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¿La rama política de la justicia?

La Judicatura, en el ojo del huracán por decisiones como la tomada en el caso Abadía.

26 de junio de 2010 Por: Hugo Mario Cárdenas | Redacción de El País

La Judicatura, en el ojo del huracán por decisiones como la tomada en el caso Abadía.

Cada vez resulta más evidente lo incómodo que se ha vuelto el Consejo Superior de la Judicatura, CSJ, protagonista de primer orden de los llamados ‘choques de trenes’, para los magistrados de las altas cortes y los demás órganos de la justicia en Colombia.Malestar como el expresado esta semana por la procuradora para la Función Pública, María Eugenia Carreño, que calificó a la Judicatura como el “escampadero” de los destituidos e inhabilitados, luego de que el capítulo de ese tribunal en el Valle, en una polémica decisión, frenara por cuenta de una tutela la destitución del gobernador Juan Carlos Abadía. Ese tipo de quejas, ya se ha escuchado en la voz de los magistrados de las altas cortes.Hace poco fue Augusto Ibáñez, cuando presidía la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, quien dijo que “la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura está generando impunidad en el país” y se está tomando atribuciones que no le corresponden, luego de que mediante una tutela tumbara una condena a seis años de prisión contra la congresista Sandra Aravella Velásquez, por el uso particular de un avión de la Fuerza Aérea.Poco después, y en un hecho similar, el Consejo Superior revocó mediante tutela la sentencia a prisión de la Corte Suprema contra el ex congresista Iván Díaz Mateus dentro del caso de la ‘Yidispolítica’.Entonces fue el magistrado Julio Enrique Socha quien en una reacción airada aseguró que la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura “se está caracterizando por este tipo de decisiones, utilizando la tutela para descalificar las sentencias de la Corte Suprema”.Por eso ahora, cuando el presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, se apresta a presentar un proyecto de reforma a la justicia la pregunta que muchos se hacen es: ¿Qué se debe hacer con el Consejo Superior de la Judicatura?Quienes defienden la continuidad de este organismo aseguran que todo lo que el CSJ demanda son reformas, otros aseguran que este tribunal se ha convertido en una fuerza ‘supraconstitucional’ o, incluso, en una herramienta política con la que el Ejecutivo busca contrarrestar las decisiones de la Rama Judicial.¿Cerrar o reformar?Para la analista e investigadora Claudia López la única alternativa que debe existir para el Consejo Superior de la Judicatura es la eliminación. “No hay otra opción, no tiene arreglo. Ese organismo es el escampadero de las mafias, el clientelismo y la politización”.“En el CSJ están actuando de manera política y sirviéndoles a quienes los designaron, porque son los únicos magistrado que no se eligen de manera mixta, sino exclusivamente por el Presidente y los congresistas”, dijo López.Una opción similar planteó el ex vicefiscal Francisco José Sintura, quien argumentó que ese tribunal está utilizando las acciones de tutela para pasar por encima de las decisiones de las cortes especializadas, “y hoy está convertido en un organismo supraconstitucional”.Para el ex procurador Jaime Bernal Cuéllar no se puede hablar de cerrar o no el Consejo Superior de la Judicatura mediante propuestas coyunturales, mientras no se haga un diagnostico integral de lo que está ocurriendo.“Muchos han insinuado la eliminación del CSJ partiendo exclusivamente del trámite y decisiones de tutelas, pero esa no es la única función que cumplen. Por eso tiene que mirarse si por razón de todas las funciones es un organismo que no justifica su existencia y no sólo ver el problemas de las tutelas. Por que en este caso, entonces, lo que se debe revisar es el límite de las tutelas”, dijo Bernal, quien reconoció que es necesario erradicar las incidencias políticas en la administración de justicia.El constitucionalista José Gregorio Hernández destacó la importancia del CSJ desde el punto de vista de la autonomía de la Rama Judicial e indicó que se deben hacer reformas, pero no suprimir este organismo. “Recargar a las demás cortes las funciones que hoy cumple el Consejo Superior resulta excesivo porque ellos... de esa manera no podrían atender ni una cosa ni la otra y si lo que hacemos es cambiar de organismo, no estamos haciendo nada”.Parcialmente de acuerdo se mostró el ex fiscal Alfonso Valdivieso, al asegurar que el organismo debe centrarse más en los asuntos disciplinarios, replantear las funciones administrativas y también el origen de las salas disciplinarias. “La tutela es una de las razones por las cuales está en entredicho la continuidad del CSJ, que se ha dedicado a tumbar decisiones de las cortes, lo que es un absurdo. Es preocupante que los sancionados acuden a ese organismo para reversar decisiones de los tribunales especializados”. Fallos en políticaPara los analistas consultados es claro que un organismo en el que la elección de sus miembros corre por cuenta del Presidente de la República y el Congreso está, por obligación, politizado.Y es que la Sala Disciplinaria del Consejo Superior está compuesta por siete magistrados, todos designados por ternas y quienes deben hacer lobby ante los congresistas y los partidos para que avalen su ingreso a ese tribunal.Eso explica, dice Claudia López, fallos como el del Consejo Superior que mediante tutela dejó por fuera de las investigaciones de la ‘Yidispolítica’ al ministro de la Protección Social , Diego Palacio, o que retornaron al cargo al gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía.“Puede que los magistrados del Consejo Seccional lleguen por concurso o sean funcionarios de carrera administrativa, pero, ¿quienes son sus jefes?”, se pregunta Claudia López, y agregó que ninguna de esas condiciones “los hace inmunes al clientelismo y la corrupción”.

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