Tres historias que conmovieron a los corazones de los caleños
Las historias que se contaron en este tiempo, tocaron muchos corazones. Y así entonces, puertas que parecían cerradas, se abrieron para sus protagonistas.
Las historias que se contaron en este tiempo, tocaron muchos corazones. Y así entonces, puertas que parecían cerradas, se abrieron para sus protagonistas.
Cali es una ciudad que piensa en los suyos. Las historias que se contaron durante los tres meses de campaña tocaron muchos corazones.
Y así entonces, puertas que parecían cerradas, se abrieron para sus protagonistas. Aquí tres buenos ejemplos de lo que podemos lograr cuando trabajamos unidos.
Cristobalina Ramírez. Fundación Jesús de Nazareth:-El 30 de junio fue un día de muchas emociones fuertes, estaba muy triste porque el día anterior habíamos tenido un evento y los resultados económicos no habían sido los que esperábamos.
Leidy Oliveros, la joven periodista que escribió un artículo sobre la Fundación Educativa Jesús de Nazareth que dirijo, para la campaña Por Cali lo Hago Bien, me había entrevistado y nuestra ilusión era que la nota saliera antes de la chocolatada para convocar a más personas, pero no fue así.
Sin embargo, me dije: Dios sabe por qué. Desde las 6:00 a.m. me llegó el primer mensaje de una persona que vive fuera del país, en él me decía que me había visto en el periódico. Corrí a comprar el diario y empecé a llorar de alegría, pero también de angustia por todo lo que me esperaba por resolver.
Al mediodía me llamó un colombiano que vive en España con deseos de ayudarnos en julio. Al finalizar la tarde me llamó el hijo de una amiga muy especial. Fue el primero en ayudar: nos donó $300.000. Recibí también una llamada de un periodista de Colmundo Radio y se quiso unir haciéndome una entrevista ese mismo día en directo, desde Bogotá.
En la noche decidí empezar a reenviar la nota a todos los benefactores y pedirles que la reenviaran, en especial a unos amigos de EE.UU. Les conté sobre las necesidades que estábamos viviendo y se solidarizaron haciéndonos una donación muy representativa. Esta gran noticia la recibí el domingo.
Ese mismo día otro benefactor me invitó a almorzar con los niños internos y la profe de la entidad, y nos donó un mercado y dinero en efectivo. El miércoles siguiente me llamó otra persona interesada en conocernos motivado por la nota y nos hizo una donación en efectivo.
Yo me sentía maravillada por todo lo que a través de esta nota se había podido lograr. El fin de semana nos llamaron unos jóvenes de las universidades Javeriana e Icesi y nos donaron mercado y juguetes. Gracias a la nota, la gente donó $5.410.000. Quisiera invitarlos a que nos sigan apoyando llamando al 3952970 y 3165346733-.
Maritza Arizala - Bailarina caleña:-El reportaje en la página de Por Cali lo hago bien, escrito por Alda Mera, tuvo éxito por la manera como fue realizado. Aunque no hablé mucho con la periodista ella logró entender, para así tocar el corazón de mucha gente en Colombia, Europa y el mundo entero. Lo publiqué en Facebook y fue bastante compartido y gustado por amigos y público en general que se interesó en el acontecimiento, en mi vida profesional y algo de mi vida personal. Dijeron: El artículo fue muy bien hecho, las fotos muy bien escogidas... Quiero manifestar mi agradecimiento por haberse interesado en algo que no imaginé tuviera tanta trascendencia; esto me elevó al cielo, me ayudó a encontrarme más a mí misma y valorar lo que uno a veces considera normal. En Colombia despertó mucho interés de parte de varias emisoras. En París me contactaron también para entrevistarme en el canal UELatino-. Julián Becerra - Fundapre:
La vida, dice Julián Becerra, no sería vida si no cuidara de los chicos. Y para los chicos pareciera que es igual. A donde sea que él vaya ellos están allí. Siempre buscan sus abrazos o su complacencia para que les diga que sí pueden repetir postre después del almuerzo. Son 51 menores que no se separan de él jamás. 51 menores que, quizá sin saberlo, están redescubriendo la vida al lado de Julián. Todos viven en un internado en uno de los barrios más bravos del centro Cali: Sucre. Y allí, Julián es como un padre para los pequeños. Desde hace dos años y medio Julián llegó a Fundapre. Cuando hace memoria para recordar cómo es que un joven de Florida, Valle, llega a hacerse cargo del cuidado de tantos chicos, lo primero que se le viene a la mente es que un día cualquiera, hace ya más de cinco años, un conocido le dijo que era alguien tan noble y paciente, que debería trabajar con los muchachos. Y desde allí todo comenzó. Primero estuvo con los chicos de la Fundación Bosconia, en Zarzal, y luego en Bahía Málaga, en Buenaventura. Años después llegaría a cuidar a los menores del internado en Sucre, ese lugar que no solo es hogar para los chicos, sino el segundo hogar de Julián. Gracias a la nota publicada por El País, en su página de Por Cali lo Hago Bien, los chicos del internado recibieron donaciones de ropa y juguetes.