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¿Busca el paro campesino una cosecha de votos para las presidenciales?

Campañas podrían verse afectadas, si movilización campesina se prolonga. Gobierno dice que hay intereses políticos detrás.

4 de mayo de 2014 Por: Redacción de El País, Bogotá

Campañas podrían verse afectadas, si movilización campesina se prolonga. Gobierno dice que hay intereses políticos detrás.

En momentos en que la caldera de la reelección se encuentra a fuego alto, un nuevo paro agrario surge entre las cenizas y, de inmediato, aparecen cuestionamientos acerca de si existen motivaciones ciudadanas, políticas o sociales que puedan alterar el curso de la campaña presidencial. Lea aquí: "En el paro agrario hay interés de cosechar votos": MininteriorDe hecho, se ha hablado de que en esta nueva movilización campesina habría politización, infiltraciones ilegales y la búsqueda de un desprestigio del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, quien aspira a un segundo mandato.La incomodidad por el paro actual la han dejado ver los ministros del Interior, Aurelio Iragorri, y de Agricultura, Rubén Darío Rizarralde, quienes han coincidido en que lo que se observa es que se quiere ‘cosechar votos’ a costa del campesinado colombiano.Sin embargo, los sectores campesinos que promueven la protesta dicen que solo los mueve los incumplimientos que ha tenido el Gobierno frente a los acuerdos que se lograron en agosto del año pasado (en la primera protesta) y niegan que haya alguna motivación política en las movilizaciones “que se amparan en el legítimo derecho de protesta”.Pero el elemento que ensombrece la anterior afirmación fue el comentario del fiscal General, Eduardo Montealegre, quien aseguró: “El paro está liderado por verdaderos campesinos. Sin embargo, está siendo infiltrado en algunas zonas”.El tema no se quedaría ahí, ya que otros sectores argumentan que la izquierda aprovecharía el paro para mover sus ‘hilos’ y, de paso, atacar la reelección.Uno de los que sale al paso de la politización del paro es el senador Camilo Romero, electo por el Polo, quien explica que “el Gobierno debe reconocer que existe una crisis en el agro nacional y que efectivamente, hay incumplimientos de los acuerdos”.Por esto, Romero sostiene que el paro dista mucho de tener intenciones políticas y agrega que “ocultar una realidad que vive el agro y asegurar que se aprovecha la época electoral, es -por decir lo menos- grotesco” y añade: “Hoy no valen las cortinas de humo y los intereses políticos no existen, porque las condiciones están dadas para la movilización”.Con este marco, el debate queda servido y abre el espectro para que voces como la del profesor de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo, adviertan que el paro sufre de una estigmatización con los señalamientos políticos, que lo único que logran es “afectar la democracia”.Por esta razón, Jaramillo observa que la situación se puede analizar desde varios ángulos. Por un lado, si el Gobierno logra un gran acuerdo antes de las elecciones “se destrabará la situación”, pero reconoce que, de todas maneras, es un trabajo bastante difícil el que tiene por delante el Ejecutivo y, sobre todo, con las elecciones prácticamente encima. En paralelo, hay quienes coinciden en que la situación actual de la protesta no afectaría la imagen del Presidente y menos sus aspiraciones reeleccionistas, debido a que el manejo que le ha dado a la actual situación difiere mucho con la experiencia que se tuvo el año pasado cuando la movilización lo afectó seriamente en las encuestas.El analista, Rafael Nieto explica que “la actual situación es muy diferente a la del año pasado porque existen varios aspectos que no han hecho que el paro tenga mayor protagonismo”.Argumenta que en estos momentos no existen grandes bloqueos, no se ha presentado desabastecimiento y los medios de comunicación no han dado un amplio cubrimiento, por lo que insiste en que “por ahora, el Presidente no está pagando un costo político muy alto por esta situación”. Esta apreciación es compartida por el exministro de Gobierno, Armando Estrada Villa, quien enfatiza que “hay que reconocer que el paro se ha manejado mucho mejor” y recuerda que en la anterior experiencia “hubo una salida en falso del presidente Santos cuando dijo que el tal paro agrario no existía. Eso le costó mucho”.Para el representante y miembro de la campaña de Santos, Alfonso Prada, es evidente que tras las protestas “hay una motivación política y una clara intención de afectar la reelección” y destaca que el Gobierno “busca, a través del diálogo y las mesas de trabajo, lograr acuerdos concretos”.Enfatiza que en estos momentos lo que se pretende “es tratar de buscar que esto afecte lo menos posible la reelección”.Entre tanto, el analista Fernando Giraldo observa la situación desde otra óptica, debido a que considera que la doble condición de Santos como Presidente y candidato deriva en que “los ciudadanos lo midan de las dos maneras y lo descalifiquen desde los dos ámbitos”.Otra mirada la dio el líder sindical, Tarcisio Mora, quien recuerda que los hechos actuales no son motivados por elementos inmediatos sino que son generados por los “modelos económicos que se han aplicado en los últimos 20 años”.Para Mora, existe una inconformidad social que solo necesita de un fulminante para que haya manifestaciones de inconformidad y sustenta que “cualquiera que prenda la chispa va a encontrar el apoyo de los demás inconformes”.El tiempo, enemigo latenteA pesar de que hasta este punto la visión de los analistas coincide en que el paro no tendría un costo político en las intenciones reeleccionistas del presidente Santos, existe un riesgo latente que podría determinar una situación adversa para el Jefe de Estado y es la eventual prolongación de la protesta social.La situación radica, dicen los analistas, en que con un proceso electoral en su cuenta regresiva y un paro sin posibilidades de solución, el escenario para el Presidente candidato se puede complicar.“Si el paro se dilata, indudablemente habría una afectación a la campaña porque habrá un sector que terminará legitimando la protesta, mientras que otros aprovecharían los efectos políticos que se generen”, dijo el representante Prada.El congresista observa que en las actuales circunstancias “el mejor escenario es que el paro no exista”.Una óptica similar maneja Giraldo, quien cree que si hay una dilación de la protesta “habrá un desgaste del Gobierno que no le aportará nada a la campaña reeleccionista”.Rafael Nieto da un elemento adicional. Dice que la actual manifestación surge “luego del paro cafetero, que fue un estartazo” y explica que Santos puede estar siendo víctima de su propio invento porque “si hubo mermelada de por medio para resolver el paro anterior, la lectura que queda es que el Gobierno solo funciona con vías de hecho y, ante la coyuntura y el tiempo que resta de las elecciones, terminan presionando”.

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