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Cali recibe un nuevo grupo de sobrevivientes del terremoto de Ecuador

En el Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón se quedaron 66 de los 118 colombianos sobrevivientes que fueron repatriados este sábado. Los familiares los esperaban muy ansiosos.

23 de abril de 2016 Por: Redacción de El País

En el Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón se quedaron 66 de los 118 colombianos sobrevivientes que fueron repatriados este sábado. Los familiares los esperaban muy ansiosos.

[[nid:530047;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/04/ep001115679.jpg;full;{De los 118 Colombianos que estaban en Ecuador tras el terremoto: 66 llegaron a Cali y 52 a Bogotá. Los connacionales fueron evaluados por la Cruz Roja y la Secretaría de Salud de Cali. Familiares los esperaron en la zona de embarque del Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón.Jorge Orozco | El País.}]]

Entre abrazos y lágrimas fue recibido en el Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, que sirve a la ciudad de Cali, un nuevo grupo de colombianos sobrevivientes del terremoto de Ecuador quienes fueron repatriados este sábado a Colombia. Lea también: Este domingo, presidente Santos visitará zona afectada por terremoto en Ecuador

Cerca de las 5:15 p.m. de este sábado arribó a la zona de embarque del Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón el avión de la Fuerza Aérea de Colombia con los 118 colombianos sobrevivientes del terremoto que sacudió a Ecuador el pasado 16 de abril.  En cooperación con la Cruz Roja Internacional, la Cancillería de Colombia, y la secretaría de Salud Municipal, se atendió a las 66 personas que se quedaron en el Bonilla Aragón. Las 52 restantes recibieron atención médica y psicológica, y continuaron su viaje hasta el aeropuerto de Catam, en Bogotá.  De acuerdo con voceros de la Cancillería, entre quienes llegaron a Cali hay oriundos de municipios como Florida, Tuluá, Ansermanuevo, Cartago, Armenia, Pereira, Santa Rosa de Cabal, Popayán, Medellín y Ríonegro. En la zona de embarque  los familiares de las víctimas  esperaron pacientemente durante más de tres horas, ya que el vuelo procedente de la ciudad ecuatoriana Manta tuvo un retraso. Ese fue el punto de encuentro de los sobrevivientes provenientes de Portoviejo y Bahía para regresar a Colombia. Juliana Acosta, una joven de Yumbo, llevaba sólo tres días en Portoviejo cuando tuvo que ser internada y operada por una aguda apendicitis. Fue con el fin de visitar a sus padres, quienes llevan tres años viviendo en la población ecuatoriana. "Estaba en la camilla de la habitación recuperándome cuando empezó a temblar. Fue tan fuerte que me caí y fui a parar a la mitad de la habitación, todo se movía", relata Juliana. "Pasé momentos horribles, de angustia por no saber dónde y cómo estaban mis papás y de mucho miedo porque seguía temblando", cuenta. Luego de que reubicaran a los pacientes pudo encontrarse con su familia y posteriormente ser repatriada. A su llegada, fue asistida y recibida por sus familiares. La espera llegó a su fin

[[nid:529978;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/04/llegada-aeropuerto-sobrevivientes.jpg;full;{El avión de la Fuerza Aérea con los connacionales sobrevivientes del terremoto de Ecuador arribó al aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón pasadas las 5:00 p.m. del sábado. Foto: Elpais.com.co | Cortesía Cancillería de Colombia}]]

Hace cinco meses Sandra Milena Arias se despidió de sus hijos de 6 y 10 años. "Se fueron unos meses de vacaciones, a visitar al papá que vive allá. Cuando ya habían pasado unos tres meses me dijeron que se querían quedar, que es una ciudad muy bonita y que querían estudiar allá", cuenta. 

Al enterarse de la noticia trató de comunicarse con ellos pero sólo lo logró un día después. "Me contaron que les tocó caminar toda la noche de ese sábado hasta llegar a un lugar seguro, porque ellos se quedaban en un hotel a tres cuadras del mar en Manta y les dijeron que estaban en peligro pues había alerta de tsunami", relata. Los niños y su padre llegaron a una tienda, cerca al centro de la ciudad, y ahí pasaron la noche en colchonetas. Las dos noches siguientes durmieron en la calle, "por si volvía a temblar", dice la madre. Sandra comenta que fueron días muy difíciles para sus hijos, pues ellos relataban que las calles huelen a muerto y que en el lugar donde se refugiaron se estaba acabando el agua y la comida era escasa. Los dos menores fueron recibidos por la Cancillería y posteriormente repatriados. Un caso similar es el de Samuel Salazar, de 10 años, quien hace ocho meses partió desde Florida, Valle,  hacia Manta con permiso de su padre, para encontrarse con su mamá. Después del sismo, él y su madre, Yamilet Escobar, se encontraron con algunos conocidos y salieron de la zona de riesgo, pues vivían sobre la playa de la a ciudad.  En las escasas conversaciones que Samuel tuvo con su padre, le comentó que dormía totalmente vestido por el temor a tener que huir en mitad de la noche ante nuevos temblores. Rosario Rodríguez, abuela de Samuel, dice que el proceso fue demorado, pero finalmente todos llegaron a salvo. Luz Adriana Escobar de Yumbo, contó que se encontraba de visita en Ecuador cuando ocurrió el terremoto. "Estaba en el local comercial de mi hermana cuando todo se empezó a mover", dijo Luz Adriana quien agregó que nunca va a olvidar el pánico que sintió en ese momento.

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