Demandas ahogan a las Contralorías en las regiones: Auditora General

La auditora General de la República, Laura Emilse Marulanda, señaló que si el Gobierno Nacional no hace una pronta solución normativa, Colombia llegará a "el ahogamiento del control fiscal".

La auditora General de la República, Laura Emilse Marulanda, pide al Gobierno Nacional una solución para las Contralorías en los departamentos ya que las demandas en su contra las están “ahogando". En diálogo con Colprensa, Marulanda señaló que si el Gobierno Nacional no hace una pronta solución normativa, Colombia llegará a "el ahogamiento del control fiscal". "Cada vez el presupuesto se reduce más, el Estado colombiano crece más y las contralorías no tienen con qué atender. Por ejemplo, las contralorías territoriales, por una sentencia de la Corte Constitucional, tienen que asumir las demandas en su contra y en Barranquilla, las demandas que tienen son superiores a su presupuesto", explicó. En ese sentido, la Contraloría que tiene mayor número de procesos judiciales en su contra es Barranquilla (401), seguida de Boyacá (133), Bogotá (116) y Medellín (43). En su criterio, la auditora Marulanda señaló que un problema que tienen las Contralorías departamentales radica en que no pueden hacer contratos de prestación de servicios cuando necesitan, por ejemplo, personal especializado para una auditoria de un tema complejo. "Por ejemplo, cuando hay auditorías para temas muy delicados como de telecomunicaciones o de transporte, no pueden contratar expertos para que les ayuden y tampoco tienen con quien y cómo adelanta el proceso", señaló. Ojo a las Curadurías Igualmente, Marulanda señaló que la entidad tiene la lupa puesta en las Curadurías para vigilar su actuación, tema que ahora cobra mayor relevancia tras el colapso del edificio Space en Medellín. En ese sentido, se hizo una prueba piloto con la Contraloría de Soacha, a la que se acompañó a hacer una auditoría a las Curadurías y en este momento están terminando un estudio que pretende ser hoja de ruta. El problema detectado hasta el momento es una falta de coordinación. "No hay articulación entre las Curadurías Urbanas y las oficinas de planeación. Las Curadurías cuando van a dar una licencia se fijan en una lista de chequeo pero no se preocupa por si se construya ni la vigila, ni Planeación tiene un correcto control frente al cumplimiento de la obra ni como fue que la curaduría liquidó para que le pagaran los impuestos", señaló Marulanda a Colprensa.