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La ‘tormenta’ en el Congreso por la llegada de Álvaro Uribe Vélez

Las garantías de seguridad del expresidente son el principal reto que tiene el Senado.

1 de julio de 2014 Por: Redacción de El País Bogotá

Las garantías de seguridad del expresidente son el principal reto que tiene el Senado.

A partir del próximo 20 de julio el Congreso no será el mismo. La llegada del expresidente Álvaro Uribe, ungido con su investidura de Senador, plantea nuevos retos administrativos a fin de garantizar la integridad del nuevo residente del Capitolio Nacional.Con el aura de la oposición al presidente reelecto Juan Manuel Santos, Uribe cambiará el funcionamiento del Legislativo; sobre todo porque el exmandatario deberá estar rodeado de garantías, tanto políticas como administrativas, que eviten impasses más allá de los debates que ya se asoman.Quizás el mayor reto del Senado es garantizar la seguridad del expresidente paisa, porque hoy es uno de los colombianos más ‘cuidados’ por parte del Estado —tiene 150 hombres que lo custodian—, por el cúmulo de amenazas que tiene en su contra.Precisamente en este receso ya se comenzaron a evidenciar cambios. El sistema de seguridad, ya obsoleto, como lo reconoce el secretario General del Senado, Gregorio Eljach, comenzó a ser cambiado.El ingreso al Capitolio y al edificio nuevo ya no será con credencial sino que se hará con dispositivos biométricos, es decir, que quienes quieran entrar deberán hacerlo con su huella dactilar, que debe estar previamente registrada.Se aumentaron las cámaras de monitoreo de televisión, los escáner de objetos de mano, detectores láser, arcos detectores de metales, un sistema integral de seguridad, cuyo costo ascendió a cerca de $6000 millones.Estas medidas de seguridad harán más estrictos los controles, como lo advierte Eljach, quien reconoce que la situación del nuevo Congreso es “atípica porque tendrá como uno de sus miembros a un expresidente”.No obstante, el Secretario advierte que estos cambios no se dan solamente por la llegada de Uribe, sino que se trata de un plan de modernización que se tenía contemplado con antelación.Sobre este aspecto, el exministro de Gobierno, Armando Estrada Villa, aseguró que el expresidente Uribe llega con su investidura de exmandatario y además hará oposición, por lo cual “no hay duda que el Gobierno y las fuerzas deben garantizarle la seguridad, porque él tiene mucho riesgo, incluso, por encima de los demás congresistas”.Recuerda que las Farc “han querido atentar contra él” por lo que insiste en que los esquemas deben ser estrictos.El analista John Mario González cree que “el tema logístico va a ser superado por la parte administrativa”, pero reconoce que Uribe “tiene mayores, si no el mayor, riesgo de seguridad”.Sin embargo, descarta que las Farc quieran atentar contra él, ya que considera que “sería un suicidio para la guerrilla porque un atentado a un expresidente determinaría el fin de los diálogos de La Habana”.Dice que el Congreso lo va a dotar de las garantías necesarias y que esto, sin duda, “va a alterar la conducta, porque se va a salir de lo normal”.No obstante, hay quienes ya dicen que Uribe tendrá privilegios, como lo dijo en su momento el electo senador Iván Cepeda, quien pronostica que esas atenciones van a generar inconformismos en el resto de congresistas.A esto, Estrada Villa responde que “no son privilegios y cuando uno está en el Senado le hacen estudios de seguridad y obvio, el riesgo del expresidente es más alto”.Eljach complementa y dice: “Todos los senadores son iguales y cada uno tiene su esquema de seguridad luego de los estudios de riesgo que se les hacen”.La oficina, el otro líoUn elemento que se suma al tema de la seguridad tiene que ver con el espacio privado de trabajo que tendrá el expresidente Uribe en el Congreso.Sobre este aspecto Eljach comenta que “hubo sugerencias sobre el tema de la oficina y las recomendaciones advierten que se debe ubicar en un lugar donde corra el menor riesgo posible”.Por lo anterior, el Secretario dice que “lo más probable es que sea en el tercer piso del Capitolio, que es una edificación más pequeña que el Edificio Nuevo que tiene siete pisos”.De hecho, se dice que una oficina en el Capitolio le facilitaría las cosas al exmandatario, ya que en esta misma edificación quedan la Comisión Primera del Senado, la cual muy seguramente Uribe integrará, y el salón de Plenarias, lo que evitaría desplazamientos por el túnel desde el Edificio Nuevo.Aquí se ha hablado que la opción sería la oficina que hoy ostenta el senador reelecto Roy Barreras. Es un espacio muy amplio que podría garantizar la presencia de un alto número de escoltas y que queda a un paso de la Comisión y la plenaria.Sin embargo, aquí el lío está servido. Según se conoció, Barreras no está dispuesto a ceder su espacio y de hecho ya pidió que le mantengan dicha oficina.A esto, Eljach responde que “las oficinas no son de nadie y lo que hacemos es escuchar a los senadores reelectos que tienen su espacio y lo quieren conservar. Uno trata de dar gusto”.Ante esto, se supo que Uribe tendría una oficina vecina a la de Barreras, que es de idénticas características, lo que podría redundar en que sería vecino del otrora uribista y hoy santista.

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