del uribismo son la seguridad democrática, la confianza inversionista, la producción social y el diálogo popular. Esas banderas no se van a perder nunca. ¿Y a quienes los señalan de guerristas? Esa es una percepción inútil y equivocada del Centro Democrático.¿Quién cree que es la persona más adecuada para que dirija el partido?El director del Centro  Democrático es el presidente Uribe. Aquí lo que hay  que preguntar es qué pasa si el doctor Óscar Iván Zuluaga se retira de la dirección. Yo soy de la idea de  que no debería haber un director, sino  un secretario general fuerte, que tenga mucha  afinidad con el presidente y que  colabore muy decididamente en la tarea de la ampliación  de la base del partido. Pero él debería  estar acompañado de una nueva dirección muy prestigiosa, representativa de las distintas regiones de Colombia. ¿Qué piensa cuando en redes sociales y en caricaturas dicen que Óscar Iván Zuluaga es una mala copia del expresidente? Óscar Iván es un  hombre serio, respetable, que tiene criterio propio, de gran formación profesional. Es una injusticia  con él tratarlo de esa manera. ¿Pero ese coordinador debe tener más temple? Debe ser un secretario general que tenga una gran capacidad de organización, que conozca muy bien al partido, que tenga experiencia en la vida política y económica de la Nación, que tenga por  razón avanzar en esta nueva etapa del partido, que es lo que queremos impulsar en la próxima convención. ¿Y quién cuenta con esas cualidades? Sé que están aspirando el  exsenador Juan Carlos Vélez Uribe, que sería una figura de primera línea, y  la doctora Alicia Arango, que sería estupenda en un cargo de esa naturaleza. No he escuchado  directamente de cualquier otra aspiración, pero cualquiera de los dos, o los dos en conjunto, le prestarían un gran servicio al partido.

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