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Bogotá se volvió el 'comodín' electoral para las elecciones a la Presidencia

Sectores creen que la situación del Distrito Capital y el repunte del uribismo se muestran como puntos clave en las estategias de campaña para las elecciones de mayo.

3 de abril de 2014 Por: Redacción El País, Bogotá

Sectores creen que la situación del Distrito Capital y el repunte del uribismo se muestran como puntos clave en las estategias de campaña para las elecciones de mayo.

La situación que padece Bogotá ha convertido a la capital del país en la piedra angular de las elecciones presidenciales, al punto de que diversos sectores coinciden en que el Distrito Capital se volvió el ‘comodín’ para la pesca de los votos.Para los analistas es claro que la decisión del presidente Juan Manuel Santos de acoger, vía decreto, la sentencia de la Procuraduría de destitución del alcalde Gustavo Petro por encima, incluso, de las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tiene varios bemoles de corte político. (Lea aquí: Santos confirma destitución del alcalde de Bogotá Gustavo PetroA lo anterior se suman la designación del ministro de Trabajo, Rafael Pardo en el encargo de la Alcaldía Mayor y las medidas que anunció para solucionar los problemas más críticos de la ciudad.Todo esto, desde la óptica de los analistas, es clara muestra que el Jefe de Estado estaría buscando cautivar el voto capitalino, situación a la que se adicionaron los demás candidatos a la Primera Magistratura.En una primera observación, el politólogo Fernando Giraldo asegura que “el comportamiento del presidente Santos, de los últimos días, ha sido como si el fuera el alcalde de Bogotá, cuando eso debió entregárselo directamente a Pardo, quien fue al que designó para estas tareas”.Explica que todos los ofrecimientos que hizo el Presidente son una muestra que “está aprovechando el espacio político” y agrega que “todos los ofrecimientos que hizo tienen sus trámites y deben ser analizados por el Concejo, por lo que es inevitable pensar que lo hace en el escenario de la campaña”.A su turno, el exprocurador General, Jaime Bernal, considera que todos los planteamientos el Presidente se dan en “una coyuntura de la institucionalidad de Bogotá y quedó demostrado que la realidad enseña que desde los cargos se hace política porque se tiene una mejor posición”.Entre tanto, el exalcalde de Bogotá y candidato a la Presidencia, Enrique Peñalosa, tiene una óptica diferente de la situación, al advertir que “lo que demostró el presidente Santos es que son muy importantes los temas urbanos en el país”.Mientras tanto, el analista Ancizar Marroquín observa que el debate que quedó abierto es sobre las autonomías de las ciudades, debido a que “es evidente la intervención directa del Gobierno Nacional en decisiones muy de la capital del país, por lo que la pregunta que surge es ¿por qué no lo hizo antes?”.De sumas y restasEn medio del debate por Bogotá surge el interrogante sobre si la decisión que adoptó el Presidente puede tener implicaciones en materia de votos de cara a las elecciones de mayo.Los analistas coinciden en que, sin duda, la capital del país ha sido, por tradición, atractiva para los candidatos, pero reconocen también que es una plaza muy difícil porque el votante capitalino es impredecible.El exprocurador Bernal Cuéllar cree que “Bogotá incide mucho en materia de votos, precisamente por el umbral que se maneja en esta ciudad”.Explica que, en últimas, sí existe una incidencia con las decisiones que se han tomado, pero advierte que “en política todo es posible porque pueden surgir simpatías y rechazos y solo bastaría una frase mal pronunciada para que se dañe toda una campaña”.Fernando Giraldo, entre tanto, considera que la mayor parte de las promesas que ha hecho el Presidente son de largo plazo y las únicas que podrá implementar hoy son “la de los 300 policías y las posibles modificaciones al pico y placa, el resto son proyectos a 4 o 5 años por lo menos”.En paralelo a lo anterior, los expertos consideran que el afán presidencial surge por los resultados que obtuvo el uribismo en Bogotá, durante los comicios legislativos, los cuales no eran esperados ni siquiera por los analistas electorales y que pusieron a pensar a todas las campañas.Por ello, Giraldo dice que “lo que pretende Santos es sacar réditos políticos con todas estas medidas y con ello neutralizar al uribismo al que le fue bien en la Cámara por Bogotá. Con este escenario el llamado a capitalizar este respaldo sería Peñalosa que se catapultaría para la segunda vuelta. El resto de candidatos no son adversarios”.De hecho, el candidato Peñalosa reconoce esta situación. “Nosotros tenemos un apoyo grande en Bogotá y, probablemente, eso sea una de las cosas por las cuales el Presidente hizo anuncios que no había hecho antes”.Sobre esta situación, el senador electo por el Centro Democrático Alfredo Rangel agrega que “Santos debe estar preocupado por la pérdida de prestigio que tiene en la capital del país, ya que el triunfo del Centro Democrático lo lleva a meterse de lleno en la administración de Bogotá”. Sin embargo, cree que “el electorado bogotano va a mantener un ojo crítico frente al poco tiempo que Pardo va a estar en el encargo, pero esa mirada no va a variar mucho y se puede dar el fenómeno del voto castigo”.Sobre el comportamiento del electorado en el Distrito, Marroquín anota que “hoy Bogotá es la gran incógnita, porque tradicionalmente el voto de los capitalinos ha sido autónomo y no se liga a los colores de los partidos”, por lo que resalta que “en estos momentos uno no sabe dónde van a caer estos votos”.

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