El Espectador celebró 130 años de existencia

Los depredadores de la prensa siguen siendo, hoy, los mismos de hace 130 años, dice Elber Gutiérrez, jefe de redacción de El Espectador, periódico que celebra esta semana 130 años de existencia. Y añade: “Esos depredadores de la prensa libre, que fueron los políticos, los gobernantes de turno, los grupos económicos monopólicos, siguen siendo hoy los mismos que ejercen presión para influir en los contenidos de los medios de comunicación y que solo se hable bien de ellos”.

No obstante, si algo ha caracterizado a medios como El Espectador, que ahora cumple 130 años –dice- es la vocación y la decisión de preservar la independencia periodística, la libertad de información, incluso si esto se traduce en duros golpes económicos o en persecuciones que han intentado silenciar no solo a este medio sino a muchos otros en América Latina, y el mundo en general.

Recuerda Gutiérrez que, por ejemplo, “El Espectador en sus primeros años tuvo que cerrar por censura varias veces por orden de los gobiernos conservadores. Y a comienzos del siglo XX la Iglesia Católica declaró que era pecado leer El Espectador y lo prohibió a sus feligreses”.
Recuerda además que, como la dictadura de Rojas Pinilla ordenó su cierre por un año, el periódico se vio obligado a seguir funcionando con otro nombre: El Independiente. “Al caer la dictadura, volvió a ser El Espectador”.

Y como si fuera poco, “este diario se enfrentó al narcotraficante más poderoso del mundo, Pablo Escobar, y ofrendó en esa lucha la vida de su emblemático director, Guillermo Cano”.

“Los mafiosos volaron la sede del diario en Bogotá y pagaban por cada periodista de El Espectador asesinado”, añade, pero quizá una de las pruebas más duras de estos 130 años es que “este medio denunció las maniobras fraudulentas del Grupo Grancolombiano, el emporio más poderoso de los años 80. La venganza del conglomerado fue retirar la pauta para quebrar al periódico”.

Y prueba de que la apuesta por la libertad de información da fruto, es que ya no está aquí Pablo Escobar, y pocos recuerdan al Grupo Grancolombiano, pero El Espectador sobrevivió a las avalanchas y a las mordazas económicas y sigue vigente 130 años después. No obstante, reconoce que la censura más peligrosa de todas es la autocensura de los periodistas, porque esa es invisible.

Concluye: “Ojalá hubiera muchos buenos periódicos en Colombia, de diversas orientaciones, de diversas corrientes ideológicas, para que esta sea una sociedad cada vez mejor informada y con mejores argumentos para debatir”.

Como parte de la celebración de los 130 años de El Espectador, este 22 de marzo circuló una edición especial del periódico impreso, con portada del artista payanés Juan Cárdenas.

Esta obra que se tomó la portada de El Espectador se titula ‘La Calle’ (1997) y el original es un óleo basado en las fotos tomadas el 9 de abril de 1948, en el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, y la matanza de los estudiantes ocurrida durante el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla. Cárdenas ilustró con seis imágenes este especial.