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¿Qué tan seguro se siente usted viajando en el MÍO?

Aumentan quejas por hurtos en estaciones y buses del sistema de transporte masivo de Cali. El centro de la ciudad es la zona más crítica.

4 de diciembre de 2011 Por: Jessica Villamil Muñoz

Aumentan quejas por hurtos en estaciones y buses del sistema de transporte masivo de Cali. El centro de la ciudad es la zona más crítica.

Qué tan seguro se siente en el MÍO? Las opiniones están divididas. Las cifras no: cuatro personas son víctimas de hurto cada día en los buses o las estaciones del Sistema de Transporte Masivo, según el Comando de la Policía. Muchos ni siquiera se dan cuenta hasta el momento en que necesitan su billetera o su teléfono celular. Entonces y según ese promedio, este año unas 1.300 personas fueron víctimas de los dueños de los ajeno.Hernán González iba escuchando música en su teléfono y de un momento a otro el aparato dejó de sonar. Cuando buscó en su bolsillo ya no lo encontró. Dice que se lo robaron en la Estación Torre de Cali en el tiempo que transcurre entre atravesar la puerta de cristal del vagón y abordar el bus. “Cuando puse los pies en la franja amarilla el teléfono no sonó más. No estaba en el piso. Se me lo robaron”, asegura.El hombre, que sólo es usuario los días que tiene pico y placa, dice que no puso denuncia ante las autoridades porque no le interesa ser parte de una estadística. Él no es el único. Patricia Castrillón viajaba en un T31 y cuando llegó a su casa ya no tenía la billetera. Para no entrar en “trámites engorrosos” dejó las cosas así.El teniente Víctor Suárez, comandante de la Policía MÍO, explicó que son pocos los reportes de hurtos. El ‘cosquilleo’ no es la única modalidad. También hay raponazos y asaltos a mano armada.Un grupo de jóvenes salió de su universidad y cuando iba en el bus alimentador a mitad de camino, dos hombres con armas de fuego los obligó a entregar sus objetos de valor. Poco se pudo hacer. En otra oportunidad otro delincuente más osado usó un revólver de juguete. Ese día las víctimas contaron con fortuna y un policía vestido de civil viajaba con ellos.Autocontrol y cuidadoLa gente es muy despistada, dice una costeña mientras espera la ruta en la estación Chiminangos. Lleva 14 años en Cali y dice que el masivo “es lo mejor que le pudo pasar a la ciudad”.Señala a un joven que está parado delante de ella y manifiesta que cuando las estaciones están llenas hay que tener ciertas precauciones. “Mírelo a él: Lleva un maletín sin cierre y se lo echa para atrás. Cualquiera le mete la mano y él ni siquiera se da cuenta”, agrega.Minutos más tarde, un auxiliar de apellido López en la estación San Pascual confirma la teoría de la costeña:¿robos en el MÍO?-Todos lo que quiera, sobre todo en horas pico cuando las estaciones están más llenas.El joven indica que hay más peligro en el Centro, pero precisa que a mucha gente le falta aplicar las medidas básicas de seguridad. “Hay quienes piensan que es el forcejeo por entrar al bus cuando en realidad los están robando”.Pero el problema no es que las estaciones o el bus estén muy llenos. Federico Lozano, usuario del MÍO, también ha viajado en el metro de Nueva York y de Madrid. Comenta que en las ciudades colombianas es en la única parte que escucha a los viajeros molestos porque los buses pasan llenos.“Allá nadie se pelea con nadie para abordar el servicio. La comunidad debe entender que es la concepción de masivo. Uso en cantidad”, agrega.Corto romanceCuando se inició el servicio de transporte masivo en Cali la primera sensación de los usuarios fue la de seguridad: Vigilantes, policía y hasta cámaras de video eran el respaldo para los viajeros.Con el tiempo las estaciones más peligrosas fueron apareciendo en Fraydamián, Tequendama, San Pascual, San Bosco, Estadio y Unidad Deportiva. Esto pese a que hay un guarda de seguridad y dos auxiliares de la policía.Una mujer vestida de enfermera cuenta que ahí, en la estación Tequendama, se dificulta esperar buses cuando cae la noche. Relata que ‘pelados’ de Siloé se meten a las estaciones por las puertas de ingreso a los buses. A veces únicamente para no pagar el pasaje, otras para robar.Juan Carlos Orobio, jefe de Transporte de Metrocali, explica que la empresa no tiene datos precisos sobre cuántos robos se han registrado en el sistema. “Sabemos que hay problemas de seguridad y la Policía los investiga y son los responsables para tomar decisiones en el asunto. Además, para eso están las cámaras”.Sin embargo, el teniente Víctor Suárez, dice que definitivamente esas cámaras no sirven para judicializar a los delincuentes. “Ese sistema fue concebido para contabilizar a los usuarios. Las cámaras no tienen zoom, no tienen movimiento. Son estáticas y están dentro de los vagones, ni siquiera se puede ver para la calle y saber de dónde vienen o van los sospechosos”.Hernán González, el joven de la Estación Torre de Cali, al que le sacaron el celular mientras entraba al bus, dice que cuando le contó lo sucedido a su hermano éste le comentó que a una amiga le ocurrió lo mismo.Que una mujer alta, corpulenta y sin dientes había sido sorprendida. El Comandante de la Policía MÍO confirma la identidad de la chica. También la banda a la que apodan ‘Langostas’, que han sido capturadas, pero que son menores de edad. Siguen viajando en el sistema.

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