Gobierno reitera que las Farc tienen infiltradas protestas del Catatumbo

El ministro del Interior Fernando Carrillo, sostuvo que el Gobierno está convencido en que la salida es el diálogo.

El Gobierno Nacional insistió en la noche del martes, durante la plenaria del Senado de la República, que respeta la protesta social, que atenderá los reclamos sociales de los campesinos del Catatumbo, pero insistió en que el paro fue infiltrado por las Farc debido a que tienen esa región como la retaguardia de sus máximos jefes en cabeza de alias 'Timochenko'. Así lo señalaron los ministros de Defensa e Interior, Juan Carlos Pinzón y Fernando Carrillo, al intervenir en un debate que se citó para que el Gobierno informara que se ha hecho para superar la crisis y el verdadero compromiso para ejecutar un documento Conpes que destina más de un billón de pesos para la inversión social. Pinzón, quien fue muy efusivo en su intervención, sostuvo que el Gobierno respeta el derecho a la protesta, pero que no compartirá que la misma se haga con la violencia sin importar, de parte de quienes bloquean las vías, los derechos humanos de otros ciudadanos que se les vulnera su bienestar general. Sin embargo, Pinzón insistió que esa protesta va más allá del reclamo directo de los campesinos y es la infiltración de la guerrilla. “No hay que satanizar las zonas de reserva campesina, pero no nos crean tan bobos que lo nos quieren montar en la frontera con nuestra hermana república de Venezuela, es una zona autonómica llena de coca, llena de armas y llena de explosivos y es la retaguardia de los jefes terroristas”, sostuvo. Pero el ministro fue más allá y dijo que las Farc usan al Catatumbo para cultivar la coca, la cual la sacan por la frontera. “Quiere la guerrilla usar la frontera, esa ni más ni menos es la retaguardia del máximo jefe de las Farc, alias Timochenko”, sostuvo, al advertir que el ELN también lo tiene como su refugio. “Ahí está la billetera del señor Timochenko, por eso es que pueden vivir como reyes”, insistió Pinzón al decir que la insurgencia vive del narcotráfico. A su turno, el ministro del Interior, Fernando Carrillo, sostuvo que el Gobierno está convencido en que la salida es el diálogo, “no tenemos otra alternativa, pero no volveremos a la mesa cuando se vulneran los derechos de los ciudadanos”.El Ministro además detalló más de una veintena de acciones que ha hecho el gobierno para encontrar una salida al paro, “hay que sacar definitivamente a los violentos de la mesa, hay que aislarlos”. Carrillo recordó que por lo menos en once ocasiones el Gobierno ha podido, por medio de los diálogos, solucionar varios paros, entre ellos en Guaviare, Nariño, Bogotá, Arauca, y destacó que se hace especial seguimiento a lo pactado en Puerto Gaitán y el Quimbo. SenadoresEl presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, al abrir la discusión sostuvo que “las peticiones campesinas son validas, pero la situación de habitantes de Tibú es dramática, por lo que pedimos que se levante el bloqueo”. Por su parte, el senador Manuel Guillermo Mora, sostuvo que respecto al tema de la zona de reserva campesina, que es uno de los asuntos centrales de la discusión con los líderes de la protesta se debe debatir en una mesa de diálogo particular. A su turno el senador Juan Manuel Corzo, manifestó que los campesinos cultivan la coca y la comercializan con las Farc porque la estrategia de sustitución no ha funcionado, y siguen obligados a las ordenes de la guerrilla. Corzo además insistió en que la protesta de los campesinos está infiltrada por los guerrilleros y en particular señaló a César Jérez como el principal instigador, “ese señor que está allá no ha sembrado una sola mata de yuca”. Gobernador y AlcaldeEn el debate también intervino el gobernador de Norte de Santander, Edgar Jesús Díaz, quien aseguró que la región en donde está la protesta es una de las más afectadas en el país por insatisfacción de necesidades básicas. Advirtió que esa protesta está llevando a una crisis humanitaria muy grande en los más de cincuenta días que lleva el paro. Díaz además manifestó que si bien es válida la protesta, las vías de hecho las rechaza porque son en parte las que llevan esa crisis en la población. Por su parte, el alcalde de Tibú, Norte de Santander, Gustavo León Becerra, manifestó que las perdidas económicas son incalculables y en particular porque son ya más de 3.000 empleos perdidos en distintos ramos de la economía de la región, como en el sector palmicultor. Becerra insistió que la salida debe ser el diálogo, por lo que invitó a las partes a que se vuelvan a sentar y destacó la propuesta que hicieron en la mañana del martes los campesinos de sentarse a conversar con el Gobierno pero en Bogotá. El alcalde le pidió a los Ministros para que el Gobierno se comprometa a desarrollar, rápidamente el documento Conpes, en el que el Estado destinará millonarias inversiones en la región.