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El gabinete de Santos no entiende y no representa a Colombia: Presidente del Senado

Luis Fernando Velasco, posesionado como Presidente del Senado, dice que los ministros son elitistas. “Solo pueden trabajar con ellos sus amigos de pupitre”.

26 de julio de 2015 Por: Argemiro Piñeros | Colprensa-El País

Luis Fernando Velasco, posesionado como Presidente del Senado, dice que los ministros son elitistas. “Solo pueden trabajar con ellos sus amigos de pupitre”.

Del tiempo atrás se le ha conocido como uno de los senadores más polémicos que tiene el Congreso de la República. Lea también: Elegidos nuevos presidentes de Cámara y Senado. Ha sido víctima de los falsos testigos, que incluso lo llevaron a  prisión y ello, por poco, ocasiona que perdiera su condición de parlamentario. A la postre demostró su inocencia y volvió al Senado.  Es un defensor a ultranza de la región y de la descentralización y así lo hace desde el Cauca en donde tiene su centro de trabajo electoral, el cual arrancó en los 90 siendo concejal y alcalde de la capital, Popayán. Sostiene que el presidente Juan Manuel Santos merece todo su respeto por haber preferido “luchar por la paz” a costa de perder su capital político, pero asegura que definitivamente se equivocó con la conformación de su gabinete.  Según él, los ministros no representan  la diversidad del país y pese a que son muy preparados, desde el punto de vista técnico, les falta comprender la dinámica de Colombia. Luis Fernando Velasco, el irreverente, como muchos lo tildan, desde el 20 de julio dirige los destinos del Senado de la República. En  las primeras de cambio ya dio muestras que por más amigo que sea del Gobierno le exigirá que cumpla con el trámite de las leyes y asista a los debates, porque según él, no va a aprobar proyectos sin ser estudiados. Sobre el precio de la gasolina, el Código de Policía,  sus relaciones con la Casa de Nariño, la paz y otros temas, habló con Colprensa. ¿Qué manejo le va a dar a las reformas económicas que el Gobierno anunció que llevará al Congreso? Lo primero que le voy a pedir al Gobierno es que las presente a tiempo. Esta Presidencia del Senado no va a ‘ferrocarrilear’ proyectos de ley. No vamos a tener los ritmos ni los afanes de ministros que presentan los proyectos a última hora y quieren que se los aprueben sin debatirse. Si me los presentan rápido van a tener buen debate y todas las garantías para que defiendan los proyectos y expresen los argumentos y se hagan las votaciones.  ¿Cuál será su posición sobre la reforma al manejo de los licores?  Las licoreras no son solo la fuente de ingresos de las regiones, sino también una fuente de empleo en las ciudades. Hay que modernizarlas, pero no le vamos a entregar esos pequeños espacios de industria a dos o tres multinacionales que con sus importaciones acaban la industria nacional. Hay industrias licoreras que por un manejo administrativo ineficiente han olvidado su verdadero papel.  ¿Cómo va a tramitar las reformas al Código Nacional de Policía, que tantos cuestionamientos ha tenido hasta el momento?  Le veo elementos positivos, creo incluso que le falta al proyecto ser más audaz. Vemos en los noticieros el problema de la inseguridad, pero no genera ni siquiera el diez por ciento de las víctimas de este país. El Código de Policía puede ser un buen instrumento para resolver algún tipo de conflictos ciudadanos, y lo segundo es el proyecto del que habló el presidente Santos para enfrentar los delitos que hoy no son sancionados.  Yo creo que para hacer un buen Código de Policía hace falta una reforma constitucional que les posibilite a las autoridades administrativas en casos específicos tener la libertad de ciudadanos. A mí me gustaría que las autoridades administrativas vuelvan un poco a lo que existía antes de la Constitución del 91: la figura en la que los pequeños robos, las riñas callejeras, entre otras, los resolvía un inspector de Policía quien era un abogado y de manera verbal y abreviada decidía.  ¿Será entonces una legislatura muy dedicada al ciudadano de a pie?  En materia legal a mí me gustaría que pensáramos más en los problemas reales de la mayor cantidad de los ciudadanos, el problema de los costos administrativos del sistema financiero, los problemas de los malos servicios de conexión del servicio de la telefonía celular, el tema de las pequeñas causas, pero también debe ser la legislatura de los grandes debates políticos, y arrancamos con el proceso de paz y logramos que intervinieran todos los sectores, aunque se pensaba que era imposible.   Algunos lo consideran a usted como el irreverente del liberalismo, al punto que es crítico con el presidente Juan Manuel Santos, ¿por ser presidente ahora del Senado va a cambiar esa posición?  Lógico que seguiré, además que ahora lo que hable podrá tener más eco, cómo me voy a quedar callado con el debate de precios del combustible cuando en los últimos días tenemos un barril de petróleo que ya bajó de los 50 dólares, ese debate se va a hacer.  ¿No lo han llamado de la Casa de Nariño para que le baje el ‘tonito’?  La Casa de Nariño es muy respetuosa, yo tengo una admiración por el señor presidente Santos, muchas veces creo que el problema no está allá, está es por la Avenida 26 y los lugares en donde están los ministerios. El Presidente se equivocó en algo, y lo he dicho, un gabinete que sólo represente tres universidades del país, un gabinete en donde sólo un ministro tuvo que trastearse a vivir a Bogotá, ese es un gabinete que no entiende y que no representa a Colombia. No estoy haciendo una valoración técnica, es una valoración política, pueden ser los más importantes y preparados pero les falta representar región. Colombia es la suma de regiones y eso no lo tienen los ministros. Se percibe un gabinete muy elitista, en donde sólo pueden trabajar con ellos sus amigos de pupitre y han excluido a los negros, a los indígenas, a las regiones, eso hay que decirlo.  Pero reconozco el valor del presidente Santos que le importó cinco quemar su prestigio político por un tema tan difícil como el de la paz. En Colombia da muchísimo más raiting, tristemente, ordenar un bombardeo. Si le sale bien la historia se lo va a reconocer, de pronto las encuestas no.  ¿Cómo se irá a tramitar la reglamentación de la justicia transicional si llega al Congreso?  A diferencia del gobierno, en el Congreso está expresada toda Colombia, está expresada la oposición de izquierda, de derecha, todos los sectores. Tenemos que hacer un gran esfuerzo por escucharnos, yo voy a tratar que seamos muy fuertes en el argumento propio, pero muy respetuosos en el argumento del contrario. Cuando hagamos eso, uno de los primeros acuerdos que tenemos que hacer es cuál es la justicia transicional.  ¿Iría usted a la mesa de negociación en algún momento de su presidencia?  Primero tengo que sentarme con los que están acá en el Congreso para que  lleguemos a un acuerdo, que está más difícil que el de La Habana. Allá estamos bien representados, tenemos unos negociadores serios y no se va a convertir la mesa en el nuevo sitio turístico de la clase dirigente colombiana. Si el Presidente y los negociadores me dicen que es útil mi presencia, voy.  ¿Cómo va lograr que los senadores vengan a sesionar y más en este periodo electoral?  Vamos a hacer buenos debates y darle la palabra a la gente, es que comenzamos a caer en una cosa terrible, le quitamos la palabra al parlamentario. El Congreso además se autodisciplina, hay unas bancadas muy serias, en el momento en que alguna deje de asistir, qué va terminar pasando, quedarán en evidencia ante la opinión pública que no están asistiendo y le pueden pasar la cuenta de cobro en las elecciones locales.  ¿Podrán ir a hacer campaña entre semana los senadores?  Tendremos tiempo para sesionar para hacer debates, y tendrán tiempo para hacer su campaña. Una tarea importante del congresista es la política.  Antes del 7 de agosto, o después de elecciones, ¿debe haber reajuste en el gabinete presidencial?  El Presidente necesita ratificar un acuerdo de paz, y los jefes de debate de esa ratificación van a ser los congresistas no los ministros. El Presidente tiene que ir pensando en un gabinete que se parezca más al país. Pero soy respetuoso de las decisiones del presidente Santos.

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