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Conozca la historia del asilado que ha vencido obstáculos en Estados Unidos

El colombiano Julián De la Valle recibió el lunes su nacionalidad de manos del presidente Obama.

28 de marzo de 2013 Por: Edwin Giraldo Ruiz | Corresponsal de El País en Washington

El colombiano Julián De la Valle recibió el lunes su nacionalidad de manos del presidente Obama.

Como presidente de EE.UU., Barack Obama, ha recibido en la Casa Blanca a ilustres miembros de la sociedad colombiana. Algunos del establecimiento, como Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos y sus ministros; otros de la farándula, como Shakira y Juanes; y hasta líderes de la comunidad hispana estadounidense, como la activista María Gómez.El último en la lista tiene un perfil más parecido al del ciudadano de a pie. Julián De la Valle Devis, un barranquillero de 28 años, llegó el pasado lunes como invitado de honor al recinto de Obama, premio que recibió por el solo hecho de ser un inmigrante recién nacionalizado.Fue para una ceremonia de naturalización de 28 hispanos, en la cual Julián resultó elegido para tomar el ‘Juramento de Lealtad’ frente periodistas y cámaras que le contaron esta historia al mundo. Se trata de un joven que retrata bien el perfil de los colombianos triunfantes en Estados Unidos: perfectamente bilingüe, emprendedor, buen estudiante y de ambiciosas aspiraciones.¿Quién es?A sus 14 años, Julián tuvo que emigrar a los EE.UU. con su familia. “Llegué con mis padres a la ciudad de Miami, en donde hice todos mis estudios de secundaria en una escuela pública”, cuenta.Su sueño americano comenzó en Broward, uno de los condados más poblados en La Florida, con casi dos millones de habitantes, muchos de ellos colombianos y venezolanos.“Ahí comenzó una historia muy difícil para mí y mi familia”, relata, refiriéndose al cambio de vida que significó dejar su natal Barranquilla por motivos de fuerza mayor. Sus papá Rafael, y su mamá Julieta, abogados de profesión, aprovecharon sus visas de turismo vigentes y sacaron a la familia del país debido a serias amenazas de seguridad.Después debieron enfrentarse a la incertidumbre de conservar el estatus legal en EE.UU., y recibir permiso para vivir, trabajar, acceder a la educación superior. Para solventar el problema, Rafael aplicó para el programa de protección para asilados políticos del Gobierno. “Fue un proceso largo. Pero finalmente una corte concedió el asilo a mi papá y yo me acogí también a ese programa”, explica Julián. Para este colombiano, el resto de su ascenso en EE.UU. se ha dado por su elevado perfil como estudiante. A su corta edad ya tiene la misma educación de varios de los actuales ministros en Colombia. Basta con chequear su perfil en Linkin: pasó por dos de las mejores universidades del mundo, hizo prácticas en el Congreso de La Florida, y actualmente es asesor académico en la Embajada de Kuwait. ¿Por qué lo eligieron a él en la Casa Blanca?Después de la ceremonia del pasado lunes en la Casa Blanca, Julián ha atendido incontables entrevistas con medios hispanos. Y hasta el sol de hoy no ha podido resolver esta pregunta.“La verdad, para ser sincero, no sé cómo fue el proceso de selección. Pero me imagino que mi historia ayudó, porque conmueve y mucha gente se identifica con ella”, dice. Procesos de naturalización para nuevos ciudadanos estadounidenses se estaban ejecutando en todo el país la semana pasada. Esto incluye una entrevista con oficiales de inmigración que hacen un exhaustivo análisis del historial de cada candidato.Después de presentar esta entrevista, Julián comenzó a recibir reiteradas llamadas para “confirmar y rectificar” información sobre su caso. Y al cabo de varios días, la llamada llegó desde la Casa Blanca: “Querían saber si estaba dispuesto a realizar la ceremonia. ¡Y cómo iba a decir que no!”.El impacto mediático de la ceremonia en la que participó Julián al lado del presidente Obama ocurrió porque esta fue utilizada por el mandatario para hacer un nuevo llamado a la aprobación rápida de una reforma migratoria integral que legalice el estatus de once millones de personas en Estados Unidos.Así las cosas, Julián se convirtió en la muestra inequívoca de la voluntad de Obama por cumplir la promesa que le hizo a los latinos después de coronada su reelección.“Desde que estoy en este país, no he visto un mejor momento para que se apruebe (la reforma). En la Casa Blanca, el Presidente muestra una gran voluntad; y entre los republicanos, el senador Marco Rubio está diseñando la estrategia del Partido”, concluye el joven.Hoy, el último colombiano en la lista de invitados de Obama siente orgullo por cumplir su sueño americano y ser un modelo para tantos inmigrantes en EE.UU. Pero por ahora, se ha comprometido a trabajar en su próximo desafío: “¿Vuelvo a Colombia?”.Asambleas populares por reforma migratoriaActivistas defensores de los inmigrantes anunciaron el miércoles una campaña nacional a favor de la reforma migratoria que incluirá 60 asambleas populares en estados clave del debate y actos de presión para que el Congreso la apruebe antes del receso de agosto próximo.Representantes de una coalición de 34 organizaciones latinas afirmaron que el 2013 “será el año de la reforma” y ésta deberá incluir “principios no negociables” como una vía hacia la legalización y eventual ciudadanía de indocumentados.“Todos sabemos que ningún presidente puede ganar sin el voto latino, así que como comunidad debemos ser muy estratégicos sobre qué aspectos no son negociables: la ciudadanía no es negociable, no volveremos a cometer ese gran error histórico de tener ciudadanos de segunda clase”, dijo Héctor Sánchez, presidente de la Agenda Nacional de Liderazgo Hispano.Preguntado sobre las tensiones entre los sindicatos y el empresariado sobre un posible programa de “trabajadores huéspedes” —una de las trabas que descarrilaron la reforma en 2007— Sánchez señaló que ambos grupos han entablado un “diálogo serio y avanzado” para superar diferencias, y “vamos a esperar a que concluyan esas conversaciones”.La coalición dejó en claro que la reforma debe además incluir medidas que ofrezcan canales legales para futuros flujos migratorios, la reunificación familiar y la aplicación “inteligente” de las leyes migratorias.La Campaña de Latinos Unidos por la Reforma Migratoria incluirá 60 asambleas populares para movilizar a comunidades de base, visitas al Congreso y más de 100.000 encuentros, llamadas telefónicas, mensajes por Twitter y el envío de cartas, postales y correos electrónicos a los legisladores.Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional La Raza, expresó optimismo por el tenor de las negociaciones en el Congreso para lograr un acuerdo bipartidista. “Creemos que ha habido un progreso muy bueno, buena parte entre bambalinas... entendemos que los legisladores están muy cerca de presentar un proyecto de ley que será debatido en los comités en abril y mayo, y habrá un voto para junio próximo”, dijo Murguía.La campaña “está comprometida a continuar presionando para no perder el impulso de las elecciones de noviembre pasado, para presionar a los congresistas que votarán sobre esta medida y que escuchen a la comunidad latina”, subrayó Murguía.

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