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Una caleña fue la primera científica colombiana postulada al Nobel de Medicina

La caleña Nubia Muñoz no detiene su búsqueda para hallar una cura definitiva contra el cáncer. Entérese por qué.

14 de julio de 2015 Por: Anderson Zapata | Especial para El País

La caleña Nubia Muñoz no detiene su búsqueda para hallar una cura definitiva contra el cáncer. Entérese por qué.

Nubia Muñoz corresponde a ese tipo de caleñas a las que las adversidades, las crisis económicas, no les impiden hacer lo que se proponen, no les impiden cumplir los sueños. Un día cualquiera ella decidió que su vida sería la investigación y la medicina clínica. Y así fue.  Nubia es médica,  especialista en Patología de la Universidad del Valle. “Siempre he querido ayudar a los pacientes, y cuando no podía hacerlo y ese paciente se moría, yo me deprimía mucho”, cuenta.   Fue el doctor Pelayo Correa  quien  le dio la gran oportunidad de su vida: vincularse   al equipo de investigadores de la Univalle, aún cuando Nubia era  estudiante de medicina. Posteriormente realizó estudios de Virología y Epidemiología en el Instituto Nacional de Cáncer (NCI) en Bethesda y en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Estados Unidos.  Además, ha trabajado en la ‘International Agency for Research in Cancer’, organismo de la OMS en Lyon, Francia, donde reside desde 1970.  Allí, Nubia ha dirigido numerosos proyectos de investigación sobre tipos de cáncer  ligados a agentes infecciosos  como, por ejemplo, el  cáncer de estómago y su relación con  una bacteria:  helicobacter pylori. También investigó el cáncer de hígado y los virus de la hepatitis B y C, además del cáncer cervical. Fue Nubia, de hecho,  quien descubrió que su  principal causante es  el virus del papiloma humano (VPH).   Sus hallazgos la llevaron a ser postulada al premio Nobel de Medicina en 2008 por la  Internacional de Epidemiologia, siendo esta la primera vez que una científica colombiana es postulada al galardón. Para lograrlo fueron muchos los sacrificios. Estar lejos de su familia es uno de ellos. “Pero lo que hago es mi pasión. No siento como si estuviera trabajando”, dice ella sonriendo y enseguida repasa su paso por diferentes países.   En Irán y  China, por ejemplo, Nubia  adelantó investigaciones sobre el cáncer de esófago. Sucedió hace ya 25 años.   “Nosotros éramos de los primeros extranjeros que íbamos a estos países después de la revolución cultural en China. La gente nos miraba como cosas raras y casi como dioses, porqué éramos los primeros médicos extranjeros que íbamos a tratar de ayudarlos”. Gracias a haber hecho investigación del cáncer  de cuello uterino, además,  son varias las  mujeres que en todas partes del mundo le reconocen su labor.  “Pero en realidad no hay una historia de vida en particular que me haya marcado, para mí  todas son igual de importantes”. Además de investigar, Nubia también escribe. En los últimos años  ha publicado más de 390 artículos en revistas internacionales y  ha editado una docena de libros y monografías. También  hace parte de los comités editoriales de siete revistas de salud internacionales.  Pero, ¿qué hace una de las más destacadas científicas del país cuando no está investigando el cáncer, cuando no está escribiendo sobre la enfermedad?   “Estoy aprendiendo a pintar al oleo. También me gusta estar en la cocina y preparar alimentos de la gastronomía francesa, italiana y española. Aunque mi plato preferido es la pasta”.  Sin embargo, definitivamente su mundo  es el laboratorio, la ciencia.   Nubia  Muñoz  espera seguir ayudando a la sociedad desde la investigación, desde la medina para después,  quizá,  regresar a  Cali. Aunque a veces el destino depara algo muy distinto a nuestros planes. “Yo tenía planeado vivir solo un año en Francia,  entrenarme  como epidemióloga, y ya ve: completo 45 años de estar viviendo en este país”.    

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