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Se enciende polémica por contrataciones 'a dedo' en Cali

El balance de Auditoría General de la República reveló que las entidades públicas en Cali ejecutaron 5.636 contratos que se suscribieron sin realizarse licitaciones para su adjudicación.

19 de agosto de 2011 Por: Redacción de El País

El balance de Auditoría General de la República reveló que las entidades públicas en Cali ejecutaron 5.636 contratos que se suscribieron sin realizarse licitaciones para su adjudicación.

Una candente polémica desató en Cali la publicación del balance de Auditoría General de la República, en el que se alerta sobre el abuso de la contratación directa en la ciudad.Según el informe, en los primeros seis meses del año las entidades públicas de Cali ejecutaron recursos por más de $7 billones a través de 5.636 contratos que se suscribieron sin realizarse licitaciones para su adjudicación.Fredy Céspedes, director de Proyectos Especiales de la Auditoría General, explicó que la cifra fue el consolidado de una recopilación de información basada en los presupuestos de la Alcaldía de Cali, entidades descentralizadas, hospitales, empresas de servicios públicos y los informes que la Contraloría Municipal emitió sobre ellas.Contratación a través de fundaciones, cooperativas y universidades y firma de convenios interadministrativos que conllevan a subcontrataciones es lo que, según el funcionario de Auditoría, viola los principios de la ley.“Esto nos lleva a concluir que efectivamente en Cali se están desconociendo los principios de selección objetiva y el principio de la comparación de ofertas para asignar al mejor proponente”, dijo, refiriéndose a que en Cali “se adjudica casi que a dedo”.En respuesta al informe, Juan Carlos Botero, secretario de Hacienda de Cali, explicó que si se sumaran los presupuestos de la Alcaldía, la Emru, Emcali, El Hospital Universitario, y las Empresas Sociales del Estado, ESE, el total no superará los $3.6 billones “por lo que es una cifra exagerada y es casi imposible contratar por $7 billones sin recursos”.Para Alma Carmenza Erazo, contralora Municipal, las cifras presentadas en el estudio no son correctas y aseguró que, al parecer, se habrían presentado errores en la interpretación de los datos recolectados por la Auditoría. “Si hubiéramos visto un desfase de $7 billones lo habríamos alertado. Es una cifra muy alta para el presupuesto de la ciudad. Además, nunca confrontaron la información que recolectaron con nuestros informes”, dijo la Contralora de Cali. El enredo de la contratación directaLa contratación directa es una modalidad por medio de la cual los entes territoriales pueden adjudicar recursos sin llevar a cabo procesos licitatorios. Sin embargo, la ley establece que este tipo de contratación sólo puede realizarse en casos excepcionales y sin superar los procesos de concurso público. Alma Carmenza Erazo, Contralora de Cali, asegura que el balance que tiene en sus manos es distinto al presentado por la Auditoría General de la República.El informe de contratación de la ciudad (que según la funcionaria es un concepto preliminar y que es objeto de verificación) indica que entre enero y junio de este año, la Administración Municipal firmó 4.282 contratos por valor de $570 mil millones. Según María del Pilar Cano Sterling, directora Jurídica de la Alcaldía, “es imposible hablar de una contratación de $7 billones cuando el presupuesto del Municipio no supera los $1,6 billones anuales. Esa cifra es lo que nos hemos gastado durante los cuatro años de Gobierno, lo que demuestra serias inconsistencias en un informe que está alejado a la realidad”. Al respecto, Fredy Céspedes, director de Proyectos Especiales de la Auditoría General de la República, aseguró que “entonces la Contraloría deberá ponerse a verificar sus cifras”.Prestación de servicios y anticiposReseña el informe que Cali ocupa el cuarto lugar en la suscripción de contratos por prestación de servicio en Colombia, al encontrarse 8.997 contrataciones por valor de $537 mil millones. Pero para Juan Carlos Botero, secretario de Hacienda de Cali, el dato no es cierto pues asegura que hasta el momento se registran entre 2.500 y 3.000, que corresponde a los funcionarios que trabajan en la Alcaldía.Según Botero, esta contratación no supera los $17 mil millones. Dice además el documento que Cali ocupa el segundo lugar a nivel nacional en materia de entrega de anticipos en contratos por prestación de servicio, acción por la que se giraron este año $134.144 millones. “La finalidad del anticipo es que ese valor se destine al desarrollo de la actividad contractual, lo que no es muy claro cuando se trata de actividades intelectuales”, señala el estudio. Al respecto, María del Pilar Cano Sterling asegura que “no se han hecho tales anticipos. El informe es impreciso y carece de verdad”.Contratos para privilegiar amistades Un caso que sirve de ejemplo para entender el fondo de las críticas que hace la Auditoría General de la República a la contratación directa en Cali es el de Julián Toro Arzayus, un ingeniero civil especializado en estructuras metálicas, que es el responsable de construir e instalar el techo del estadio Pascual Guerrero.El País encontró claros indicios de amistad entre Toro y Yecid Cruz Ramírez, gerente de la Empresa de Renovación Urbana, Emru.Toro y Cruz compartieron clases en la escuela militar José María Cabal y luego en la Facultad de Ingenierías de la Universidad del Valle, donde también se conocieron con la esposa del Alcalde de Cali, Marcela Patiño, y el profesor Johannio Marulanda. Todos hicieron parte de la actual Administración Municipal.Los archivos de la academia militar comprueban que Cruz se graduó en 1994 y Toro en 1996, además, en sus perfiles de la red social Facebook, donde son amigos, se puede ver que comparten con otros conocidos que también tuvieron relación con la Alcaldía de Cali.El que sean amigos no sería ningún problema y mucho menos un delito, sino fuera porque Cruz, como gerente de la Emru, le adjudicó tres contratos a Toro que sumados superan los $448 millones, lo que podría configurar un tráfico de influencias o un conflicto de intereses.El primero de los contratos con que Cruz favoreció a Toro fue firmado en diciembre del 2008 por valor de $98 millones y tenía como finalidad “realizar los diseños estructurales de la ciudadela educativa Nuevo Latir”.El 18 de ese mismo mes fue contratado para otro diseño estructural. Esta vez se trató de la intersección vial de la Autopista Sur con Carrera 44, trabajo por el que recibió $80 millones más.El tercer contrato, por valor de $270 millones, se firmó un año después y su objeto era “realizar las obras del plan de enlucimiento de diversas zonas sobre el corredor de la Carrera Primera en el tramo comprendido entre la Calle 70 y el río Cauca”; incluía acciones para el mantenimiento y reemplazo de partes deterioradas físicamente.Para que Toro obtuviera estos contratos no tuvo que esforzarse mucho, ni competir con nadie, ya que esos negocios se hicieron por contratación directa, de acuerdo con el estatuto de la Emru y gracias a recursos provenientes de los múltiples convenios interadministrativos que firmó el alcalde Ospina.Al respecto Cruz declaró que si bien estudió en el mismo colegio con Toro, “sólo nos distinguíamos de vista”. Además, aclaró que llegó a la entidad en febrero del 2009 y que por eso sólo le adjudicó el contrato de $270 millones. No dijo desde cuando son amigos en Facebook. Las críticas de la Auditoría General son precisamente por “el uso indebido de la contratación directa para privilegiar personas naturales o jurídicas, lo cual va en contra del principio de selección objetiva y de la igualdad y moralidad que constituyen la garantía para el Estado, de que se contrate en las mejores condiciones de precio, calidad e imparcialidad”.

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