Álvaro Uribe, entre el amor y el odio

El ex presidente tiene a sus adversarios en alerta permanente y a sus seguidores en una expectativa latente. Dos caras del ex mandatario colombiano con mayor aceptación.

El ex presidente Álvaro Uribe Vélez es un hombre de contrastes. Hay quienes no lo quieren ver y estarían contentos con un amable retiro, mientras que muchos lo respaldan y aplauden su presencia, así sea esporádica, en el país.Son los escenarios en que se mueve un ex presidente, quien tiene a su espalda los escándalos como las ‘chuzadas’ del DAS, la yidispolítica, Agro Ingreso Seguro, las peleas con la Corte Suprema de Justicia, las diferencias con los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez; de Ecuador, Rafael Correa; de Nicaragua, Daniel Ortega y de Bolivia, Evo Morales. Y esta semana una citación para declarar en la investigación que se sigue en Estados Unidos a la Drummond por la ayuda económica a las AUC.Los lastres le generan una pesada carga, pero tiene el reconocimiento de una amplia mayoría que no se resigna a verlo por fuera del ámbito político, e incluso clama por tenerlo nuevamente de candidato, así sea para la Alcaldía de Bogotá.Son esos amores y odios que enmarcan la vida del paisa nacido un 4 de julio y que solo le basta con pisar el país para alborotar el avispero político.Entre temperamental y pendencieroEl ex vicepresidente de la República, Humberto de la Calle Lombana tiene claro que Uribe “es una persona de gran popularidad, es indiscutible. Tiene gran capacidad de comunicación con la gente, llega muy fácil, además de una capacidad política grande e intelectual inmensa. Le cabe el país en la cabeza”.Sin embargo, reconoce que tiene debilidades, sobre todo, con su “temperamento pendenciero”, del cual considera que de no haber sido así “se hubieran podido ahorrar muchos problemas”.De la Calle dice que el ex mandatario “tiene una visión polarizante de la política y genera mucha controversia” y añade que “no abona esfuerzo para no entrar en confrontación. Como dijo Alzate: El mundo es su contraparte. Es evidente que no tiene la capacidad para negociar”.Si bien el ex vicepresidente no duda en las falencias de Uribe no comparte algunas movilizaciones que se han hecho en su contra, como la de la Universidad de Georgetown, cuando se recolectaron firmas a fin de acabar con los diálogos que estaba dictando. “Eso es un acto de intolerancia, porque no pueden desconocer que Uribe es un líder nacional e intercontinental”.Al referirse a los escándalos, anota que “estos lastres se combinan con el vigor y la popularidad que tiene, pero la pregunta es ¿hasta cuándo?”.“Hay quienes lo adoran, otros lo detestan”: HernándezLa columnista Salud Hernández, manifiesta contradictora del ex mandatario, asegura que “Uribe es un político que vuelve en un momento inoportuno para el país”, pero reconoce que “es una persona que goza de una amplia popularidad”.Y agrega: “Es indudable que divide al país. Hay quienes lo adoran y otros que lo detestan”.La periodista le recomienda que “debería ser generoso con el país y con el Gobierno e irse”. No obstante, en un halo de sensatez, comenta que “eso es imposible” y sustenta que “él se va a quedar en el lugar en que se encuentra ahora”.Es intrusivo: SudarskySi bien muchos coinciden en que el ex presidente Uribe se mueve bien entre lo negativo y lo positivo que enmarca su personalidad, hay quienes inclinan la balanza al lado oscuro del ex mandatario.Ese escenario lo maneja el senador del Partido Verde, Jhon Sudarsky, quien lo único que le reconoce a Uribe es que “hizo un aporte grande a la seguridad”.Paso seguido a ese comentario, el Senador se le atraviesa a la figura ex presidencial y enfatiza que si bien Uribe dejó ese legado de lograr los objetivos “como fuera” dejó en el camino “secuelas grandes de la forma de gobernar y hacer las cosas, es decir que logró los objetivos sin importar los medios que utilizó para ello”.El parlamentario verde reconoció que el ex jefe de Estado en cinco o diez años “va a adquirir una estatura histórica por lo que hizo”, sin embargo cree que “el costo de lo que realizó y los medios van a hacer que esté en poblemas con las cortes”.Sobre la popularidad que aún goza el ex presidente Uribe, que lo tiene en o más alto de las encuestas, Sudarsky anota que “inevitablemente una persona que estuvo ocho años en el poder y que es, de alguna manera, intrusivo, va a revolver el avispero político toda la vida, pero dado que el presidente Juan Manuel Santos tiene una coalición y el partido de la U hace parte de ésta, lo único que va a lograr Uribe es generar tensiones”.Y añade: “Hay que ver cómo Santos se deslinda de la forma de hacer política de Uribe”.El ex canciller, Augusto Ramírez Ocampo, resume la actual situación del ex jefe de Estado: “Es indudable que el ex presidente Uribe mantiene intacta su popularidad pero ha perdido prestigio”.Manteniendo una mirada crítica, Ramírez Ocampo manifiesta que “como es natural en un régimen tan largo, el más amplio en la historia de la República, le permitió sacar adelante la tarea de la seguridad democrática, pero sus actuaciones de perdurar en el poder dañaron su imagen al final de su mandato”.Y reitera: “El juicio es permanente y la historia le reconocerá sus actos y se espera que el paso del tiempo borre todo lo que puso en riesgo la democracia”.“El país tiene una gran confusión”La ex senadora Cecilia López, dice que el ex presidente se mueve en los escenarios de lo negativo y lo positivo y eso representa “un contrasentido que habla del país, porque es el más popular y al mismo tiempo es el más vinculado a los escándalos”. Reseña que “ex ministros como Sabas Pretelt, todos los procesos por Agro Ingreso Seguro, el caso pendiente del ex ministro Diego Palacio por la yidispolítica y las chuzadas del DAS, muestran que el país tiene una gran confusión”. López añade que “hay que reconocer que hizo algo importante y fue debilitar a las Farc, pero con grandes problemas en el manejo de su gobierno”.El ex candidato a la vicepresidencia, Iván Marulanda, aclara que “no comparto la manera de pensar de Uribe”, pero dice: “Es el único líder político vigente en Colombia. Lo veo ejerciendo, lo veo que va a llevar a su partido a unas elecciones exitosas. Lo veo en la plaza pública enfrentando a sus contendores”.Anota que “los escándalos son problemas que él va a arrastrar, pero en la medida en que sean más álgidos, él va a ser más aguerrido, va a hacer más política. No le huye a los problemas sino que los enfrenta cara a cara. Eso lo excita para seguir adelante en su labor política”.Reconoce que “si le meten a sus amigos a la cárcel, más rápido saldrá a la plaza pública a defenderlos. Ese es su temperamento: aguerrido”.El director Ejecutivo de la Federación Nacional de Municipios, Gilberto Toro, sólo advierte: “Tengo que decir que en el primer año de gobierno entraron más alcaldes a la Casa de Nariño que en todos los gobiernos anteriores”.Ex presidente con récord de procesosÁlvaro Uribe es el ex presidente que más procesos tiene en su contra en la Comisión de Acusaciones de la Cámara. En la actualidad cursan en su contra 274 denuncias, que van desde traición a la Patria por el acuerdo militar con Estados Unidos; su presunta responsabilidad por las ‘chuzadas del DAS, hasta la de un embarazo psicológico que le entabló una mujer por el poder mental el ex mandatario ejerce sobre ella.Al cúmulo de procesos en su contra se sumó el que radicaron varias ONG españolas, que entablaron una denuncia en la Península Ibérica, acusándolo de, al parecer, haber ordenado interceptaciones y seguimientos ilegales a miembros de estas organizaciones.El récord de denuncias en contra de Uribe contrasta con la de sus antecesores, quienes se encuentran lejos de igualarlo. Es así que César Gaviria Trujillo sólo tiene a su haber tres procesos; Ernesto Samper Pizano, dos, y Andrés Pastrana, 13.No obstante, hay sectores que afirman que, por el momento, los procesos contra Uribe no tendrán algún resultado, dado que cuenta con mayoría en la Comisión de Acusaciones.