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El día sin hijos se pone de moda

No se trata de una medida discriminatoria, sino de darse un espacio en pareja entre semana, o en vacaciones, para unirse más.

13 de julio de 2014 Por: Redacción de El País

No se trata de una medida discriminatoria, sino de darse un espacio en pareja entre semana, o en vacaciones, para unirse más.

Hoy en día existen hoteles en todo el mundo en cuyas piscinas no se ve un flotador, ni madres desesperadas tratando de sacar a sus hijos del agua cuando el cielo se oscurece. Y, menos, padres a los que sus púberes los levantan muy de madrugada con una pataleta, para que los lleven al fin a explorar. A estos hoteles para parejas, comunes en Europa, se suman restaurantes y aerolíneas que ofrecen ‘zonas libres de niños’, como Malaysia Airlines y AirAsia. También se ofrecen paquetes turísticos para unas tranquilas vacaciones sin hijos. Y esta es la estrategia de muchos matrimonios hoy en día para conservar su preciada intimidad como pareja. Ejemplo de ello son el odontólogo Juan Carlos Muñoz y su esposa Vanessa Castrillón, caleños que llevan 12 años de casados y tienen dos hijos, un niño de 9 y una niña de 6 años. Y desde hace ocho decidieron darse anualmente unas vacaciones solos, en pareja. La idea nació después de hablar con parejas mayores, que después de muchos años de casados seguían tomándose de las manos, besándose con la misma pasión y con detalles de enamorados. “Ellos nos contaron su secreto: se habían preocupado por hacer cosas en pareja, aún con los hijos en casa. Nos aconsejaron que no esperáramos a jubilarnos y a que los hijos se fueran del hogar, para empezar a planear vacaciones solos en pareja o compartir un día a la semana sin los hijos. Después del nacimiento de nuestro hijo mayor, hicimos este acuerdo. Cuando el niño tenía 1 año, me gané un viaje a Argentina, esas fueron nuestras primeras vacaciones solos, ya siendo papás. En ese viaje revivimos muchas cosas del noviazgo, hablamos, nos reíamos, se fortaleció el amor”, cuenta Vanessa. Ella dice que no se trata de hacer viajes costosos, sino de darse “espacios especiales”. Juan Carlos y Vanessa, por ejemplo, han acampado un fin de semana en la finca. Y desde hace cuatro años instituyeron los miércoles como el “Día de Mamá y Papá”, en el que sus hijos les dan su propio espacio. “A los niños les decimos que si quieren que papá y mamá sigan enamorados, es necesario que nos den un día para nosotros solos”, agrega Vanessa, quien está convencida de que “los hijos deben crecer alrededor de la pareja y no en medio de la pareja”. Eso, dicen los Muñoz-Castrillón, les ha dado herramientas para vencer los obstáculos por los que pasan las parejas.La sicóloga Gloria Hurtado les da la razón. Dice que a muchas parejas les pasa que -cuando tienen hijos- todo gira en torno a ellos y la relación se convierte en una excusa para lograr el objetivo. Ella enfatiza que “las parejas no deben casarse para tener hijos, sino que se unen para acompañarse, amarse, ayudarse. Los hijos son una consecuencia del amor pero no deben ser el objetivo de la relación. Si alguien se casa para tener hijos, es como si utilizara el vientre o la semilla y fuera lo más importante en la búsqueda de pareja”.Hurtado dice que “el espacio de pareja no debe ser considerado como algo que se les quita a los hijos, sino como nutrientes que fortalecen a la pareja y redundan en beneficio para los dos y la familia”.El mayor riesgo que corre una pareja que no tiene espacios es que lo único que los una sean los hijos. O que no dejen crecer a sus hijos emocionalmente, así su cuerpo crezca, porque si crecen los niños se acaba su objetivo. O que cuando los hijos estén grandes la pareja se acabe, porque el objetivo común -los hijos- ya no existe, y llega la crisis del ‘nido vacío’. Y así como un niño debe aceptar el tiempo de sus padres en el trabajo, debe aceptar el tiempo de sus padres como pareja, así no le guste. La pareja, a su vez, debe entender su doble rol: el de padres, pero también el de hombre y mujer. Dice la sicóloga que “la mejor manera de educar hijos en sexualidad, es que si papá y mamá funcionan como pareja, ellos no podrán “entrar” en la mitad de la relación y esta sana frustración los hará crecer, “desprenderse e intentar buscar eso tan bueno que vieron en su hogar, para repetirlo”. Gloria Hurtado invita a papá y mamá a cerrar su puerta como pareja y a que los hijos duerman en otro cuarto. La intimidad es necesaria para mantener la pasión y para que los niños sientan que sus padres son un bloque unido. “La pareja debe defender su intimidad a capa y espada, evitando la intromisión de los hijos”, dice el sexoterapeuta Ezequiel López Peralta. “El deseo sexual requiere de la distancia óptima, punto que encuentra cada pareja, según su momento de vida. Es una tarea sobre la que las parejas necesitan trabajar. El permitir esas invasiones es una forma de no querer enfrentar sus problemas”.Las parejas suelen cometer el error de destinar más tiempo a lo laboral o a otros temas y dejar menos tiempo para ambos. Según el sicólogo Álvaro Bonilla Ballesteros, “porque piensan que ya se conocen y que no es necesario seguir cultivando la relación. Dejan que los problemas y el día a día conviertan en rutinaria su vida”.No dedicar ese espacio de intimidad en pareja genera una distancia emocional, una ruptura de la comunicación, una pérdida de los rituales en común y un paulatino desconocimiento. Así pues, a sacar tiempo a solas.

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