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¿Se quedará sin heredero político el alcalde Jorge Iván Ospina?

A pocos meses de las elecciones regionales el movimiento que llevó al cargo al actual Alcalde de Cali afronta serias diferencias internas, lo que plantea varias dudas en la ciudad.

13 de febrero de 2011 Por: Hugo Mario Cárdenas l El País

A pocos meses de las elecciones regionales el movimiento que llevó al cargo al actual Alcalde de Cali afronta serias diferencias internas, lo que plantea varias dudas en la ciudad.

En medio de la incertidumbre que reina en la ciudad por lo cerrada que sería la disputa entre los diferentes partidos por la Alcaldía, un dilema aparte enfrenta Podemos Cali, el movimiento que llevó a Jorge Iván Ospina en el 2007 al primer cargo de la ciudad.Mientras algunos dirigentes del movimiento señalan que tan pronto se eligió a Ospina se dejó a la gente “botada en el camino” y se han desaprovechado estos tres años para consolidar una estructura política, otros aseguran que, “al contrario”, es el único movimiento que siguió trabajando en formación y fortalecimiento de las bases populares.De lo que no cabe duda es que a menos de nueve meses de las elecciones ni los precandidatos tienen la certeza de cuáles serán las reglas de juego para sacar al candidato único, al punto que cada cual anda como una rueda suelta por su lado a pesar de que una división a estas alturas del paseo sería fatal en la aspiración de la colectividad de retener la Alcaldía.De hecho, muy poca o ninguna comunicación han podido sostener con el líder natural del movimiento, el alcalde Jorge Iván Ospina, los exfuncionarios que dejaron sus cargos para no inhabilitarse para las elecciones: Argemiro Cortés, Johannio Marulanda y Fabio Cardozo.A este panorama se suman otros rumores que han motivado desazón en Podemos Cali y que apuntan a que a Ospina no le gusta ninguno de los aspirantes, que su carta era el secretario de Hacienda, Juan Carlos Botero, y que al Alcalde lo que le interesa es quedar bien con el vicepresidente Angelino Garzón y abonar el camino para salir de la Alcaldía directo a un cargo del orden nacional.Pese al panorama de fondo, quienes han mostrado algún inconformismo aseguran que sus críticas tienen un sentido constructivo y que están aún a tiempo de recoger las banderas y retomar el sendero que los llevó hace cuatro años al triunfo.El trabajo y la formaciónPese a esas críticas “constructivas”, dirigentes de Podemos Cali aseguran que el hecho de haber salido victoriosos en los últimos procesos electorales afrontados, prueba que sí se ha seguido trabajando en las comunas de Cali a través de los Grupos de Apoyo y Transformación social, Gatos.“Somos un movimiento activo, trabajando sobre una base programática y eso nos ha permitido ganar en los últimos procesos que hemos participado: nuestra lista fue la más votada en la elección de delegados para en el congreso del Polo, en la elección del candidato presidencial fuimos mayoría en el respaldo a Gustavo Petro, sacamos 7 de 10 lugares posibles en las elecciones de veedores para las megaobras y se llevó al Senado a Mauricio Ospina”, explicó un alto dirigente.Sin embargo, el ex secretario de Planeación Johannio Marulanda considera que Podemos Cali no es consciente de que está en el gobierno, “que no ha sabido administrar el triunfo ni su ventajosa posición frente a otros movimientos para darle continuidad a una política que ha sido relativamente exitosa”. “Como Podemos Cali no es consciente de eso y no ha mostrado la madurez correspondiente, no sabe qué hacer de cara a las elecciones y dice en una actitud abierta que salgan todos los que quieran a disputarse la Alcaldía sin fijar un criterio y sin formular unas metodologías precisas, lo que nos coloca en una actitud casi que de confrontación entre nosotros mismos y eso hace mella a las posibilidades del movimiento”, dijo Marulanda.Por su parte, el ex secretario de Tránsito Fabio Cardozo indicó que no han mostrado vocación de poder, “que fue una expresión popular importante que llevó a un candidato independiente a emprender un proceso de renovación de la ciudad, que le dio un timonazo a Cali, pero el movimiento ha tenido muy poca presencia en el acontecer municipal, no logró articularse como expresión política y se ve débil en las comunas”.“La verdad es que nosotros nos pusimos a gobernar y hubo otras personas que debieron haber asumido la conducción y el fortalecimiento del proyecto y no fue posible; por eso se fue debilitando. Pero en sentido contrario, el Gobierno se fue fortaleciendo y lo que faltó fue impulso, vocación de poder, vocación política y la necesidad de darle continuidad a un proyecto que movió los cimientos de la sociedad caleña”, dijo Cardozo.Sin embargo, Alejandro Ocampo, ex candidato a la Cámara y dirigente de los llamados Gatos, aseguró que Podemos Cali ha seguido trabajando y que tiene grandes posibilidades de retener la Alcaldía en la medida en que se consolide una sola idea, la popularidad del Alcalde siga creciendo y se elija rápido a un candidato que garantice la continuidad de este gobierno.“El movimiento siempre ha trabajado; antes y después de la elección de Jorge Iván. Lo que no hemos tenido, quizá por celos, por problemas individuales o por falta de planificación, es voceros del movimiento en lo público y eso ha mermado la gestión”, manifestó Ocampo.Para el precandidato Argemiro Cortés, “Podemos aún es un movimiento en formación y sólo a partir de ahora, de la definición de esta campaña, tenemos que fortalecerlo, volverlo a unificar y a tener como plataforma ideológica, pero creo que hay que volverlo a reconstruir”. El debate políticoPolíticamente, es evidente que el movimiento aún no ha generado una relación sólida con sus precandidatos a la Alcaldía para las elecciones del 30 de octubre. Entre otras cosas, dicen, porque dentro del movimiento se han venido gestando una serie de vertientes o corrientes que tratan de imponer sus voluntades.Hay una línea ideológica en la que está el coordinador del movimiento Alfredo Valenzuela y que impulsa el nombre de Argemiro Cortés. Y de otro lado está el sector que responde a Diego Ospina, hermano del Alcalde, quien trabaja más lo político y la contratación, y que defiende la aspiración de Fabio Cardozo.Pero mientras en el movimiento estas diferencias demandan la atención de sus dirigentes, el tiempo corre y se pierde terreno con otros aspirantes y partidos.A Johannio le preocupa que no haya claridad a estas alturas del proceso sobre la forma en la que se elegirá el candidato único por la Alcaldía de Cali.“No está definida la manera en la que se hará y dudo mucho que encontremos un procedimiento de consenso porque no hay claridad; los demás movimientos se organizan y Podemos Cali patina en tres ruedas y esta es, por supuesto, una crítica constructiva porque sé que si nos unificamos y atraemos otras fuerzas, tenemos garantizada la victoria”, indicó.El País supo que el aval se le otorgaría al candidato que por consenso reúna mayores respaldos dentro y fuera del partido. Segundo, se haría una convención en marzo y unos 400 delegados elegirían. Por último, se contrataría una encuesta.Ya en el uno a uno, la posición más desventajosa la tiene Fabio Cardozo por la discusión pública que tuvo con el Alcalde por la elección de su sucesor en la Secretaría de Tránsito, aunque un sector se muestra firme en respaldarlo.Johannio Marulanda es bien visto dentro del movimiento, sin embargo no logra suscitar mayor respaldo y su candidatura, pese a sus calidades, no despega.Así las cosas, la balanza se inclina en favor del ex secretario de Cultura Argemiro Cortés, quien concita más respaldos en torno a su nombre y sería el punto común entre Ospina y el vicepresidente Garzón.“Es indudable que tengo un favoritismo, pero en las bases de Podemos Cali, donde hay un reconocimiento al trabajo que he hecho”, dijo Cortés.Las otras realidadesPero hay otras realidades dentro de Podemos Cali que no se han ventilado. Entre ellas el malestar de la gran mayoría de sus dirigentes con Mauricio Ospina, de quién dicen fue un “puntillazo” para Podemos.“Estamos muy arrepentidos de haber votado con Mauricio Ospina. Pero nadie se atrevió a enfrentar al Alcalde y reclamarle que ese no era un espacio para un delfín, sino para alguien de movimiento con trayectoria jerárquica y compromiso social y política. Luego ganó y no le volvió a pasar al teléfono a nadie”, señaló un dirigente.Pero si para la Alcaldía hay diferencias, más complicado aún podría resultar la conformación de listas para el Concejo. Podemos Cali aspira a obtener dos curules, sin embargo, su capital político lo estiman en 14.000 votos, con lo que sólo alcanzarían, dicen los analistas, para sacar un concejal. ¿Y en qué dirigente recaería tal dignidad?Hasta el momento los nombres que han saltado como aspirantes al Concejo son los de Alfredo Valenzuela, coordinador e ideólogo político de Podemos Cali, y el de Alejandro Ocampo, ex candidato a la Cámara y que cuenta con un respaldo importante de un sector de los Gatos.A esa lista entraría, según conoció El País, el hoy precandidato a la Alcaldía y ex secretario de Planeación Municipal Johannio Marulanda, a quien esta semana le pedirían que deponga su aspiración. El simple anuncio ya genera malestares y la división, dicen, parece inminente.El concejal Édison Ruiz, del PIN, fuerte crítico de la Administración, cree que a Podemos Cali lo han inflado demasiado. “Si a Podemos Cali le va bien en estas elecciones, pone un concejal. Si para Senado estuvo toda la administración al servicio de Mauricio Ospina, estando el Alcalde en su furor, y con alianzas y todo no sacaron ni 29.000 votos”.“Si Ospina ganó la Alcaldía fue porque entre el senador Juan Carlos Martínez y el PIN, antes Convergencia Ciudadana, le pusimos más de 66.000 votos del Partido y 7.000 más por un movimiento de negritudes que teníamos”, agregó.

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