"Carta de Uribe Noguera no ofrece un arrepentimiento sincero": experto

En la carta escrita por Rafael Uribe Noguera tras su condena a 51 años y diez meses de prisión por el homicidio de la niña Yuliana Samboní, no se muestran deseos de perdón por los hechos que llevaron al atroz crimen de la pequeña el 4 de diciembre de 2016.

Así lo afirma Jeison Palacios, director del Programa de Psicología de la Universidad Manuela Beltrán, quien afirmó a El País que "en el análisis de la carta se observa una persona, dado su contexto social, que expone una serie de argumentos en razón de las personas más cercanas, pero él no está generando un arrepentimiento sincero a la sociedad, sino que se está excusando como si hubiese sido un error sencillo".

“Desde mi corazón y con todo mi amor les pido perdón”. Así inicia la misiva redactada, a puño y letra, por Rafael Uribe Noguera. El texto, dado a conocer por Caracol Radio, aparece escrito en una libreta de hojas cuadriculadas en las que el confeso asesino, al parecer, lamenta el asesinato de la menor.

Rafael Uribe Noguera "es una persona que tiene rasgos de impulsividad e inestabilidad emocional, rodeados de una personalidad narcicista inclinada más hacia la parte del egocentrismo, sustentado en una persona que se privilegia de un rol social en la clase alta de Bogotá, él viene de una familia adinerada que ha tenido los recursos para mantener cada uno de sus caprichos y situaciones que se le presentan". 

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“Lamento profundamente la muerte de Yuliana y lo que ella representa el sufrimiento de la familia Samboní y les expreso mi más grande anhelo de que nada parecido se repita nunca”, dice Uribe.

"¿Qué pudo pasar por la cabeza de esta persona para cometer el crimen? Seguro venía generando una serie de actos insidiosos que iban de lo menos a lo más y estas actuaciones desencadenaron este hecho catastrófico para la sociedad colombiana. Es una persona que, probablemente al no poder satisfacer sus deseos personales, incurre en esto luego de toda una planeación. Él estaba totalmente motivado, lleno de deseos y sensaciones perversas para probablemente cumplir algún tipo de fantasía, esto terminó en un acto irracional", explicó Jeison Palacios. 

En otro aparte de la epístola, el asesino responsabiliza del trágico hecho a las drogas y el alcohol por lo que afirma “mi verdadero y único deseo en estos momentos es que la juventud y todas las personas sean conscientes del flagelo que causan las drogas y el alcohol en la sociedad, en las personas y en su alma". 

Durante los análisis que el Director del Programa de Psicología de la Universidad Manuela Beltrán ha hecho del caso de Rafael Uribe Noguera, se ha establecido que "probablemente es una persona que tiene inclinaciones hacia mujeres menores que él, incluso para buscar pareja".

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En la carta, cuya fecha de elaboración no se precisa, Uribe señala además “desde el mismo instante que pasaron los hechos de los cuales me desconozco a mí mismo, y hasta este momento, he esperado que se aclaren los hechos y que sea la verdad la que salga a la luz haciendo que la justicia prime sobre todo” (sic).

Así concluye la escueta carta de Uribe, la misma que abrió con la expresión “queridos míos”.

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