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Abren corredor humanitario para trabajadores colombianos hacia Venezuela

Los primeros acercamientos entre autoridades venezolanas y sus homólogos en Cúcuta permitieron establecer un primer censo de 800 trabajadores que podrán llegar a laborar a sus empresas. Hay escasez de gasolina y problemas de seguridad en los albergues.

7 de septiembre de 2015 Por: Elpaís.com.co | La Opinión.

Los primeros acercamientos entre autoridades venezolanas y sus homólogos en Cúcuta permitieron establecer un primer censo de 800 trabajadores que podrán llegar a laborar a sus empresas. Hay escasez de gasolina y problemas de seguridad en los albergues.

[[nid:457724;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/08/mvd6709297.jpg;full;{Los connacionales que viven en la frontera colombo-venezolana narran cómo hacen para sobrevivir luego que se desatara la crisis que tiene hoy en jaque las relaciones binacionales.Jorge Enrique Rojas / Reportero de El País}]]

Este lunes, el alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez, confirmó que las autoridades venezolanas están permitiendo el ingreso de colombianos que trabajan en ese país, y que se han visto afectados por el cierre de los pasos limítrofes desde el 19 de agosto. Lea también: "Santos le está huyendo al diálogo", dice Nicolás Maduro sobre crisis fronteriza.

Cerca de 800 personas fueron incluidas en el listado que empezaron a manejar miembros de la guardia venezolana del Estado Táchira y la Policía colombiana, para permitir el movimiento de estas personas por los pasos fronterizos.

Ramírez explicó que quienes presenten su carnet industrial, previo registro ante las autoridades venezolanas, podrán pasar la frontera.

Esta medida se suma a la del pasado viernes cuando las autoridades cucuteñas y del Ministerio de Educación volvieron a recibir a los más de 1.400 niños y adolescentes que viven en la frontera tachirense y estudian en Cúcuta y Villa del Rosario.

Asimismo, se espera que en las próximas horas también se permita el movimiento de vehículos de carga pesada y taxis de servicio público hacía el vecino país.

Sin gasolina

Desde que se cerró el paso limítrofe entre Venezuela y Colombia hace dos semanas, las filas de vehículos esperando para tanquear han llegado hasta los dos kilómetros.

Según los afectados, esta vez, la causa es la falta de previsión, y el desinterés de funcionarios del ministerio de Minas que no conocen la realidad y no envían a tiempo el combustible necesario.

La gasolina escasea tanto, que el pasado domingo las estaciones Trapiches y La Sabana quedaron fuera de servicio. Solo este lunes podrían reanudar sus ventas, según Mario Arévalo, gerente de la Cooperativa Multiactiva de Pimpineros de Norte de Santander (Comulpinort), luego de una videoconferencia con funcionarios del ministerio de Minas.

“Es muy difícil tratar con ellos”, dijo cuando se le hizo ver que el desabastecimiento tiene que ver con la negligencia y la desidia en algún punto de la cadena.

Según Arévalo, la de las gasolineras desabastecidas es “una situación extraordinaria en la medida en que vendieron el combustible en mucho menos tiempo de lo previsto; Trapiche (en el anillo vial oriental) necesita más acpm para los vehículos de carga; y la otra, en Los Libertadores, por su ubicación, vende más gasolina, sobre todo a los taxistas”.

José Saravia, administrador del expendio El Puente, dice que le queda 50 por ciento del cupo de gasolina, y que el Gobierno no ha aumentado el cupo, como prometió. Teme que si las cosas siguen igual, Cúcuta se va a quedar sin combustible.

Inseguridad en los albergues

Otra situación que se complica es la de la seguridad en los albergues de los deportados, ya que se están presentando robos entre refugiados. Esta situación provocó que las autoridades instalaran iluminación y cámaras de seguridad.

Así lo dijo la Unidad para la Gestión del Riesgo (Ungrd), entidad que informó que la medida se tomó con el fin de garantizar la seguridad y mayor convivencia dentro de los deportados.

La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), Cristina Plazas, rechazó además que se estuviera revictimizando a niños y a mujeres a quienes estaban ofreciendo por su cabello 20 mil pesos.

Plazas había llamado a la Policía para que reforzara la seguridad en los centros teniendo en cuenta que son habitados por niños. 

En algunos albergues personas inescrupulosas roban la ropa de los deportados para venderla. Así mismo, se pudo conocer que ante la necesidad de dinero, hay quienes aprovechan para vender la bienestarina que regala el Icbf.

Hoy, los albergues de Villa Antigua, Morichal, Coliseo Municipal y la Universidad Francisco de Paula Santander ya tienen sistemas de seguridad.

La instalación de las cámaras también permitirá la identificación de personas que intentan vender drogas en los refugios, como ha sido denunciado en varias oportunidades.

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