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Polémica por controles al horario de establecimientos nocturnos de Cali

Propietarios de discotecas y bares de Granada, el parque del Perro y la Carrera 66 cuestionaron el Decreto de la Administración Municipal.

7 de mayo de 2012 Por: Redacción de El País

Propietarios de discotecas y bares de Granada, el parque del Perro y la Carrera 66 cuestionaron el Decreto de la Administración Municipal.

Los controles al horario de funcionamiento de establecimientos nocturnos realizados en las últimas semanas por las autoridades de Cali provocaron el descontento de los propietarios, pues consideran que la norma no es clara y tiene vacíos para su implementación.El Decreto 0380 de 2010 (ver recuadro), por medio del cual se reglamenta el horario para que bares, discotecas, estancos y demás negocios dedicados al expendio y consumo de licor puedan funcionar, al parecer carece de especificaciones técnicas que durante los últimos operativos han sido solicitadas por la Secretaría de Gobierno Municipal.En sectores como el Parque del Perro y la Carrera 66, por ejemplo, la autoridad ha exigido que los negocios que no funcionan como sitios de baile cierren a la medianoche, puesto que para funcionar por más tiempo deben tener una pista de mínimo 100 metros cuadrados, a pesar de que en la norma no se especifica dicho requisito.En el Parque del Perro, un propietario explicó que el uso del suelo de su negocio es de discoteca y mostró el documento que lo prueba: “Aún así, me obligaron a cerrar a las 12:00 a.m., que porque no tengo pista de baile”.Manuel Pineda, miembro de la Asociación de Establecimientos Nocturnos, Asonod, y dueño de un negocio localizado en la Carrera 66, agregó que “incluso a los restaurantes-bar reconocidos, que tienen permiso hasta las 2:00 a.m., los hicieron cerrar a las 12:00 a.m. Hicieron exigencias como que tuvieran cocinas más grandes, con más cocineros. En el operativo también dijeron que tener aire acondicionado en la pista de baile es requisito, pero eso no aparece en el decreto”, argumentó.Juan Carlos Orozco, propietario de una discoteca del sur de Cali, cuenta que ha tenido grandes pérdidas económicas como resultado de estos operativos que considera “arbitrarios”. “La gente se fue sin pagar las cuentas, perdí unos $2’500.000. Ya la Secretaría corrigió y me notificó que puedo trabajar hasta las 3:00 a.m., pero los clientes ya no vienen porque creen que seguimos cerrando temprano”.En un recorrido por la Carrera 66, el Parque del Perro y Granada, El País pudo constatar que, a las 11:00 p.m. de un viernes, la presencia de clientes en algunos establecimientos era muy baja.Al respecto, el abogado Víctor Hugo Vallejo explicó que este tipo de normas están sujetas a la interpretación de las autoridades. Según él, la ley no está para concertarla ni negociarla, sino para cumplirla y, aunque el decreto no especifique este tipo de detalles, quienes hacen los controles están en su derecho de establecerlos.Pero para el abogado constitucionalista y profesor en derecho policivo Gilberto Gómez González, el simple hecho de que el decreto fije horarios diferentes para cada tipo de negocio es una violación al principio de igualdad. “Independientemente de que los sitios sean para bailar, escuchar música, jugar sapo o sean ‘salas de masaje’, a lo que se dedican es al expendio y consumo de licor. Que no haya un horario unificado para todos es una distinción odiosa y caprichosa”, afirmó.Además, señaló que en estos casos no es apropiado tomar por sorpresa los sitios, pues los clientes se ven afectados por un control que es netamente hacia los dueños. “Incluso me atrevería a pensar que hubo extralimitación de funciones por parte de las autoridades”, precisó.Mauricio Valencia, dueño de un café-bar y una discoteca, entiende la norma, pero piensa que sería más apropiado que primero indicaran qué adecuaciones se deben hacer “y no llegar a las patadas. Vienen de a 30 policías y hasta con perros y no escuchan argumento alguno”. Lo que dice la autoridadSi bien el secretario de Gobierno Carlos José Holguín admite que el decreto necesita ajustes que actualmente están siendo estudiados, es radical en afirmar que “esta ciudad necesita que le pongan orden”.“El tema aquí no es si se baila o no se baila, sino que se cumplan las normas. Estoy seguro de que si se les obligó a cerrar más temprano, es porque alguna regla estaban infringiendo”, aseveró.Holguín aseguró que los operativos se han hecho en toda la ciudad y no exclusivamente en algunos sitios. Además, dijo, no sólo se ha regulado el horario, sino el ingreso de menores, las normas urbanísticas y permisos, entre otros.Añadió que se ha dado un plazo de 30 días a los dueños de los establecimientos para que presenten los papeles en regla y expongan su caso: “Vamos a revisar uno por uno, porque todos están en circunstancias diferentes”.De hecho, la subdirectora de Ordenamiento Territorial, María Fernanda Penilla, explicó que para dar los usos de suelo “al POT lo único que le interesa es que son sitios que expenden licor. Si son bares, discotecas, billares o otro tipo de establecimientos, nos es indiferente. Es Gobierno quien decide si tienen o no el mismo horario”.

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