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Cali tiene más de 300 ‘microbotaderos’ ilegales de escombros

De acuerdo con las autoridades ambientales son cinco los puntos críticos donde ya se establecieron escombreras ilegales de grandes magnitudes. La más delicada se encuentra ubicada justo al lado de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Emcali.

20 de noviembre de 2012 Por: Redacción de El País

De acuerdo con las autoridades ambientales son cinco los puntos críticos donde ya se establecieron escombreras ilegales de grandes magnitudes. La más delicada se encuentra ubicada justo al lado de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Emcali.

La mala disposición de escombros es un problema cada vez más recurrente en Cali. Tanto que hoy la ciudad tiene por lo menos 300 microbotaderos de este tipo de material, tanto en el interior como en su periferia. Norte, Sur, Ladera y principalmente Oriente, son, según la Policía Ambiental y el Dagma, las zonas más afectadas. Puntualmente, algunos de los botaderos están detrás de la Terminal de Transportes, sobre la ribera del río Cañaveralejo (frente al Coliseo del Pueblo), Carrera 7 con Calle 70, el corredor de las calle 25 y 26, la Carrera 10 entre calles 13 y 15 y las vías Cali-Jamundí y Cali- Candelaria.Un promedio de 2,5 millones de toneladas de escombros permanecen depositadas en zonas verdes, separadores viales y lotes baldíos, de acuerdo con el Dagma.Aunque la escombrera de la Carrera 50, en el sur de Cali, es el único sitio autorizado para disponer en la ciudad, la preocupación está en la aparición de cinco escombreras ilegales de grandes proporciones. El caso más delicado se reporta al lado de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, Ptar, de Emcali, donde más de 9.000 metros cúbicos de escombros se encuentran sobre la vía principal de acceso a este sitio y otras zonas del barrio Petecuy I. La montaña alcanza los tres metros de altura y más de 200 metros de largo. “Desde hace seis meses comenzaron a traer las basuras y ya están a punto de taponar la vía. Nadie le pone control a esto”, dijo Beatriz Salinas, de la Asociación Ambiental Guardianes del Canal, que funciona en ese sector.De acuerdo con la directora del Dagma, Beatriz Orozco, “esto ha pasado en las narices de la Policía, que ha permitido el paso de vehículos, carretillas y demás a ese sector. En realidad ha faltado un mayor control en general”. Como este hay otros cuatro sitios ubicados en el Oriente con las mismas características. “Nos ponen ‘entre la espada y la pared’ con el tema de vigilancia, pero esto está pasando porque no hay un sitio de disposición legal en el Norte. Es responsabilidad del Municipio definirlo”, dijo el comandante de la Policía Ambiental, sargento primero Ángel Ñañez.Malas prácticas“Nosotros podemos limpiar los espacios, pero si a los quince días los carretilleros vuelven y arrojan escombros ¿qué podemos hacer?”, argumentó Beatriz Orozco.Caterine Arteaga, coordinadora de relaciones con la comunidad de Ciudad Limpia (empresa del servicio de aseo), “el problema es que la gente cuando hace sus construcciones genera escombros y alimenta este fenómeno pagándoles a las personas que disponen en cualquier sitio”. “Incluso, algunos botaderos son manejados por pandillas que se lucran del tema”, denunciaron agentes de la Policía.El sargento primero Ángel Ñañez dijo que “este mes hemos puesto quince comparendos ambientales a estas personas por disponer en sitios prohibidos. Pero es claro que esto tiene de fondo un problema social”.Aunque la autoridad ambiental apoya el fallo judicial que retiraría a los carretilleros de las calles de Cali, algunos voceros del gremio, como Jorge Londoño, dicen que “sabemos que hay mucho indisciplinado, pero no somos todos. Los escombros nos sirven para vivir”.

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