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La actriz venezolana Ruddy Rodríguez, más barranquillera que nunca

La artista extranjera habló de los ritmos que le tocó aprender para poder protagonizar la telenovela 'Amor de Carnaval'.

17 de julio de 2011 Por: Colprensa

La artista extranjera habló de los ritmos que le tocó aprender para poder protagonizar la telenovela 'Amor de Carnaval'.

Ruddy Rodríguez está cambiada: aprendió a bailar cumbia y mapalé, se declara adicta a las carimañolas, el suero y el patacón, y hasta saluda con un sonoro “ajá, ¿y tú qué?”. Estos hábitos los desarrolló en Barranquilla, donde se graba la telenovela ‘Amor de Carnaval’, que se estrena próximamente por el Canal Caracol. Aunque no ha tenido aún la oportunidad de vivir el Carnaval de Barranquilla, en esta nueva producción Ruddy encarnará a Adela Vengoechea, una barranquillera que vive, sueña y respira por el Carnaval. Así habló esta nueva ‘hija adoptiva’ de La Arenosa. Rubby, ¿lo pensó mucho para interpretar a una mujer madura, con hijos mayores de 20 años?Sí, al principio lo pensé, pero por encima de todo soy una actriz. No importa si hago de una mujer mayor. Mejor así, porque pruebo lo que puedo entregar y mi capacidad para interpretar personajes diferentes. Usted no tiene hijos, en cambio su personaje es madre de dos adolescentes en aprietos. ¿En qué se inspiró para este papel?Observé a mis amigas. Muchas de ellas son madres de adolescentes y de jóvenes. De ellas copié comportamientos para mis personajes. Yo siempre voy agarrando cosas porque tengo la parabólica bien prendida.¿Cómo le fue con las clases de baile y cuál fue el ritmo colombiano que más trabajo le costó?Me fue muy bien. Los venezolanos, por ser del Caribe, bailamos salsa y merengue. En cambio, confieso que no tenía ni idea de bailar cumbia y me tocó aprender a moverme muy suave, con cadencia y coqueteo. El mapalé y el garabato me han parecido durísimos, ¡termino ahogada! Muchas actrices colombianas han fracasado al imitar el acento barranquillero. ¿A usted, que es venezolana, cómo le fue? Muchos me decían que el acento barranquillero era muy parecido al venezolano, pero no, ¡qué va!, a mí me pareció muy diferente. Sin embargo, me divertí mucho aprendiendo. Después de tantas telenovelas y carimañolas, ¿ya se siente como una colombiana más?Sí. He vivido en muchos países, pero Colombia es mi primer hogar. Hace tres años decidí quedarme y soy feliz. Pero nunca me olvido de Venezuela. Me gusta estar con mi gente, con mi familia y estar pendiente de la Fundación con la que trabajo.Se ve muy enamorada de su esposo, el rejoneador colombiano Juan Rafael Restrepo...Estoy muy tranquila y feliz. Llevamos cinco años juntos. Nos apoyamos en nuestras profesiones y estoy pendiente de las temporadas taurinas para ajustar mi agenda y poder acompañarlo. Los planes de tener hijos siempre están presentes, pero es cuestión de que todo conspire para que se dé. Los dos estamos listos para ser padres... sería maravilloso.¿También sigue fiel a la cienciología?Sí, ya llevo 16 años, me ha servido para tener más habilidades en la vida. Creo firmemente en que hay un Dios. Muchos de mis compañeros me consultan y siento que debo ayudarlos en lo espiritual.¿En qué momento de su carrera está?En el mejor en lo profesional, con mi esposo y con mis padres. Me he gozado todo, mis edades y mis trabajos. Llevo diez años haciendo justo lo que quiero y sólo escojo los proyectos que me gustan y que me dejan algo.

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