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Renunciar y viajar, la otra forma de conocer el mundo

Estos vallecaucanos enamorados renunciaron a sus respectivos trabajos y llevan 1 año y medio recorriendo el continente en carro.

2 de marzo de 2016 Por: Redacción de El País.

Estos vallecaucanos enamorados renunciaron a sus respectivos trabajos y llevan 1 año y medio recorriendo el continente en carro.

¿Cuándo fue la última vez que soñó con renunciar a su trabajo, a su casa, a  su mundo para irse a viajar sin itinerario ni destino, antes de sentir una culpa injustificada y dejar atrás sus sueños?

Andrés Felipe Álvarez y Lina Marcela Ruiz  vencieron los miedos y prejuicios. Renunciaron a sus respectivos trabajos, compraron un Renault Kangoo al que bautizaron como ‘La Jebi’, vehículo que cuenta con suficiente espacio para poder llevar todo lo necesario, le hicieron los ajustes mecánicos de rigor y  rediseñaron su interior para almacenamiento. Con algunos ajustes se convierte en una cama de 1.90 metros, también le instalaron una cocina a gas y arrancaron.

Él trabajaba como reportero en un periódico. “Viví una evolución en el oficio que me permitió aprender muchísimo de la escritura, la fotografía, el video y sobre todo a encontrar historias que pasan desapercibidas normalmente”.

Ella, al momento de renunciar, era gerente de logística de una de las compañías de lácteos más grandes de Colombia. Tenía a su cargo la operación de Valle, Cauca y Nariño.  

Según cuenta Andrés, un día, estando en la oficina, encontró  en Facebook el proyecto viajero de una pareja de periodistas argentinos que renunciaron a su trabajo en la radio para dedicarse a viajar en una kombi antigua. “Creo que desde ese momento empecé a soñar con hacer un viaje largo junto a Lina y aprovechar nuestras capacidades para poder vivir viajando. Luego, cuando estos chicos iban cruzando  la frontera entre Ecuador y Colombia, los invité a quedarse en nuestra casa para compartir experiencias y conocer un poco más de su aventura”.

La historia se repitió con varios viajeros, y su casa se convirtió en una especie de hogar de paso para nómadas, con quienes no solamente compartían un espacio sino también comida, amistad y memorias de viaje. “Surgió la pregunta: ¿Si ellos pueden, por qué nosotros no? Pasaron cerca de dos años hasta que nos decidimos a dejar la comodidad de la oficina para saltar al vacío de lo inesperado”.

En esta aventura ya llevan un año y medio. Y no han sentido ganas de volver. Empezaron con Alaska como meta, pero desde ya sueñan con recorrer las calles de Asia. En este viaje han pasado por Colombia, Cuba, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Belice y México.

[[nid:513521;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/03/renunciamos-viajamos.jpg;full;{Fotos: Cortesía Renunciamos y Viajamos}]]

¿De qué viven? Es una de las cosas que más les pregunta la gente. Arrancaron con ahorros, no muchos, pero sí los suficientes para mitigar un poco la inexperiencia. “El paso de los meses y los kilómetros nos iba dejando sin dinero, pero íbamos ganando un aprendizaje y un ímpetu para rebuscarnos la vida en el camino y poder seguir adelante con nuestro sueño. Ambos somos fotógrafos profesionales, egresados de la Escuela de Fotografía del Valle,  y aprovechamos esos conocimientos para generar recursos. Así que imprimimos nuestras fotografías, en varios formatos, sobre todo como postales, y le contamos a mucha gente sobre nuestro proyecto viajero en playas, plazas, parques, ciudades, pueblos... hemos hecho exposiciones fotográficas que nos han generado algunos recursos. La vida viajando es posible financieramente hablando cuando uno encuentra un equilibrio entre ganar algo y gastar poco”.

Es por esto que ahorran en todo lo que pueden. Además por medio de su página  web www.renunciamosyviajamos.com ofrecen  publicidad a cambio de servicios. “Hemos hecho canjes con más de 60 hoteles, empresas de buceo, tours, transporte, intercambiamos nuestras fotografías por gasolina y siempre estamos atentos a las señales del viaje”, explican.

En su página web, además de narrar la crónica de su viaje,  también hay un apartado donde se indica cómo se  les puede dar un “empujón” económico con donaciones por medio de  tarjeta de crédito o débito o depositando en su  cuenta bancaria.

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No se debe subestimar el poder de las redes y la ayuda colectiva. La colaboración puede venir en muchas formas: con hospedaje, ayuda mecánica para ‘La Jebi’, publicidad, difusión de su página web, entre otras.

Una de las claves del éxito de su aventura es que tienen claras sus reglas de juego. “Vamos con la honestidad como estandarte de esta aventura. Si le damos nuestra palabra a alguien, la cumplimos a como de lugar. Nunca nos queremos pasar de vivos ni darle en la cabeza a otro. Respetamos las culturas ajenas y agradecemos el hecho de dejarnos vivir en ellas por un tiempo. Y cuando nos disgustamos por algún motivo charlamos y lo resolvemos rápido. Así la vida se nos ha convertido en un gozo ilimitado”, confiesan.

No  son pocos los que además de mostrar admiración por su “locura”, les piden consejos para tomar el  valor de salir al mundo. Su mensaje es claro: “No sólo para una aventura de estas, sino para cualquier cosa que quieran aprender en la vida. Confíen en sus talentos, sean honestos con ustedes mismos y con los demás y el camino se va a abrir sólo. No paren de buscar la felicidad por ningún motivo. Y si están viviendo encerrados en situaciones que no los hacen felices, pues renuncien y busquen por todos los medios una vida feliz. Toquen puertas, ayuden al que puedan y persistan”. 

Ya lo dijo Henry Ford: ‘Si crees que puedes, o que no puedes, tienes razón’.

Sin miedo a vivir lejos de casa ¿Qué es lo que más extrañan?A nuestra gente  y algunas comidas. Pero vivimos tantas cosas nuevas que no nos detenemos a extrañar. Siempre seguimos. ¿Qué han aprendido como personas, como pareja?El viaje es como un anciano maestro shaolín que te enseña a punta de palos e incomodidades que la vida no consiste en acumular cosas ni inventarse preocupaciones innecesarias. Hemos aprendido mucho, tanto como ningún salón de clases nos enseñó. El valor de la amistad, del agradecimiento, del respeto por los demás, por la naturaleza. Nos ha enseñado el inmenso valor del desapego y de esa cosa que ya casi nadie tiene en la vida: el tiempo. ¿Y como pareja?Este viaje es algo así como nuestro climax.  Llevamos 15 años juntos, somos novios desde niños y  atravesamos etapas como el colegio, la universidad, la vida laboral, vivir juntos, renunciar y viajar. Ahora trabajamos en un proyecto de vida que amamos y que cada día crece más, que es nuestra web y una comunidad de viajeros y soñadores que nos sigue desde muchas partes del mundo. Conocemos personas y lugares maravillosos y gozamos de nuestro amor 24/7. Estamos viviendo un idilio. ¿Cuál ha sido el día más difícil? No hemos tenido días malos, simplemente a veces las cosas no fluyen.En Cuba nos robaron en un camión cuando estábamos viajando desde La Habana hasta Santiago de Cuba.  Pero el día más duro fue cuando supimos que se murió nuestro perro Gandalf. Estábamos en Cancún, en el concesionario de Renault que le estaba haciendo reparaciones a ‘La Jebi’ y nos estaban entrevistando de un periódico local. Gandalf tenía 14 años y debido a un problema de cadera que tenía desde hace tiempo no podía moverse. Hubo que dormirlo. Vea algunas de las fotos de estos viajeros aquí También puede seguirlos en Facebook

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