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¿Por qué no se ha podido sacar al HUV de 'cuidados intensivos'?

Tres meses después de acogerse a la Ley de Quiebras, el Hospital no logra encontrar una salida a su crisis. Este es su panorama.

5 de febrero de 2017 Por: Redacción de El País

El futuro del Hospital Universitario del Valle está hoy, más que nunca, en las manos de sus acreedores. Serán esas 700 personas jurídicas quienes decidan si la casa de salud más importante del suroccidente colombiano continúa funcionando como un hospital dedicado a la atención de casos de  alta complejidad médica o si esta institución de 61 años  es liquidada.

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 Y es que desde hace tres meses, cuando la Superintendencia Nacional de Salud autorizó el ingreso del HUV a la Ley 550 (o de Insolvencia), los ajustes que se han efectuado en el interior del hospital para estabilizar sus finanzas y aumentar la operatividad, no han dado los  resultados esperados.

El primer revés fue el reintegro de  171 empleados sindicalizados  que fueron despedidos en octubre, como parte del proceso de reestructuración de la casa de salud. Según cálculos de la Gobernación, el gasto adicional no calculado por el reintegro de este personal se tasa en $7800 millones anuales, lo que complica las finanzas del hospital y el pago a los acreedores. 

Otro punto en contra ha sido la caída en la productividad del hospital. Antes de acogerse a la Ley de Insolvencia y reducir el número de camas y servicios (se pasó de tener 550 camas a 442 y se focalizó la atención en servicios de alta complejidad como cirugía vascular, neumología, traumas complejos, etcétera), el HUV facturaba $11.500 millones. Tres meses después de la reingeniería, la casa de salud está facturando $6000 millones. 

María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle, asegura que estos “tropiezos” hacen necesario incrementar el número de años en los que se proyecta saldar la deuda de $252.000 millones con los acreedores. Cabe anotar que el modelo de la Ley 550 que se propuso inicialmente, y que fue aprobado por la Supersalud, tenía un escenario económico a siete años para cancelar la deuda.

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“Tendremos que incrementar en cinco años más el plazo de los pagos, debido al incremento de los costos y a que estos no se equiparan con la producción esperada del hospital. Ahora la promotora de Ley 550 está revisando las cifras financieras y organizando la primera reunión con los acreedores. Ellos examinarán la información y los nuevos acuerdos de pago y decidirán si aprueban o no ese ejercicio financiero; de ello depende la continuidad del hospital o su liquidación inmediata. El panorama es difícil, pero no imposible”, aseguró Lesmes, quien no descartó que en las próximas semanas sean reintegrados varios empleados de carrera administrativa que fueron despedidos en octubre, con la acogida de la Ley de Insolvencia. 

Así las cosas, indicó la funcionaria, con la ampliación del plazo de pago se pasaría de una cuota anual de $40.000 millones diferida en siete años  a un desembolso de $30.000 millones anuales, proyectados a doce abriles.

Ante un eventual escenario de liquidación del HUV, la gobernadora Dilian Francisca Toro manifestó que  el Departamento abriría otra entidad de alta complejidad, de carácter publica y universitaria para brindar estos servicios.

“Tenemos que estar preparados para reaccionar ante una posible liquidación a fin de asegurar la prestación de los servicios médicos de urgencias y de alta complejidad a los vallecaucanos, pero la prioridad de mi gobierno es salvar al HUV y no he dudado  un minuto en hacer todas las gestiones para lograrlo”, aseguró la Mandataria.

El País intentó comunicarse con el director del Hospital Universitario del Valle, Juan Carlos Corrales, para obtener su visión acerca de la situación actual de la casa de salud, pero no fue posible establecer contacto.

Para la diputada Juana Eloísa Cataño, hasta el momento no se ha llevado a cabo una “reforma de fondo ni de forma para que el hospital funcione. Los altos costos de operación se dan porque hay dos agremiaciones (Agesoc y Asstracud) que cobran por cada  empleado un valor y a esos trabajadores les pagan muchísimo menos, por lo que hay  sobrecostos y se está  beneficiando a terceros. Si no se modifica el modelo de contratación, el hospital no se va a salvar y la liquidación va a ser inminente”.

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Para Jorge Rodríguez, vicepresidente de Sintrahospiclínicas, el HUV “está acéfalo administrativamente, no hay un plan de contingencia para el control de gastos y, al parecer, habría una conspiración para liquidar el hospital porque algunos médicos dicen que no hay insumos para atender los pacientes, cuando sí hay los elementos para prestar el servicio. Se está trabajando en medio de un ‘plan tortuga’ para que el hospital no fortalezca su productividad y no incremente la atención”.   

 Por su parte, Héctor Fabio Osorio, presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Trabajadores de Salud, Fenasintra,  capítulo Suroccidente, advirtió que “la Ley 550 sin plata no va a servir para salvar al hospital, solo alarga la agonía en la que estamos. Además, con el cierre de servicios que estamos viendo, lo único que se va a lograr es que la facturación siga cayendo y se incumpla con los pagos a los acreedores. Esto va a terminar por empujarnos a una liquidación este año”.

Devolviendo pacientes

En el interior del HUV se estarían registrando prácticas irregulares en la atención de pacientes que estarían afectando directamente la productividad y el componente formativo que tiene esta casa de salud. Según la Secretaria de Salud y miembros de los sindicatos, en varias ocasiones durante los últimos meses se habrían remitido pacientes de alta complejidad a otros centros asistenciales.

“Hay médicos que están contra remitiendo los pacientes que llegan al hospital a clínicas privadas. Anoche (el miércoles) llegó un muchacho con un cuchillo clavado en la cabeza y no lo atendieron porque, supuestamente, no había anestesiólogo ni cirujano vascular. Los especialistas sí estaban, pero no les avisaron del caso y remitieron al paciente a la Valle del Lili.  Ese es un caso de trauma puro, de alta complejidad y por el cual el hospital siempre sacaba pecho, pero ahora ni siquiera se molestaron en atenderlo. Nos estamos quedando con pacientes que tienen gripa u hombros dislocados; con la población no asegurada, que es la que no paga”, aseguró Osorio.

Por su parte, Lesmes indicó que en el HUV hay “intereses para que el hospital no funcione”, pues las  remisiones se han dado aún cuando hay insumos. De hecho, en una sola noche (el 24 de diciembre del 2016), el hospital devolvió 56 pacientes.

De acuerdo con fuentes de la Superintendencia de Salud, la próxima semana se cumpliría una reunión con la Gerencia del hospital y la Secretaría de Salud para revisar los avances del nuevo esquema financiero del HUV, que empezaría a pagar sus deudas a partir de marzo.

A la espera de su liquidación Con los bolsillos apretados y a la expectativa. Así está gran parte de los 370 trabajadores no sindicalizados que fueron despedidos del HUV a finales de octubre del año pasado, pues tres meses después de haber sido notificados no han recibido su liquidación. Carmen Viáfara, quien trabajó como auxiliar de enfermería en el hospital durante los últimos 26 años, califica la situación actual de los empleados relevados como una “humillación”.  “Siempre se dijo que el personal de carrera administrativa sería el último en ser suprimido, pero no fue así. Los encargados  de la reestructuración no fueron rigurosos en la revisión de las hojas de vida y despidieron gente sin justificación. Muchos estamos viviendo una situación difícil, porque el único ingreso que teníamos era el trabajo en el HUV y esta es la hora que ni siquiera nos han pagado la liquidación”, dijo Viáfara, quien todavía guarda el mensaje de Whatsapp con el que el 26 de octubre a las 6:00 de la mañana le notificaron que no trabajaría más en el hospital. En la misma situación está Mariela Paz, quien trabajó como auxiliar de enfermería en Ginecobstetricia y fue liquidada con $5 millones luego de trabajar durante 17 años en el HUV.  ”Eso es una miseria, una falta de respeto luego de entregar la vida por el hospital. Traté de poner una tutela para que me reintegraran, pero el HUV respondió que no me iban a devolver el puesto porque no era una persona vulnerable. El Juzgado también rechazó la acción”, dijo Paz.  Ante esto, la secretaria de Salud Departamental, María Cristina Lesmes, manifestó que “a algunas personas sí les  hemos pagado, pero el desorden en el manejo de nómina del hospital ha hecho muy difícil definir los montos de la deuda. Hasta ahora se han  pagado $4000 millones por liquidaciones y hay unas personas que ya están en tránsito”. Expectativa por posibles reintegros La Gerencia General y la Oficina Jurídica del HUV  analizan actualmente varios casos de posible reintegro de trabajadores de carrera administrativa que fueron despedidos durante el proceso de reestructuración de la casa de salud, luego de su entrada en Ley 550 o de Insolvencia.  Aunque se desconoce la cifra de cuántos trabajadores podrían retomar sus cargos, la Secretaría de Salud del Valle advirtió que, de concretarse un nuevo reintegro, se revisará la contratación con las agremiaciones sindicales que hoy trabajan en el hospital. “Es muy posible que haya más reincorporaciones, por lo que deben ser retiradas personas de Agesoc y Asstracud para reajustar el personal de planta. Ese reajuste habrá que hacerlo, es inminente”, dijo la titular del despacho, María Lesmes.

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