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"El Congreso no seguirá siendo un apéndice del Gobierno": dice Roy Barreras

El senador Roy Barreras, que se alista para asumir la Presidencia del Senado, se nota más cauto para responder, pero sus comentarios no dejan de ser contundentes y, en cierta manera, anticipan cómo será el tono que espera darle a la relación con el poder Ejecutivo.

17 de julio de 2012 Por: Argemiro Piñeros Moreno y Alfonso Ospina Torres - Colprensa

El senador Roy Barreras, que se alista para asumir la Presidencia del Senado, se nota más cauto para responder, pero sus comentarios no dejan de ser contundentes y, en cierta manera, anticipan cómo será el tono que espera darle a la relación con el poder Ejecutivo.

El senador Roy Barreras, que se alista para asumir la Presidencia del Senado, se nota más cauto para responder, pero sus comentarios no dejan de ser contundentes y, en cierta manera, anticipan cómo será el tono que espera darle a la relación con el poder Ejecutivo.Asegura que confía en que sí llegará a la Presidencia del Senado, pese a las presiones para que se rompan los acuerdos ya suscritos, y sostiene que de alcanzar esa dignidad su principal compromiso será hacer un Congreso abierto a todos los sectores de la opinión, para lo cual liderará una reforma urgente al reglamento interno que cierre la posibilidad de que se den nuevamente escándalos como el de las comisiones de conciliación en la reforma a la Justicia.Barreras le apuesta a que el Congreso volverá a recuperar su independencia, porque “ya no será el apéndice del Gobierno”. De estos y otros temas habló el congresista, quien, si cumplen los acuerdos, reemplazará desde el 20 de julio a Juan Manuel Corzo en la presidencia del Senado.Llega a la Presidencia del Senado en uno de los momentos de mayor descrédito para la institución, por el escándalo de la Reforma a la Justicia, ¿Qué hará para cambiar esa mala imagen?El país y las instituciones necesitan soluciones de fondo para que lo que ocurrió, jamás vuelva a ocurrir y para que se recupere la confianza en el Estado. Trabajamos en esas soluciones de fondo, empezando por reformar la pésima reglamentación de las conciliaciones y por la reforma a la Ley Quinta o Reglamento del Congreso, ley que tiene 20 años, que se construyó cuando ni siquiera existían el Internet ni las redes sociales. Vamos a abrir de par en par las puertas del Congreso a la opinión pública, para que la participación ciudadana sea oportuna y efectiva en el control de la actividad legislativa.Pero lo que parece necesitarse es algo más concreto, para que los colombianos vuelvan a creer en su Congreso.. Todos los congresos en el mundo tienen mala imagen y el nuestro aún más, porque son el reflejo de las sociedades, con sus virtudes y sus defectos. Corregir los defectos es nuestra obligación y puntualmente señalaría dos decisiones: la primera, abrirlo de par en par a los mecanismos de participación ciudadana y, dos, reglamentar el perverso mecanismo de las conciliaciones, para que no vuelva a suceder lo que ocurrió.¿Cómo deben cambiar esas comisiones de conciliación?El país debe saber que sólo se tienen 24 horas para hacer una conciliación que puede transformar el sentido de lo que se aprobó en la plenarias durante uno o dos años; eso no puede volver a ocurrir. Vamos a ampliar ese período a dos semanas; en la primera, los conciliadores deberán convocar a una audiencia pública, con participación efectiva de la opinión pública, y en la segunda, producido el informe, éste regresará a las bancadas, de manera que todos los partidos tengan el derecho y el tiempo suficientes de revisar los textos y asumir la responsabilidad de lo que van a votar. Adicionalmente, vamos a limitar la posibilidad de la aparición de artículos nuevos, que son, con mucha frecuencia, la fuente de la discordia y de la sorpresa.Pero esas audiencias públicas y esas puertas abiertas es lo que supuestamente tiene que hacer ¿qué es lo que va a cambiar?Hoy es casi imposible que la opinión pública participe en la fase final de las conciliaciones, ni siquiera los congresistas en pleno pueden participar en esas discusiones, salvo a última hora y en votaciones apresuradas, siempre apresuradas por los gobiernos. La aparición de las redes sociales obliga al Congreso a modernizarse y a recoger esa voz del constituyente, no sólo para que opine, sino también para entregar cuentas en tiempo real, en el momento de la ejecución del trabajo legislativo.¿Será esta, entonces, una ley prioritaria en la próxima legislatura?Será la primera tarea: corregir los errores, para que no vuelvan a ocurrir nunca. Se va a consensuar con todos los partidos.Se habla de la posibilidad de que no se cumplan los acuerdos ya hechos, como en julio del 2009, cuando Gabriel Zapata era fijo el presidente del Senado, pero el 20 de julio le ganó Javier Cáceres. ¿Podrá pasar lo mismo en esta oportunidad?Son circunstancias completamente diferentes, entonces estábamos al final de un octavo año de gobierno, sin perspectivas de reelección y sin una unidad sólida, como la que tenemos hoy. Además hoy la prioridad del Congreso es recuperar su autonomía, la confianza de los ciudadanos y hacerse respetar como institución. Un Congreso arrodillado y amenazado es tan inútil como un Congreso impune y sin control. La inmensa mayoría de los compañeros senadores me han ratificado en estos días su confianza en que hagamos esa tarea de recuperación del Congreso juntos.¿Qué va a pasar con el Estatuto de la Oposición?He vuelto a conversar con la presidente del Polo Democrático, Clara López, y una de las garantías para que haya transparencia y equidad en el trabajo legislativo es desempantanar el Estatuto de la Oposición, más ahora cuando tenemos que ofrecerle garantías no sólo a la oposición de izquierda, sino también a la oposición de derecha.¿En esa oposición de derecha con quién va a hablar?Esperaremos que el anunciado nuevo partido del ‘Puro Centro Democrático’ designe una vocería.Su compañero de partido, senador Juan Carlos Vélez, habla de una reforma que vuelva a permitir el transfuguismo, ¿lo acompañará en esa idea su presidencia?Esas son, con mucho respeto, preocupaciones de mecánica política, para ver cómo se acomodan algunos miembros de los partidos en funciones electorales, más útiles para ellos, pero que no les dicen nada a los ciudadanos y no les resuelven sus problemas.¿Debe haber cambio de ministros de aquí el 7 de agosto?Esas son decisiones exclusivas del Presidente de la República, lo que sí es necesario es un cambio en la eficiencia y ejecución en el terreno de todos los ministros, con las botas pantaneras puestas, dedicados a ejecutar y a resolver los problemas de la gente.¿En cuáles carteras no ha habido ejecución?Ha habido una gran ejecución presupuestal, pero eso no se traduce en la ejecución de las políticas públicas que quiere Santos. Está todo por hacer en materia de vivienda, está mucho por hacer en materia de salud, empieza bien el nuevo ministro de Transporte (Miguel Peñalosa) y en seguridad urbana hay que aplicar todo el acelerador.Cuando se hundió la Reforma a la Justicia usted dijo que al Gobierno le va a costar mucho recuperar la confianza de parte del Congreso, ¿qué significa eso?Se necesita una muy clara decisión del Gobierno de transformar sus relaciones con el Congreso. Va a ser una tarea dura porque le toca romper con una práctica de todos los gobiernos en las últimas décadas: suponer que el Congreso es un apéndice del Ejecutivo.Acostumbrados están los ministros a exigir que ellos mismos redactan las ponencias, están acostumbrados para que se aprueben a pupitrazo los proyectos, están acostumbrados a desconocer la iniciativa legislativa del Congreso, y ese tipo de Congreso apéndice no es garantía para la democracia de los colombianos. Esta crisis tiene que convertirse en una oportunidad, el 20 de julio será el Día de la Independencia, se puede ser independiente y constructivo y no arrodillado y sin ejercer presión a los gobiernos.¿Esta es su agenda o la del Partido de la U (al que pertenece)?Tengo la obligación de recoger las opiniones de todos los partidos y lo que expreso no es individual, sino la voluntad que me han expresado colegas de todas las colectividades.¿Qué opina de la revocatoria al mandato que se está proponiendo para el Congreso?Los llamados al desorden o los escenarios caóticos de constituyentes, revocatorias, estados de conmoción, le hacen daño a las instituciones y al país y se entienden dentro de un ánimo caldeado de la opinión pública, pero la responsabilidad de los dirigentes es la sensatez y serenidad; así vamos a actuar.La constituyente para el tema de la reforma judicial la propone el expresidente Álvaro Uribe. ¿Se opone usted a esa iniciativa?Tengo inmenso cariño por el expresidente Uribe, es el padre que nos devolvió la sensación de la seguridad democrática; sin embargo, los países deben construir sobre los construido y avanzar. Se equivocan quienes piensan que la defensa de la obra de gobierno de Uribe significa la destrucción de la obra de gobierno de Santos. El llamado ‘Frente Contra el Terrorismo’ plantea un falso dilema entre seguridad y paz, tal dilema no existe. Sin seguridad no hay paz, lo sabe Santos, la prioridad en esta hora es la seguridad. Contra el terrorismo estamos todos, la lucha contra el terrorismo no puede ser una bandera partidista.

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