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Tramitomanía de la salud ‘mata’ a niños enfermos de cáncer

“Los otros 30 niños que deberían vivir y mueren son víctimas de un mal mucho peor que el cáncer: la tramitología absurda de las EPS para autorizar los tratamientos”, denunció el presidente de la Asociación Colombiana de Hematología Pediátrica, Óscar Ramírez.

15 de febrero de 2011 Por: Elpais.com.co

“Los otros 30 niños que deberían vivir y mueren son víctimas de un mal mucho peor que el cáncer: la tramitología absurda de las EPS para autorizar los tratamientos”, denunció el presidente de la Asociación Colombiana de Hematología Pediátrica, Óscar Ramírez.

En el mundo, de 100 niños que padecen cáncer, 70 tienen cura. Sin embargo, en Colombia, de los mismos 100, sólo 40 logran superar la enfermedad. “Los otros 30 niños que deberían vivir y mueren son víctimas de un mal mucho peor que el cáncer: la tramitomanía absurda de las EPS para autorizar los tratamientos”, denunció el presidente de la Asociación Colombiana de Hematología Pediátrica, Óscar Ramírez. Además de estas cifras, en el Día Internacional del Niño con Cáncer (que se conmemora hoy), el gremio médico informó que en el año se presentan 80 casos nuevos en Cali y 150 más en el Valle.“El cáncer en los niños, que generalmente son leucemias, no tiene forma de ser prevenido ni detectado a tiempo, como sí pasa con los adultos. La acción que se puede tomar es el tratamiento rápido de la enfermedad”, dijo Ramírez.Según el médico, mientras en Colombia el 40% de los niños se curan, en Honduras y Cuba sanan el 60% y en Chile el 70%.“La ciencia ha evolucionado, pero en el país los avances médicos no han servido para disminuir la muerte de niños por cáncer. Tenemos la misma tasa de mortalidad de 1994”, afirmó el especialista.Ramírez indicó que ni teniendo leyes que exigen el tratamiento prioritario para los niños de cáncer, ha logrado bajarse la tramitomanía. “En Colombia somos así. Se necesitan leyes para lo más obvio, que es prestarle el servicio de salud con oportunidad a los pequeños enfermos de leucemia”, dijo el médico.Por su parte, María Fernanda Portela, directora de la Fundación Carlos Portela Valdiri, que ayuda a los niños enfermos de cáncer, señaló que en la institución tienen inscritos a 320 niños con cáncer, provenientes de todas los municipios del Valle.“Es una lucha constante la que vivimos a diario con los padres de los pequeños, quienes buscan la asesoría nuestra por la dificultad que enfrentan para tener una atención oportuna. Las EPS, sean de los regímenes contributivo o subsidiado, se demoran en autorizar el pago de los tratamientos y los hospitales y las clínicas no atienden hasta que no ven el pago en la caja”, dijo la señora Portela.La fundación realizó el sábado pasado una programación educativa y cultural con los niños enfermos de cáncer y sus padres. “Quisimos sensibilizar a la comunidad frente a la enfermedad, su tratamiento y sus cuidados”, dijo la directiva de la entidad.Un trasplante para EdwardLos ojos de Edward Orlando Güettio Muñoz brillan, a pesar de que a ha tenido que vivir hospitalizado buena parte de sus ocho años, debido a una leucemia meloide aguda (cáncer en la sangre). Edward lucha por vivir. Por eso soportó con la fortaleza de un adulto las cuatro quimioterapias que le realizaron en el Hospital Universitario del Valle. Pero para poder superar el mal necesita de un trasplante de médula ósea. “El pasado jueves le hicieron el examen de compatibilidad a su hermano Andrés para determinar si él puede ser el donante. Pero aún no tenemos la autorización de Caprecom (EPS del régimen subsidiado) para que le se lo hagan en la Fundación Valle del Lili. Llevamos meses luchando”, dijo Orlando Güettio, padre de Edward.José, un milagro de DiosTiene 16 años y la vitalidad de una persona que ha vuelto a la vida. José Vásquez Obando es un adolescente que hoy le atribuye estar vivo a un milagro de Dios. Pero también a la terquedad de su mamá, Magnolia Obando. Ella, a pesar de que le cerraron las puertas muchas veces para que su hijo recibiera el tratamiento oportuno para la leucemia, logró que la EPS Emssanar (del régimen subsidiado) corriera con los gastos del trasplante de médula ósea. Este año José volvió al colegio Tomás Uribe Uribe, de Tuluá. Cursa noveno grado de bachillerato y entrena fútbol tres veces por semana con sus amigos.“Yo hago una vida normal como la de cualquier joven. Salgo con mis amigos, disfruto de la segunda oportunidad que tengo para vivir”, dijo José. Estefanía le sonríe a la vida “Yo empecé a verla como cojita. Luego le aparecieron unos hematomas y por último se le inflamaron los ganglios. Pensamos que era paperas, pero no, era una leucemia”, recordó Gladys Marulanda, madre de la pequeña Estefanía Jiménez Marulanda, de seis años de edad.La niña está apadrinada por la Fundación Carlos Portela Valdiri, entidad que le paga puntualmente el aporte a la EPS Saludcoop. “Gracias a eso la niña tiene cumplidamente su tratamiento. Lleva dos años en quimioterapia para curar ese cáncer, le falta uno”, dijo la mamá.Entretanto, la niña se ríe con sus muñecas e inventa un mundo donde nadie tiene cáncer. Luego toma su triciclo y corre, llena de vitalidad, por su casa.

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