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Sidoc, una empresa con sentido social

La historia reciente de Siloé demuestra que los procesos de transformación de ciudad son posibles cuando se trabaja con decisión y empeño para lograrlos.

30 de abril de 2015 Por:

La historia reciente de Siloé demuestra que los procesos de transformación de ciudad son posibles cuando se trabaja con decisión y empeño para lograrlos.

Desde el año 2005 el emprendedor social Maurice Armitage y su familia, a través de la Fundación Sidoc, iniciaron la intervención de esta zona de las laderas de Cali, estigmatizada por la violencia, y hoy, una década después, no solo se ha cambiado la mirada de la ciudad hacia Siloé, sino que también se ha levantado la autoestima de quienes allí habitan y se han encausado muchas vidas a través de la educación, la cultura, el deporte y el emprendimiento.

El primer paso de esta transformación fue la pintatón, un proceso que permitió crear un vínculo entra la comunidad y la Fundación Sidoc.

“Ese sueño comenzó a pintarse de manera conjunta con dos organizaciones de base: La Fundación Nueva Luz y la ACCR, lo hicimos literalmente con brocha en mano, pintando de blanco las fachadas de quienes querían pasar la página de un pasado oscuro, pintamos más de 7.500 fachadas”, cuenta Armitage.

Al reflexionar sobre lo que ha sido este proceso, Maurice Armitage dice que “la pintatón de Siloé fue un pretexto porque debe entenderse como uno de los medios para llegar al fin que es el cambio no sólo físico sino además social de un territorio donde lo más importante es la transformación de la vida de las personas”.

Música para la vida

Así fue que llegó la música. Con su hija Christinne, Maurice Armitage empezó a buscar una fuente de ocupación cultural para los niños y adolescentes de Siloé con la convicción de que un joven que empuña un instrumento, jamás empuñará un arma.

“Creamos la Orquesta sinfónica infantil y juvenil de Siloé y luego llegó la de Tambores con una apuesta de conciencia ambiental que alegra la comuna, a través de música producida a partir de instrumentos elaborados con material reciclable”, cuenta el presidente del grupo Sidoc.

En total son 200 niños músicos con un proyecto de vida que garantiza que no caerán en los tentáculos de la violencia y que despiertan la admiración de sus familiares, vecinos y conocidos en el barrio.

Deporte y esperanza

La intervención en jóvenes de Siloé no terminó allí, el fútbol y el deporte llegaron a complementar este esfuerzo.“Buscamos que los niños y jóvenes de Siloé hicieran del futbol un cúmulo de experiencias para la sana convivencia, con una metodología que permite la resolución de conflictos a partir del juego”, cuenta Maurice Armitage.

Hoy mil niños de la Comuna 20 juegan el balonpié a partir de las reglas del programa Fútbol para la esperanza.

Emprendimiento y oportunidades

Conscientes de que la cultura y el deporte son importantes, pero sin generación de ingresos no se iba a romper el círculo, Maurice Armitage y su equipo se propusieron formar para el emprendimiento y la empleabilidad. Fue así como llegó el Centro Alaya a Siloé, una experiencia exitosa creada por la Universidad Icesi para fortalecer estos dos polos de generación de ingresos.

Hoy, cualquier habitante de Siloé sin empleo o con un negocio o emprendimiento en mente puede acercarse al Centro Alaya para capacitarse sin costo, tener orientación e incluso, buscar financiación y capital semilla para emprender.

“Hablar de la intervención social en Siloé me emociona porque prueba cómo las personas y sus familias pueden cambiar el rumbo de sus vidas favorablemente cuando se lo proponen y encuentran quién les tiende la mano”, reflexiona este empredor social.

Dentro del trabajo impulsado por la Fundación Sidoc en Siloé se construyó un parque mirador que soluciona, en parte, la ausencia de escenarios para el esparcimiento en este barrio, que es un territorio hacinado con sólo 11 centímetros cuadrados por habitante.

No es fácil que Maurice Armitage acceda a hablar sobre la transformación de Siloé, pues desde que aceptó ser candidato a la Alcaldía de Cali decidió no mezclar este proceso con su aspiración política.

“Al decidir la lanzarme a la Alcaldía hicimos un pacto sagrado en mi familia: blindar nuestro proceso social en Siloé de toda dinámica política electoral que pudiese afectarlo. Es el precio de la construcción de confianza con la comunidad”.

Por esa razón Armitage dio la orden a los miembros de su campaña de no pedir ni un solo voto en Siloé, porque considera que sería  “hacer lo que hacen quienes utilizan lo social para hacer política”.

De la mano con la comunidad

La transformación de Siloé ha sido posible gracias a la vinculación de la comunidad al proceso y al apoyo que organizaciones de base le han dado al mismo.

David Gómez, de la Fundación Nueva Luz, que realiza trabajo social en Siloé, sostiene que la labor adelantada por Maurice Armitage y la fundación Sidoc ha sido fundamental para la transormación del barrio.

“Eso se debe a don Maurice, si no hubiera sido por ellos, no habríamos avanzado todo lo que hemos avanzado, ellos han ayudado a cambiar la mirada de la ciudad hacia Siloé, con recursos propios de ellos, y tomaron la decisión de meterse a una zona donde nadie se había metido”, dice Gómez.

Carmen Rosero, dinamizadora del programa Fútbol para la esperanza, cuenta que a través del deporte se ha evitado que muchos niños y jóvenes de Siloé lleguen a la delincuencia.

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