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División al interior del Partido del Tomate

Uno de los fundadores del partido anunció su campaña por un partido político tradicional.

3 de febrero de 2014 Por: Elpais.com.co | Colprensa

Uno de los fundadores del partido anunció su campaña por un partido político tradicional.

Luego que uno de los fundadores del Partido del Tomate, Daniel Quintero Calle, se lanzó por la lista del Partido Liberal a la Cámara por Bogotá, los tomates parecían disueltos. Sin embargo, la Asamblea Nacional de ese colectivo, a través de un comunicado, informó que el movimiento no ha realizado alianzas con ningún partido político y que “ninguno de nuestros miembros” participará como candidato a las elecciones del 2014. El Partido del Tomate asegura que durante los próximos comicios su papel será una participación activa reflejada en los debates ideológicos y en la veeduría. Este comunicado además denuncia que algunos de los fundadores del colectivo político intentaron disolver sin éxito la Asamblea Nacional del Partido del Tomate y que actualmente “controlan las cuentas oficiales del partido en redes sociales usándolas para transmitir sus opiniones personales que nada tienen que ver con la voz del movimiento”. Pese a que en el comunicado de la colectividad no se mencionan nombres propios, los tres fundadores del partido son Daniel Quintero, quien hace parte de la lista liberal, Juan Carlos Upegui y Elli Schneider. Según se conoció la Asamblea Nacional de los tomates está bastante molesta con Quintero porque está haciendo publicidad con el logo de los tomates, que no debería usar pues está con el Partido Liberal. Según denuncian los tomates en su comunicado, “la Asamblea Nacional de voceros está conformada por representantes elegidos por consenso o votación democrática en 11 departamentos del país más uno procedente de la comunidad internacional, y cuya función es ser la voz del movimiento dentro y fuera del país. Lamentablemente, por ésta Asamblea pasaron individuos que intentaron manipular el partido para lograr intereses personales, quienes, ante su fracaso, tuvieron que retirarse para luego convertirse en sus atacantes sistemáticos, motivados únicamente por un afán mediático”. Y agregan: “otros intentaron usar la imagen consolidada del movimiento como moneda de cambio para comprar una mejor posición en otros movimientos políticos, entrando inclusive a ser parte de sus listas para cuerpos colegiados, en contravía a las decisiones adoptadas por el partido y no contentos con ello continúan utilizando de forma poco ética los símbolos y las redes sociales del Partido del Tomate teniendo como colaboradores a personas que aún figuran como miembros del partido”. El partido asegura que lamenta haber perdido el activo político más valioso que tenían “la confianza y las esperanzas que muchos han depositado en el partido. Pero, estamos decididos a dar una la lucha comprometida y pacífica en la defensa de nuestro partido y nuestro país en contra de aquellos que pretendan favorecer o propiciar la corrupción, propendemos por hacer de Colombia un mejor lugar para vivir y trabajaremos continuamente para recuperar el camino desviado”. Cabe recordar que el movimiento político quiso participar en las elecciones al Congreso de la República, pero no pudieron porque debían suscribir una póliza de cumplimiento de más de 250 millones de pesos. El Partido del Tomate se hizo visible en el escenario político nacional, al hacer distintas manifestaciones contra la corrupción, la politiquería y los partidos tradicionales.

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