El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Cali

Artículo

¿Por qué se dice que Cali es tan mala plaza para la realización de conciertos?

Expertos en espectáculos masivos explican este fenómeno y analizan posibles salidas a la situación.

14 de julio de 2013 Por: Redacción de El País

Expertos en espectáculos masivos explican este fenómeno y analizan posibles salidas a la situación.

La cancelación de un concierto de salsa el fin de semana pasado, que prometía reunir en un mismo escenario a las grandes estrellas de un género consentido para los caleños como lo es la salsa, revivió la polémica: ¿Cali es mala plaza para los conciertos masivos? ¿Por qué otras ciudades del país tienen ofertas variadas de espectáculos mientras Cali parece quedar por fuera de la agenda de las grandes estrellas? Un sondeo realizado por El País entre empresarios, productores y jefes de prensa de conciertos revela que en este tema las opiniones están divididas.Ellos reconocen que el público de Cali es exigente pero también que su comportamiento en cuanto a asistencia es absolutamente impredecible y situaciones como la gran cantidad de trámites, fechas y nómina de artistas, pueden en un momento poner en jaque un espectáculo público, sea gratuito o pago. “Cada vez que se cancela un concierto en Cali perdemos todos: la ciudad, el público, los artistas y la credibilidad y seriedad de los empresarios”, manifesta la periodista Pilar Hung. Al parecer, solo los conciertos de añoranza por el pasado, los de artistas consagrados que ya van de salida en sus carreras, tienen éxito masivo.El País presenta y analiza cinco factores que pueden determinar el éxito o el fracaso de conciertos en la ciudad y registra lo que nos hace brillar y lo que debemos revisar como ciudad para tener más y mejores opciones de entretenimiento masivo de cara al futuro. Menos trámites y más celeridad “La tramitología afecta el éxito de un espectáculo. Visitar 10 o 12 entidades para que te otorguen un permiso es dispendioso, además no te contestan a la brevedad, se toman su tiempo y lo dificultan todo porque cuando se trata de artistas internacionales hay que hacer la gestión de las visas por anticipado”, explica Edwin Villareal, productor de espectáculos gratuitos y pagos. El empresario Pablo Alexis Gómez, corrobora que “Cali es una de las ciudades donde más exigen documentos. Hay que visitar muchas dependencias y pedir los permisos con un mes de antelación y siempre los otorgan el último día”. Otros como Humberto Sarmiento, quien durante seis años ha realizado el llamado ‘Despechonato’, confiesa que se “exige según el empresario y gracias a los pasados eventos realizados se obtiene reconocimiento si ha cumplido”.Aplicar la Ley de Espectáculos Públicos“En Cali no se ha aplicado la Ley de Espectáculos, que tiene prevista una ventanilla única para tramitar. El empresario es el que arriesga y los de corbata en lugar de agilizar lo demoran a uno. Incluso hay que dar incentivos”, señala Pablo Alexis Gómez, empresario. Manuel José Álvarez, asesor de teatro y circo del Ministerio de Cultura dice que en Cali esa ley no se ha acatado en su totalidad: “No se sabe qué escenarios se usan, no se le informa al Ministerio de Cultura cuáles son los espectáculos que se montan, no se reservan las partidas de contribución parafiscal, sabiendo que los dineros que deberían recaudarse son para mejorar la infraestructura cultural. En los 18 meses que lleva de vigencia la Ley se han recaudado $18 .000 millones de pesos, casi $1.000 millones más que antes. En Bogotá van $9.500 millones y $4.000 en Medellín, pero en Cali se han recaudado $500 millones. Son bajos los recaudos allá”.Empresarios más serios“Es cierto que traer al mejor artista no garantiza el éxito en Cali. Influye mucho quién está detrás del evento, muchas veces eso hace que el evento gane o pierda credibilidad”, explica Humberto Sarmiento. Se sabe que una cancelación, por las razones que sea, representa mala imagen para la empresa organizadora y esa sombra le perseguirá a posteriores eventos. Por algo la petición es clara: revisar quién es el organizador y reconocer su trayectoria para identificar que sí se trata de una empresa seria.Repetir desgasta“Cali es una ciudad de modas y hay que tener en cuenta lo que está pegando. Eso se mide con lo que se escucha en la radio y lo que pasan en discotecas o eventos que marquen tendencia. Ahí es donde se toma el pulso de lo que puede gustar, dónde se puede hacer el concierto y posibles fechas porque la gente tiende -los fines de semana con festivo- a salir de la ciudad”, explica David Sarria, empresario y productor de eventos como el Black & White Tour Fest. Para Edwin Villareal Cali es impredecible, pues géneros o artistas que cualquiera daría por sentado que tendrían lleno total, a veces no invitan ni a comprar la boleta. “Ni siquiera los de salsa resultan ser masivos como uno pensaría, y eso ocurre porque en la ciudad falta diversidad de ofertas”. Comprender mejor la cultura caleñaDavid Sarria, quien ha estado al frente del Black & White Tour Fest, manifiesta que según el artista se debe definir el perfil del público al cual va dirigido el evento y eso marca aspectos como el costo de las entradas. También considera que para evitar descalabros hay que evaluar: cuántos eventos similares se han hecho y cuáles fueron exitosos. “Cali está viviendo una crisis y la gente se mide más a la hora de gastar, de modo que la boleta debe estar al alcance del publico”. El productor Edwin Villareal dice que en la ciudad “las prioridades de gasto están en el hogar. Y sacar $200.000 o $300.000 para una boleta es duro aquí”. Sarria pide no olvidar la idiosincrasia del caleño: “Es exigente, le gusta lo mejor pero sin gastar nada”.El caleño es muy exigente“Cali es una buena plaza, es de las plazas fuertes de Colombia. Los caleños son exigentes y miramos quién es el que organiza un espectáculo. Pesa mucho una empresa que haga las cosas bien”, dice Humberto Sarmiento, que durante seis años ha realizado ‘El Despechonato’. “No creo que Cali tenga problemas para hacer espectáculos. Lo que pasa es que hay que buscar el público y hacer eventos para 500 o 600 personas, en teatros. Otra cosa es cuando se espera a 15.000 o 20.000 personas, eso ya es muy difícil”, explica Alberth Saavedra, jefe de prensa de eventos.“Se ha reducido en un 70 % la falsificación de boletas gracias a los servicios de empresas de boletería y sus nuevos código de seguridad”, explica el empresario David Sarria.“El público responde siempre y cuando sea un buen artista y no se repita. A mí me ha ido bien, porque tratamos de renovar siempre y variar los géneros”, dice Pablo Alexis Gómez, empresario.“Los escenarios no son nuestro talón de Aquiles. Tenemos buenos sitios como el Centro de Eventos Valle del Pacífico, pero es extremadamente costoso”, anota David Sarria. Para mejorar“Tenemos serios problemas con los escenarios para los conciertos, necesitamos, por ejemplo, lugares masivos con techo para que no afecten la asistencia a los eventos por el clima. Falta más apoyo del público y credibilidad en los empresarios”, expresa la periodista Pilar Hung. “La empresa privada casi no apoya los eventos, no dan buenos patrocinios. Esta es la ciudad más mala para encontrar un patrocinador. Para que sea exitoso la mitad del valor del evento debe contar con el apoyo de la empresa privada”, dice David Sarria, empresario. “Aquí no existe la costumbre de interesarse por un espectáculo, averiguar con tiempo e ir a comprar la boleta, eso es muy complicado. En Cali no hay tanto público”, señala Alberth Saavedra, jefe de prensa de eventos. “A veces hay mafia entre ciertas personas de la logística contratada para un evento. Hacen el llamado carrusel en donde por cierta cantidad se permite el ingreso de personas, no una ni dos, a veces en grupos de 10, 15 o 20 personas”, cuenta David Sarria.“Hay que acudir a los eventos gratuitos, he estado en algunos a los cuales la gente no asiste”, dice el productor Edwin Villareal.

AHORA EN Cali