El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Cali

Artículo

Programa del HUV capacita a invidentes para afrontar la vida cotidiana

Desde 2010 el Hospital Universitario del Valle enseña habilidades para la vida cotidiana a personas que perdieron la visión.

14 de junio de 2015 Por: Melissa López Díaz | Reportera de El País

Desde 2010 el Hospital Universitario del Valle enseña habilidades para la vida cotidiana a personas que perdieron la visión.

[[nid:432429;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/06/invidentes_capacitacion.jpg;full;{Según cifras de la Secretaría de Bienestar Social de Cali, cerca del 17% de la población discapacitada en la ciudad, padece limitaciones de tipo visual. Foto: Elpais.com.co | Fotolia}]]

En Cali, 108 invidentes volvieron a ver.  Gracias al programa de Rehabilitación Integral Básica Funcional para el Adulto Ciego que desde hace cinco años ofrece el Hospital Universitario del Valle, HUV, personas con ceguera adquirida o congénita recuperaron una nueva  visión de la vida. Lea también: La historia de dos niños invidentes que promueven la lectura en Cali

Sí, por ejemplo, Vladimir Henao Muñoz, a  sus 19 años  sentía que ‘inútil’ era la palabra  que mejor lo describía. Después de  un robo con  arma de fuego, mas que algo material, el hecho le robó los ojos. Sin embargo, hoy, a sus 31 años,  sabe que la vida le cambió. “Yo vivo solo y preparo  mi almuerzo, hago aseo, incluso le ayudo a mi hijo con las tareas en el computador”, declara él. 

Fue así como hace cinco años, tras  terminar el programa en el HUV,  su autoestima y sus deseos  de progresar aumentaron. “Yo trabajo como cualquiera, y estos cambios y conocimientos que obtuve han sido de gran aporte para superar  mi condición”, dice seguro.

Este programa “brinda las herramientas necesarias para que estas personas,  logren  una vida independiente”, asegura    la terapeuta ocupacional María Fernanda Sánchez,   coordinadora del curso.   

  Con el compromiso de abrir en Cali un programa de rehabilitación visual, María Fernanda viajó a Japón para recibir un entrenamiento específico en el tema. A su regreso, y gracias a la alianza  entre el Centro de Rehabilitación para el Adulto Ciego de Bogotá (Crac), el Instituto para Niños Ciegos y Sordos de Cali y el HUV, se logró la conformación del programa.

 Hoy, fisiatra, sicólogo, fisioterapeuta, trabajador social, terapeuta ocupacional y tiflólogo (se encarga del proceso de  rehabilitación de invidentes), trabajan en conjunto para brindar un acompañamiento a los usuarios que  buscan  una independencia.

  De esta forma estos profesionales de la salud desarrollan actividades que “los invidentes eligen de forma voluntaria, a partir de sus necesidades y expectativas, el área en la que quiere trabajar, para así establecer un plan de trabajo”, dice Claudia Ruiz, tiflóloga del plan.

 El uso del MÍO, identificación del dinero, cocinar y el manejo del computador, son habilidades  que se  logran desarrollar durante los cuatro meses que dura el curso. “Queremos que ellos crean en sí mismos,  que vean que sí se puede enfrentar de nuevo la vida y ser personas productivas”, manifiesta María Fernanda.

Al egresar del curso, el discapacitado va a tener la posibilidad de participar en procesos de inclusión socio-laboral, según sus intereses. “De acuerdo con  su proyecto de vida, el usuario es remitido al Centro de Empleo Municipal para saber  si puede ser un candidato a ubicación laboral”, afirma la terapeuta.

 Los especialistas coinciden en estos cuatro aspectos que los usuarios adquieren durante el trabajo que se realiza en compañía de familiares y profesionales y que les devuelve esa nueva visión de la vida.

IndependenciaDespués de vivir un proceso de aceptación, los usuarios pueden adquirir la capacidad de  movilizarse de forma segura e independiente con el uso del bastón. La asesoría  de profesionales les permite aprender a desplazarse en la ciudad usando puntos de referencia o  haciendo uso del sistema de transporte masivo,  a cruzar las calles.  Igualmente, el acompañamiento de la tiflóloga   ayuda a tener un manejo fácil de las escaleras y el ascensor y saber  cómo hacer compras, a través de un entrenamiento vivencial. Habilidades El fuerte del área de terapia ocupacional  es  el entrenamiento en las actividades de la vida diaria, relacionadas  con la autonomía de la persona. “Para estos espacios contamos con una infraestructura segura que nos permite preparar alimentos y hacer la experiencia más real”, cuenta María Fernanda.  Es así como en esta parte del programa los usuarios aprenden cómo hacer un almuerzo o la preparación de cualquier tipo de comida, así como labores del hogar: barrer, trapear, lavar, planchar.  Sin embargo, el grupo de profesionales asegura que los resultados están muy determinados por el empeño, dedicación y disciplina que el paciente tenga. Leer y escribir La tiflóloga del programa Claudia Ruiz, cuenta que al inicio se hace una evaluación donde los seis profesionales valoran  al aspirante que desea ingresar al programa, entre ellas conocer si la persona tiene conocimientos previos en braille u otras alternativas de comunicación. En el caso de no ser así, esta área se encarga de brindar una formación en la que el paciente adquiere las herramientas necesarias para aprender a leer y escribir en braille. 
Cifras del programa Desde abril  de 2010 hasta diciembre de 2014 han egresado un total de 108 personas. De ese total,   78 han tenido la discapacidad visual adquirida y 29 personas ha sido congénita.  De esta población,  16 personas son provenientes de otros departamentos, 17 de otros municipios del Valle del Cauca y 75 son de la ciudad. En total  han sido  54 hombres y 54 mujeres atendidos.El 26 de  junio egresarán otras doce personas, por lo que será un   total  de 120.

 

AHORA EN Cali