El pais
SUSCRÍBETE

El expresidente Andrés Pastrana habla de sus críticas al proceso de paz

El expresidente Andrés Pastrana dice que renunció a la Comisión Asesora de Paz porque el proyecto para desarrollar el acuerdo es “violatorio de la Constitución”.

18 de octubre de 2015 Por: Alfonso Ospina Torres / Colprensa

El expresidente Andrés Pastrana dice que renunció a la Comisión Asesora de Paz porque el proyecto para desarrollar el acuerdo es “violatorio de la Constitución”.

En otra semana repleta de pugnas por el avance del proceso de paz con las Farc, el expresidente Andrés Pastrana Arango se convirtió en una de las voces más críticas contra esas conversaciones y contra el proyecto de Acto Legislativo que discute el Congreso, con el fin de desarrollar el eventual acuerdo. 

Las críticas de Pastrana no son menores. Dice que el gobierno del presidente Santos mudará a una dictadura, si ese proyecto resulta aprobado en los próximos meses . 

Además, llama la atención sobre los detalles que se han conocido de cómo se llegó al acuerdo final de justicia, con unos días intensos de reuniones en Bogotá, entre los delegados del Gobierno y los de las Farc: “Es muy curioso que en 50 horas hayan resuelto el asunto más delicado de toda la negociación”. 

Sobre esas críticas y sobre esas dudas, que lo llevaron a renunciar a la Comisión Asesora de Paz, el expresidente Pastrana habló con El País.

¿Por qué  renunció a la Comisión Asesora de Paz? 

Por dos  cosas. La primera es que llevamos cinco años en un proceso de paz en La Habana, durante los cuales hemos avanzado en tres puntos importantes, de los cuales hay muchas dudas y muchos asteriscos sobre lo que queda pendiente, que posiblemente es tanto o más importante que lo que ya se ha acordado. Entonces, es muy curioso que el acuerdo más importante, el de justicia –aunque vale aclarar que sin que lo conozcamos, porque solo han lanzado ideas— se haya hecho en Bogotá, que sea el Pacto de Bogotá y no el Acuerdo de La Habana y que no haya sido hecho por los plenipotenciarios del Gobierno, sino que dos juristas –los doctores Cepeda y Henao— hayan resuelto en 50 horas, el asunto más delicado de toda la negociación. 

Dijo que hay dos razones...

Sí. Acá hay una violación de la Constitución. He sido claro con el presidente Santos: ‘Acompaño el proceso si todo está dentro de la Constitución y la Ley’. Pero aquí se presenta un Acto Legislativo; se violan los tiempos para hacer una reforma constitucional; se busca revocar el Congreso, con un congresito que incluso tendrá gente de afuera; se desconoce la justicia colombiana y se le monta un tribunal elegido por las Farc, por el Gobierno y por un tercero y el Presidente pide poderes dictatoriales, para asumir funciones del Ejecutivo y del Legislativo. Como presidente, como expresidente y como ciudadano, juré defender las instituciones, la Constitución y la Ley, eso es lo que hago al renunciar. 

¿Qué infiere usted de lo que se conoce de la negociación sobre justicia?, ¿qué cree que pasó en esas 50 horas de las que habla?

 En 50 horas nadie puede resolver un problema de esta magnitud. ¿Por qué en esa discusión en Bogotá no estaba el doctor De la Calle?, ¿por qué la hicieron en Bogotá?, ¿por qué no la hicieron los negociadores de las Farc, sino sus representantes para este tema? Ahí hay algo muy oscuro. 

Ante ese panorama,  ¿qué  deben hacer las instituciones?

Creo que el Congreso debe ser el primer garante de que no se viole la Constitución, que establece ocho debates para una reforma constitucional, porque  busca que no se abuse. Debemos evitar  excesos y defender nuestras instituciones, porque lo que le estamos diciendo al mundo, al formar un nuevo tribunal, es que acá no hay justicia, que Colombia es un Estado fallido.

En Colombia tenemos una justicia, buena, mala, regular, como la queramos, pero justicia, y que ha juzgado y ha condenado a políticos, a militares, a paramilitares y a guerrilleros y que también ha amnistiado a guerrilleros. Por eso las preguntas son: ¿Por qué las Farc hoy no creen en esa justicia?, ¿qué es lo que temen? 

¿Qué piensa del apoyo internacional que  ha recibido el acuerdo, especialmente en Estados Unidos, incluyendo al presidente Obama?

Creo que no conocen el acuerdo y que es un apoyo apresurado. Estados Unidos dio con el Plan Colombia diez mil millones de dólares para luchar contra el narcotráfico y ¿ahora resulta que se trataba de un delito conexo?, eso no lo van a entender. Hay una contradicción dentro del propio Departamento de Estado, que calificó a ‘Timochenko’ como el narcotraficante número uno de Colombia y que tiene a las Farc en la lista de terroristas. ¿Cómo puede Estados Unidos apoyar un tribunal como este, cuando ellos ni siquiera reconocen la Corte Penal Internacional? 

Sus críticas resultan coincidentes con las que hace el expresidente Álvaro Uribe. ¿También hay una coincidencia de acciones?

No, son posiciones muy distintas. El presidente Uribe tiene sus motivos y yo tengo los míos, que al final puede que nos hagan coincidir, sobre todo en defensa de la Constitución y porque estamos viendo que este ha sido un proceso en el que durante 60 años la guerrilla de las Farc fue la victimaria y nosotros las víctimas y ahora todos somos víctimas. Me llama la atención que ‘Iván Márquez’ diga que ellos van a hacer una declaración colectiva (para reconocer culpas). ¿Cómo así? Acá hay unos miembros de las Farc acusados de delitos de guerra y de lesa humanidad y otros que son jóvenes que fueron secuestrados para ir a la guerrilla, eso debe ser individual. 

Pese a todas estas críticas, todo conduce a que habrá un acuerdo con las Farc. ¿Hasta dónde, según su opinión, debe estar dispuesto el país a ceder ante la guerrilla?

Las Farc también han empezado a entender que el consenso entre los colombianos es lo único que va a garantizar que el acuerdo sea estable en el tiempo. De lo contrario, en tres años llega otro presidente, piensa que esa es la paz de Santos, no la del pueblo colombiano y no la cumple; ahí perdería todo el país.

Por eso hago una propuesta que quiero resaltar: El Presidente dice que lo que tenemos que refrendar a través del voto popular son los acuerdos de La Habana; creo que no, lo importante de refrendar son las reformas que salen de ese acuerdo. Porque nadie está en contra de la paz, lo que es importante para el proceso y para la guerrilla, siguiendo el ejemplo de otros países, es que refrendemos las reformas que nacen para que esa paz pueda perdurar en el tiempo. 

¿Cómo es esa propuesta suya de refrendación?

Buscar un mecanismo de refrendación, sea plebiscito o referendo, pero en vez de poner en la pregunta si estamos o no de acuerdo con el proceso de paz, que en eso todos podemos estar de acuerdo, preguntemos sobre lo que es más importante: las reformas en el tema agrícola, en el tema político, sobre qué va a pasar con la extradición, sobre qué va a pasar con el narcotráfico. 

Usted ha sido especialmente crítico con la decisión de considerar el narcotráfico como delito conexo al accionar político…

Se está hablando del narcotráfico como delito político conexo y eso está prohibido por la propia Convención de Viena. Ese tratado es clarísimo en su Artículo 10, que dice que los delitos tipificados, estamos hablando de narcotráfico, “no se considerarán como delitos fiscales o como delitos políticos ni como delitos políticamente motivados”. Esa Convención es ley de la República, así que  se debe tener mucho cuidado. 

¿El acuerdo sobre narcotráfico también violaría la Constitución?

 Sobre ese acuerdo lo que hay que resaltar es que no hay ninguna concesión de las Farc hacia  el pueblo colombiano. No ha hablado de que vaya a entregar los dineros, no ha dicho que vaya a entregar laboratorios, que va a  entregar jefes de carteles, simplemente ha dicho que va a dejar el negocio de la droga; entonces ¿dónde están las concesiones? Vuelvo a decir, es el Departamento de Estado  el que dice que ‘Timochenko’ es el mayor narcotraficante de Colombia, es el que dice que la guerrilla presiona a los campesinos,  el que ha calificado a las Farc como cartel de las drogas. 

¿Qué espera del acuerdo sobre víctimas?, que se supone está a punto de ser anunciado en La Habana... 

Lo principal es un reconocimiento por parte de las Farc. El problema de esta negociación es que comenzó entre victimarios y víctimas y estamos terminando en un acuerdo de víctimas con víctimas.   

Las críticas suyas las comparten otros. Pero al escucharlas, cuesta pensar que las personas que están en el Gobierno, empezando por el presidente Santos y los negociadores, vayan a entregarles el país a las Farc. ¿Qué motivaciones tendrían para hacer algo así? 

Coincido con usted en que esto es muy curioso, pero veo que en todos los acuerdos somos nosotros, los colombianos, los que cedemos ante las Farc, y no encuentro nada que las Farc hayan cedido ante los colombianos. Insisto, lo importante es hacer una paz que dure en el tiempo.

¿Usted es de los que cree que el presidente Santos esté empeñado en la paz, por el reconocimiento internacional;  por ganar el Nobel?

 No creo que el Presidente vaya a entregar el país por ganar un Nobel. La preocupación que tengo, y lo que me lleva a retirarme de la Comisión Asesora de Paz, es que estoy viendo a un Gobierno que quiere revocar al Congreso, que quiere revocar a la Justicia y la base de nuestra democracia es la división de poderes, con ese proyecto que está presentando Santos, va a concentrar todos los poderes. Tengo que decirlo, miren lo que pasa en Venezuela, con esa Constitución que llamo ‘de bolsillo’.

Ahora que está fuera de la Comisión Asesora, ¿qué va a hacer ante el proceso de paz?

Seguiré defendiendo la Constitución y la ley. No podemos permitir que violen los principios fundamentales de nuestra democracia. Tenemos que llamar la atención del Congreso, que no puede estar cediendo sus facultades al Ejecutivo, ni podemos cederle las facultades de la Justicia, no podemos dar esas facultades dictatoriales. 

AHORA EN Colombia