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Por estos días la plaza de mercado Santa Elena y sus alrededores tiene un nueva cara, pues solo están operando un mínimo de negocios y con servicio a domicilio. La ciudadanía considera que es momento para hacer una intervención integral de esta zona. | Foto: Foto: El País

GALERÍA SANTA ELENA

¿Para dónde se fue la carga por el cierre de la galería de Santa Elena?

El cierre de esta plaza de mercado hizo migrar a comerciantes y transportadores a Cavasa y otras galerías de la ciudad. Este es el panorama.

7 de junio de 2020 Por: Redacción de El País<br>

En la madrugada del pasado miércoles, y a lo largo de ese día, los proveedores de carne que acostumbran descargar en la plaza de mercado Santa Elena no sabían qué hacer. La galería ya estaba cerrada y no pudieron dejar su carga fácilmente.

Eran varias toneladas de carne que empezaron a rondar por la ciudad en camiones. Tocaron la puerta de la plaza de mercado de La Floresta, pero no fue posible dejarla ahí. “La carne necesita ser refrigerada y acá no hay esa posibilidad, los puestos son limitados y no tenemos espacio para los camiones”, comentó Nora Echeverry, administradora de la galería la Floresta.

Ella ha intentado abrir cupo a los comerciantes de Santa Elena, pero apenas tiene para unos 30 y solo para el negocio de frutas y verduras.

La Floresta tiene una capacidad para 275 comerciantes, están ocupados 135, y aunque hay espacio, los puestos son muy pequeños. “He podido ubicar a 4 mayoristas de carne de Santa Elena que necesitan de dos o cuatro puestos cada uno. Nosotros acá somos minoristas, atendemos tenderos de la zona, no tengo bodegas ni cuartos fríos disponibles, los que hay son privados”, recalcó.

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Lo mismo pasa en otras plazas de mercado. La de Alfonso López es más grande, tiene 450 puestos, de los cuales están ocupados unos 200, en manos de 140 adjudicatarios. Pero no tiene cuartos fríos, por lo que solo podría albergar a comerciantes de frutas y verduras. David Chávez, administrador de esta plaza, cuenta que se le pasó un plan de trabajo a la Alcaldía de Cali en el que propusieron darles cabida a comerciantes de Santa Elena de forma temporal, sin embargo, reconoce que los espacios están muy deteriorados por su falta de uso.

La característica de esta galería es la venta al menudeo, pues los adjudicatarios compran en Cavasa y venden en la plaza sobre todo a los hogares, es decir que no hay negocio mayorista.

Las otras plazas, Alameda y Porvenir, tampoco tienen la capacidad para recibir toda la carga y el comercio que normalmente se desarrolla en Santa Elena, que estará cerrada hasta el 12 de junio por ser fuente de contagio del Covid-19.

Papel de Santa Elena

Esta plaza de mercado mueve alrededor de 20.000 toneladas de alimentos al mes, una cifra cercana a la que se moviliza por la Central de Abastecimiento del Valle, Cavasa. Santa Elena tiene 475 comerciantes y genera ventas por $150.000 millones al año. Algunos estiman que de este complejo depende más del 50 % del abastecimiento de Cali y sus alrededores porque no solo es una galería sino un centro de distribución de alimentos mayorista.

Se calcula que dependen unos 1500 trabajadores sin contar el comercio del entorno que puede ser cinco veces más grande del que hay al interior de la plaza.

Vladimir Ortíz Osorio, vicepresidente de la plaza y comerciante, cuenta que no es tan sencillo cerrar la galería y desplazar el abastecimiento hacia otros sectores de la ciudad. “Si soy comerciante de papa, tengo mi clientela y compró la carga dependiendo de eso y es difícil que pueda irme a otro sitio porque no hay los espacios suficientes” y las otras galerías no tienen infraestructura para recibir los camiones.

Para este líder, esto no solo afecta al empresario sino también al campesino productor porque no podrán despachar todo lo que están cosechando y corren el riesgo de que los productos se dañen sino encuentran dónde venderlos.

Por eso cree que el cierre de Santa Elena no es un asunto solo de las 10 manzanas afectadas, sino un tema de seguridad alimentaria que se reflejará entre productores y consumidores, pues los precios pueden tender al alza.

Pero Miguel Ángel Muñoz, administrador de Santa Elena, dice que una gran parte del comercio si ha podido migrar. “Se han distribuido, algunos se fueron a Cavasa y otros hacia las plazas de mercado, inclusive hay quejas porque los camiones están descargando en zonas no aptas, en los alrededores del cerco sanitario de Santa Elena porque el abastecimiento no para”, comentó.

Eso mismo ha pasado con los vendedores ambulantes que se han trasladado hacia los alrededores de las otras plazas y han puesto sus negocios en los barrios que circundan Santa Elena. Algunos dicen que ahora el problema se ha salido de ese territorio y está por toda la ciudad. Por ejemplo, el administrador de la galería Alfonso López comentó que a ese complejo ya llegaron algunos venezolanos vendedores ambulantes que habitualmente están en Santa Elena.

“Lo cierto es que nueve días sin trabajar pueden afectar a muchos comerciantes porque este negocio es de día a día, los productores campesinos tienen que sacar sus productos, eso no se puede frenar, había gente que tenía inventario que no lo ha podido sacar y lo pueden perder, es una situación difícil”, aseguró Miguel Ángel Muñoz, quien espera que el cierre de Santa Elena no pase del 12 de junio.

¿Y la carga?

La Central de Abastecimiento del Valle, Cavasa, tuvo que poner en marcha un plan de contingencia ante el cierre de Santa Elena. En la madrugada del pasado miércoles fue notorio tanto el incremento de la carga como del número de comerciantes, lo que generó retrasos en el ingreso a la central y dio origen a nuevas medidas.

Por ejemplo, se activó un día adicional de mercado que se cumplió el pasado viernes para poder atender las necesidades de abastecimiento y descargue de alimentos. Según datos de Cavasa, esta semana entraron a esa central unas 2300 toneladas de productos, adicionales al promedio que manejan. El miércoles ingresaron 717 vehículos cargados y el viernes 422.

Oliver Medina, jefe de precios de Cavasa, dijo que “era de esperar el incremento de clientes y de carga ante el cierre de Santa Elena, por eso implementamos horarios diferenciales tanto para el descargue como para los mayoristas y minoristas”.

Esta semana permanecerán las mismas medidas (habrá tres días de mercado en Cavasa) y se espera que el movimiento de carga siga creciendo.

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Otra cara

"El cierre de Santa Elena nos afecta mucho, pero ver como está quedando nos anima, están tapando huecos, desinfectando, limpiando cañerías, hoy quienes pasan por el sector le ven otra cara que ojalá se pudiera mantener”.

Así opina el comerciante Emil López, que tiene un supermercado cerca de la plaza, negocio que también está cerrado y solo atiende algunos domicilios. La propuesta del comercio es que se genere una intervención integral y que sobre todo se reubique a los vendedores ambulantes.

Lo mismo piensa el comerciante Eliécer Pulgarín: “Tener el negocio cerrado es un sacrificio que nos toca hacer a muchos por la situación. Pero la plaza está quedando muy bien, ojalá logren reubicar a los vendedores ambulantes dentro de la plaza y recuperar el orden”.

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