Clara López denuncia que no hay garantías para campaña a la Presidencia

La candidata del Polo Democrático manifestó que las denuncias sobre auxilios a parlamentarios no le hacen bien a la democracia.

Clara Eugenia López Obregón vuelve de nuevo a buscar la Presidencia de la República, pero esta vez como candidata elegida por el Polo Democrático Alternativo. Ya lo había hecho en el 2010 como fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro. Pasó por la Alcaldía de Bogotá y es presidenta actual del Polo, partido con el que busca ganar las elecciones de presidente que se realizarán el 25 de mayo. La candidata avanza en su agenda nacional para mostrar sus propuestas y ha aprovechado las concentraciones para denunciar corrupción desde el Gobierno a través de las registradurías. ¿Cómo está el Polo para estas elecciones? El Polo ha venido haciendo un trabajo serio de divulgación de nuestro programa en el país, hemos venido cumpliendo los mandatos de un congreso que contrasta con los que hemos visto últimamente, porque el nuestro fue con elección popular de sus delegados. Ve la competencia dura contra el presidente Santos? Hemos visto con preocupación como el Gobierno y, este tóxico que resultó ser la reelección, está entrando como factor conflictivo y de generación de problemas en todos los partidos políticos. Vemos que el Partido de la U tiene su problema interno y ni hablar de la convención conservadora que tuvo su punto de inflexión en la reelección. El presidente invitó a manteles a palacio a la izquierda y excluyó al Polo, pero invitó a algunos miembros, esa es la nueva manera de gobernar este país, que se tiene que corregir. ¿A qué se refiere con el "tóxico de la reelección"? Se divulgó que se entregaron $3 billones de auxilios parlamentarios para aceitar las maquinarias para la reelección, eso nos dice que no hay garantías para ir a las elecciones y se está ilegitimando el proceso electoral y el ejercicio de gobierno. ¿Cuáles son las propuestas suyas? Estamos en campaña propositiva. Estamos planteando un pacto cafetero por Colombia como parte de nuestro programa presidencial, pacto que se ha diseñado por todos los equipos programáticos del Polo con una lectura muy cercana de los cafeteros a través de sus movilizaciones y de los acuerdos a que se llegó con el Gobierno. ¿En qué consiste? Son cinco puntos que reflejan la necesidad de cambiar el modelo económico, porque el libre comercio está dando al traste con la industria y la agricultura, y el café no se ha escapado. Pensamos que se tiene que volver a colocar el precio de sustentación que les permita a los cafeteros no estarle pidiendo limosna al Gobierno sino haciendo lo suyo. También controlar el precio de los insumos. ¿El Polo le está apostando al voto campesino? Esperamos que se logre el tránsito del voto amarrado al voto libre, pero después de haber visto los $3 billones creemos que el voto está amarrado dentro y fuera de las registradurías. A estas nadie las investiga y están vendiendo paquetes de votos y hay sectores corruptos al interior, todo esto tiene que ver con la mermelada y políticos que hacen política con los impuestos de la gente. ¿Cómo es eso de paquetes de votos? El precio del voto en Colombia lo fija la corrupción al interior de la Registraduría. Venden en $150 mil el pegadito, que es Senado y Cámara, y separado vale $100 mil cada uno, eso se convierte en el precio de la caída en el día de las elecciones. La imagen del Polo está algo caída por los recientes hechos en Bogotá, ¿eso podría marcar un resultado para ustedes? Entré a la Alcaldía de Bogotá por encargo de mi partido y en la primera encuesta tenía el 18% de favorabilidad. Nos dedicamos a hacer cambios y con el ideario del Polo defendimos la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, impusimos el mínimo vital y completamos los programas que iban atrasados y entregué terminada la calle 26, sin detrimento patrimonial. Terminé con el 78% y eso demuestra que el Polo sabe gobernar bien. En caso de llegar a la presidencia, ¿Qué pasaría con los TLC? Respetamos los acuerdos económicos y no vamos a poner en peligro eso, pero si vamos a negociar puntos muy críticos de los tratados y el país nos va a acompañar. Hay que buscar un equilibrio entre Estado y mercado. Ustedes han acompañado el proceso de la Mane, ¿cuáles son sus propuestas en educación? Hemos dicho que educación gratuita en el nivel universitario, la calidad tiene que ser esfuerzo y necesita presupuesto y la introducción de investigación y tecnología aplicada, se buscarían alianzas con el sector privado. El cálculo es que la gratuidad costaría una tercera parte de la mermelada: $850 mil millones y el presupuesto está en condiciones de hacerlo si se aprieta como corresponde. ¿Apoyaría el proceso de paz? Tenemos nuestro apoyo al proceso de paz y apoyamos la solución política negociada del conflicto armado. La críticas es la ausencia de los sectores sociales, no creemos que los únicos que puedan negociar en La Habana sean los empresarios y miembros de la fuerza pública. El proceso es la bandera de algunos candidatos... La derecha en este país tiene cuatro candidatos y tres no acompañan el proceso de La Habana. El presidente lo está usando más como un comodín electoral que como un proceso con ánimo de arreglo. Los sectores alternativos sabemos que la paz no es solo el fin del conflicto, son las transformaciones sociales y económicas.