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Una multitud dio el último adiós al cadete Cristian Fabián Gonzales Portilla, de 20 años de edad. | Foto: Colprensa

BOGOTA

Cuerpo de cadete víctima de atentado en Bogotá fue trasladado a Pasto

Cristian Fabián Gonzales Portilla, de 20 años de edad, falleció en el atentado ocurrido en la Escuela de Cadetes de Bogotá. Su familia le dio el último adiós.

27 de enero de 2019 Por: Colprensa

Una multitud dio el último adiós al cadete Cristian Fabián Gonzales Portilla de 20 años de edad, quien luego de 9 días de registrado el atentado en la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá, que dejó 21 víctimas y 69 heridos, fue trasladado en horas de la mañana de este sábado hasta la ciudad de Pasto.

A pesar que había nacido en Pasto, Cristian Fabián quien tenía una hermana, adquirió profundos lasos con los moradores del corregimiento de La Caldera, a 40 minutos de la capital de Nariño, sus abuelos, tíos y primos residen allá, pero ante todo sentía tener un compromiso con la tierra de sus padres.

“Es un ejemplo para la juventud, no se dejó llevar por las trivialidades, era muy entregado a la comunidad, le gustaba el deporte y la cultura, se destacaba por ser músico y cantante, participaba en los actos culturales que realizábamos, y a pesar que era muy joven siempre estaba dispuesto a ayudar a las personas en especial a los jóvenes”, dijo Valery Benavides, corregidora de La Caldera.

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Cristian Fabián Gonzales Portilla se graduó en la Institución Educativa Técnico Industrial, Itsim, en Pasto, hace dos años presentó la documentación para acceder a la Escuela de Cadetes, fue elegido como el mejor postulante, por su disciplina y entereza, pudo escoger cualquier camino para su vida, pero se inclinó por ser militar, “era un joven de una capacidad enorme, tanto física, intelectual e insuperable como ser humano”, comentó su tío Benito, quien dijo que la decisión de seguir la carrera militar surgió luego de observar que varios primos eran policías.

Junto a varios familiares crearon un grupo llamado Integración Musical, con el cual deleitaban las serenatas en el pueblo, de igual manera las fiestas del corregimiento, era bajista, guitarrista y cantante, su última presentación fue el 4 de enero en La Caldera, “su comportamiento era íntegro, nos daba lecciones a todos, cuando nos presentábamos, no pasábamos de tomar una copa de licor, de ahí Cristian nos decía que no más, él nunca se emborrachó ni armó escándalos y por eso todos lo respetábamos”, comentó Benito, recordó que no lo escuchó decir una sola palabra grosera, “jugaba fútbol en la posición de central, lo agredían muy fuerte por ser muy joven pero nunca respondió de mala manera, por eso lo estimaban, era alto y robusto solo se levantaba y seguía jugando”, agregó su tío.

Sus amigos comentaron que el 6 de enero en la plaza principal del municipio de Nariño, jugó a los negros y blancos como jamás lo había hecho, luego se despidió y se fue al corregimiento. En los días siguientes alistó las maletas para regresar a Bogotá. Al despedirse de su madre le dijo, “No llore mamá, me voy allá buscando una esperanza, un futuro mejor”, de estas palabras no se le olvida a su tío Benito, “ellos pensaban en sacar su carrera lo mejor posible, eran estudiantes con sus afanes de llevar los cuadernos, sus tareas, apagaron esas luces, apagaron la luz de mi sobrino. El señor te ha llamado al sueño de la vida, eres un Ángel y Dios te quiso para que desde allá nos guíes a todos, que nos ayudes a conseguir las paz para esos niños que están empezando a vivir y las nuevas generaciones”, dijo en un breve agradecimiento Benito, recordó que cuando se despidió le dijo, “tenía el requinto en mis manos, me dijo que siguiera con la música, que algún día estaría por acá para acompañarnos, pero esto ahora será solo un sueño”.

La familia Gonzales Portilla es muy reconocida en el corregimiento de La Caldera, son humildes campesinos dedicados al cultivo del café, fique, yuca, caña y frutales. De igual manera, Edmundo el padre de Cristian, maneja un taxi en Pasto, vive en el barrio Aranda, un sector popular de casas de interés social al oriente de Pasto, cuando llegó el cadáver del cadete, cientos de personas se aglomeraron a las afueras de su vivienda para darle el último adiós, fue el primer lugar donde lo llevaron.

En la tarde de este sábado se realizaron las honras fúnebres en la Catedral de Pasto, donde estuvieron presentes funcionarios de la Gobernación y el municipio de Pasto, al igual que los altos mandos de la Policía y el Ejército.

“Este no es el camino, ellos son humanos y tienen familia, deben pensar en las acciones que van a hacer. Estos jóvenes eran estudiantes y no se merecían morir así, explotaron una bomba y los hicieron pedazos, eso es algo inhumano”, dijo entre sollozos en un sentido discurso el padre de Cristian a la salida de la Catedral.

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