Ejército Nacional pidió perdón por caso de violación y asesinato de menores

Al evento tampoco asistirá el Ministro de Defensa

Trece días después de que el Ejército Nacional, en cabeza del comandante de la Octava División, general Javier Fernández; en una ceremonia privada, le pidiera perdón a la familia de Jimmy de 9 años de edad, Jefferson de 6 y Jenny de 14, asesinados presuntamente por miembros de la Fuerza Pública, el 2 de octubre pasado, un nuevo acto de excusas, esta vez público, se realizó una ceremonia de perdón.A este evento realizado en la Plaza central de Arauca asistieron el general Rafael Neira, Comandante Brigada 18 y repitió el comandante de la Octava División, general Fernández. De la misma manera, viajó a Tame, Arauca, la senadora Gilma Jiménez, integrante de la Mesa de Evaluación y Compromiso por la infancia de Arauca y el defensor del Pueblo, Vólmar Pérez. Quienes no estuvieron, como se tenía planeado, fueron los integrantes de la cúpula militar y el ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera, quien debió viajar a Quito, Ecuador, para reunirse con su homólogo.La senadora Jiménez aseguró que esta ceremonia era necesaria y “que hay que pedirle perdón a los niños por nuestra incapacidad de garantizarles su vida y sus derechos” .El defensor del Pueblo, Vólmar Pérez, quien también asistió al evento, le pidió a la Fiscalía celeridad en la investigación. “Esperamos que prontamente nos revelen las circunstancias de tiempo, modo y lugar que hayan podido rodear estos hechos de violencia” .Pasadas las 12 del día la comisión accidental del Congreso inició una reunión en la Asamblea departamental de Arauca en donde la Fiscalía dará a conocer un nuevo informe sobre el asesinato de los tres menores.Al respecto la senadora Jiménez recordó que en lo que va corrido del 2010, 13 menores de edad han sido asesinados en ese departamento, y una cifra mucho más cruel reportó al hacer referencia a los homicidios que cada año afectan los menores en el país. Al respecto la parlamentaria hizo referencia a más de 2.000 niños; y agregó que cada año más de un millón de niños son víctimas de delitos atroces.Según las cifras reportadas por la senadora del Partito Verde las muertes diarias de menores de edad están en promedio en seis. Esta cifra fue sustentada en las reportadas por Medicina Legal frente a los periodos 2006 y 2009 años en los que se registraron más de 8 mil menores de edad muertos de manera violenta en Colombia, 3.700 de los cuales fueron asesinados, 916 correspondían a menores de 14 años y cerca de 300 tenían entre 0 y 4 años.En 2007, 820 menores fueron asesinados. De ellos 204 eran menores de 14 años y 63 tenían de menos de 4 años. En 2008, se presentaron 882 asesinatos; 257 eran menores de 14 años y 104 tenían menos de 4 años. Para 2009 los menores muertos de manera violenta fueron 1.129. De esta cifra 239 tenían menos de 14 años, y 58; menores de 4.Las investigacionesEl 22 de octubre la noticia acerca del asesinato de los tres menores de edad, y la violación de la niña tomó la dimensión que merecía y las Fuerzas Militares anunciaron la investigación correspondiente. "Si hay miembros del Ejército involucrados en esa acción, serán severamente sancionados" , señaló el comandante del Ejército, general Alejandro Navas.El 2 de noviembre siguiente el comandante de las Fuerzas Militares, general Edgar Cely, anunció que pondría a disposición de la Fiscalía a 5 uniformados adscritos a la Brigada Móvil número 5 del Ejército quienes podrían estar vinculados al caso del asesinato de tres menores de edad en el municipio de Tame (Arauca) .Y así sucedió. Se trató de los teniente coroneles, Germán Belalcazar Arciniegas, James Edison Pineda Parra; el mayor James Alberto Granados, el sub teniente Raúl Muñoz Linares; el sargento viceprimero, Luis Giovanny Torrijos Medina; el cabo primero, Juan Esteban Sánchez Bonilla; el cabo segundo, Robinson Javier Castro.El sub teniente Raúl Muñoz Linares, reconoció haber tenido relaciones sexuales con la menor de edad, pero afirmó que éstas fueron consentidas por ella. En estos momentos Muñoz responde en juicio por el crimen del que es acusado.