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Polémica por construcción de clínica en Ciudad Jardín, sur de Cali

Edificación de cinco niveles incumple las normas que el Plan de Ordenamiento Territorial definió para las obras en esa zona de Cali. Vecinos del sector han documentado las irregularidades desde inicios de 2012.

17 de junio de 2012 Por: Unidad investigativa | El País

Edificación de cinco niveles incumple las normas que el Plan de Ordenamiento Territorial definió para las obras en esa zona de Cali. Vecinos del sector han documentado las irregularidades desde inicios de 2012.

Vea las imágenes recopiladas por los vecinos de Ciudad JardínDesde enero de este año vecinos de la popular ‘calle de la escopeta’, en pleno corazón del barrio Ciudad Jardín, ubicado en la Comuna 22 al sur de Cali, han venido documentando a través de fotografías la construcción de lo que califican como un “monstruo urbanístico”.Se trata de una edificación de cinco niveles que cambió el paisaje del lugar, compuesto por casas de dos pisos separadas entre sí por zonas verdes, estilo que el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, consignó como una característica a conservar, limitando la actividad constructora en el sector a “operaciones de mantenimiento y reformas menores que no implicaran nuevos pisos, ni reloteos”.No se necesita ser experto en arquitectura o ingeniería para darse cuenta que la obra de seis niveles que se construye en la esquina de la Calle 15ª con carrera 108, rompe con la armonía del conjunto de casas tradicionales a su alrededor.“Hemos perdido la privacidad, las ventanas de los pisos superiores miran directamente a nuestro hogar; la vida cotidiana nos quedó expuesta a los ojos de quienes ocupen el edificio”, advierte uno de los vecinos. Ante las quejas, El País investigó la historia tras esta polémica edificación.Una obra que nunca debió arrancarLa serie de irregularidades que rodean la construcción de este inmueble comenzó el 11 de octubre de 2011, cuando la arquitecta Martha Cecilia Cáceres, curadora urbana #3, otorgó licencia para construir una obra nueva en esa dirección de la Comuna 22, sin tener en cuenta que allí existía una casa que fue demolida de manera irregular para dar paso a la obra.“Mi función es verificar en el papel, no en el terreno, que los planos y soportes técnicos con que se solicitan las licencias de construcción cumplan las normas vigentes. Es un acto de fe, pero mucha gente miente y engaña, si revisamos como está construida Cali vamos a ver que es muy distinta a lo que fue aprobado por los curadores en papel”, es la primera respuesta de la arquitecta Cáceres ante las dudas planteadas.“Lo que las personas hagan de la Curaduría para afuera, si construyen de acuerdo a la licencia aprobada o lo hacen distinto, no es de mi resorte, ya le toca es a Planeación Municipal desarrollar el control de la obra”, agrega Cáceres no sin antes aclarar que se ha vuelto costumbre entre quienes solicitan licencias “hacer unos planos para la Curaduría y otros para la construcción”.Pese a los argumentos con que la curadora defiende su actuación, en este caso ella y su equipo técnico otorgaron una licencia para una obra nueva, cuando lo correcto, según le explicaron a El País en Planeación Municipal, habría sido dar una licencia para adición o reforma, según estipula el POT para ese sector de la ciudad.Por esta razón se inició una investigación administrativa que busca determinar si hubo negligencia al pasar por alto las fotos y textos del Estudio de Suelos, documento presentado por el arquitecto Carlos Vásquez ante la Curaduría, en el cual se muestra y se habla de la casa que ocupaba el lugar donde ahora se construye la polémica edificación.“Ellos presentaron solicitud para obra nueva y en los planos no ubicaron la construcción preexistente, me indujeron al error”, le dijo Cáceres a El País, aunque reconoció que “tal vez mis ingenieros no revisaron bien o no le dieron importancia, es que no conocen el POT y por eso no sabían que a esa casa la protege una norma que no permite su demolición”.Si bien lo más grave en este caso es haber otorgado una licencia para obra nueva donde no se podía, otros problemas se generaron a partir del inicio de la construcción.Aunque en papeles quien aparece como responsable de la obra es el arquitecto Vásquez, el mismo que presentó los planos a la Curaduría, el verdadero dueño es Dumian Medical SAS, empresa dedicada a la importación de equipos médicos y a contratar con entidades de salud del Estado y cuya representante legal es Carolina González Andrade.El País intentó durante la semana comunicarse con algún vocero de esta compañía, pero nadie respondió en los teléfonos que aparecen en el directorio.Entre las presuntas violaciones que los vecinos denunciaron ante la Alcaldía en dos derechos de petición, se encuentra el inicio de la obra sin tener una valla (que es obligatoria). Además, con el paso de los meses registraron como la obra superaba los de 16 metros de altura, medidos desde la calle hasta un cuarto para las máquinas del ascensor.“Nos parece poco común que una casa de dos pisos tenga ascensor y que el primer nivel sea considerado un sótano, cuando arranca a la misma altura del andén, el cual es el punto cero en los planos”, señala el texto del segundo derecho de petición fechado el 30 de marzo.“Notamos que luego de demoler la antigua casa hicieron gigantescos movimientos de tierras con el fin de generar unos niveles aparentes para presentar el primer piso como sótano, además, la licencia permite un altillo, que según se entiende es una entreplanta, o sea, un piso elevado dentro de otro piso que por lo general se usa como dormitorio, despacho o almacén, pero en esta obra el supuesto altillo cubre todo el tercer nivel de la edificación”, resalta el documento. María Fernanda Penilla, Subdirectora de Ordenamiento Urbanístico y encargada de responder las inquietudes de la comunidad, explicó que “con la expedición de una licencia que nunca debió darse se generan dificultades para definir el control de la obra, el viernes pasado ordené la tercera visita al predio y los técnicos realizaron la medición topográfica constatando que, de acuerdo a la ficha normativa del POT (Plan de Ordenamiento Territorial), el sótano sí es un sótano pues como ese lote tiene una pendiente natural que va en subida, se toma el punto más alto del terreno; sobre las actividades de relleno estas se pueden hacer siempre que conserven esa línea”.Argumenta Penilla que “la separación con las casas circundantes cumple con las distancias establecidas por la ficha normativa, mínimo 3,5 metros”, aunque la altura es casi tres veces la de las casas vecinas y eso amenaza la privacidad de las familias que las ocupan, “no puedo hacer nada más pues el constructor tiene licencia y la está cumpliendo conforme a las normas”, concluyó la funcionaria.Medidas urgentesEl sábado 9 de junio una docena de vecinos del sector afectado por esta irregular obra, se reunión para consultar las posibilidades legales a las que echar mano para detener lo que consideran un verdadero problema.Si bien una licencia de construcción es un acto administrativo y como tal los ciudadanos se pueden oponer, existen unos tiempos para hacerlo. En el caso de la licencia expedida por la Curaduría Urbana #3 de Cali, ese tiempo que era de diez días hábiles, ya expiró.Por eso los vecinos acudirán a la justicia contencioso administrativa, donde pondrán un demanda de nulidad simple contra el acto administrativo que permitió la construcción de esta nueva edificación y esperan que el juez suspenda la obra de inmediato.

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