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Ojalá el jarillón del río Cauca quede como un gran parque: Gerente de Vallecaucana de Aguas

Carlos Calderón, gerente de Vallecaucana de Aguas, habla de la recuperación del río Cauca, que involucra la reubicación de los habitantes del dique.

27 de julio de 2015 Por: Zulma Lucía Cuervo Plazas | Reportera El País

Carlos Calderón, gerente de Vallecaucana de Aguas, habla de la recuperación del río Cauca, que involucra la reubicación de los habitantes del dique.

Cali es caucadependiente, debido a que el 70 % del suministro del agua que consumen los habitantes de la ciudad se toma del río Cauca. Sin embargo, los programas de saneamiento básico (que antes estuvieron planteados en un Conpes) nunca se ejecutaron. Pasados ocho años del anuncio de recursos para el principal río de los vallecaucanos, el compromiso se ratifica, mediante la ley del Plan Nacional de Desarrollo. Carlos Calderón, gerente de Vallecaucana de Aguas, que coordina la mesa técnica para el saneamiento de este río, indicó que “los recursos están, lo que sigue es la presentación de los proyectos”, entre ellos, la descontaminación de las aguas residuales que Cali le entrega a su principal fuente de abastecimiento. ¿En qué quedó el Conpes del río Cauca? Más o menos desde hace unos dos años venimos con un trabajo interinstitucional entre los departamentos del Cauca y del Valle del Cauca. Vallecaucana de Agua hace la coordinación técnica de la mesa interdepartamental que reúne a toda la institucionalidad responsable del recurso hídrico de la cuenca del río Cauca (CVC, CRC, los gestores de los planes departamentales de agua de los dos departamentos, las gobernaciones, Emcali, Acuavalle, las empresas municipales de Popayán, Santander de Quilichao y la Alcaldía de Cali). Estamos trabajando de manera muy seria, con respaldo técnico-científico de la Universidad del Valle, especialmente con el Cinara. La buena nueva es que logramos que el documento Conpes del río Cauca (que no era obligante) quedara en el Plan Nacional de Desarrollo en el tema de saneamiento de cuencas. ¿Por qué es importante, si muchas veces no se cumplen a cabalidad los planes de desarrollo de los gobiernos? Es muy importante que haya quedado porque ya no es un documento de política social sino que es una ley. Pero para que se hagan las inversiones, todos tenemos que ponernos la camiseta para bajar los recursos del Gobierno Nacional, de la banca multilateral, de organismos privados y de todos los que tengan que aportar al saneamiento del río Cauca. Tenemos la certeza de que dimos un paso importante, pero ahora viene la filigrana, es decir, presentar proyectos. ¿Cuáles son esos proyectos? Uno de los más importantes es la segunda fase del tratamiento secundario de las aguas residuales de Cali. La ciudad produce 175 toneladas diarias medidas en demanda biológica de oxígeno, de las cuales se están removiendo 20 % o 25 % y esperamos a que por lo menos se remueva el 80 % de la carga contaminante. Actualmente los usuarios estamos pagando unas tarifas bastante altas, pero el efecto real sobre el cuerpo de agua receptor, que es el Cauca, no es suficiente porque está muy contaminado. Recordemos que esa carga contaminante cae antes de las plantas de potabilización (Puerto Mallarino y Río Cauca), lo que hace que se eleven los costos de tratamiento. Por eso es que estamos listos y prestos para que las inversiones que se anuncian en el Plan Nacional de Desarrollo se traduzcan en hechos. ¿Cuándo empiezan las inversiones? Estamos discutiendo qué recursos se empiezan a ejecutar en los cuatro años de gobierno, estamos haciendo los cierres financieros con el Departamento Nacional de Planeación, directamente con la persona responsable. En el caso de la Ptar se pueden empezar obras el año próximo porque ya se cuentan con diseños.  Pero claro que va a depender de la capacidad de gestión de los caleños para que los recursos los gire el Gobierno Nacional. Hacer esa descontaminación no solo beneficiará a Cali, sino a 180 municipios que tienen al Cauca como fuente hídrica. De esos recursos, ¿cuántos benefician a Cali? Del total de las propuestas que llevamos del Valle del Cauca, 36,4 % de esas inversiones, del orden de $1,6 billones, es decir $582.000 millones son para Cali en varios proyectos. El primero es el tratamiento de la Ptar, hay otro proyecto que complementa lo que se está haciendo con el Plan Jarillón de Cali y es la relocalización de las familias que viven en las zonas de alto riesgo de las cuencas de los ríos Cañaveralejo y Meléndez, donde hay más o menos 8.500 familias asentadas, que están vertiendo directamente las aguas servidas al río Cauca (que llegan por el Canal CVC Sur). Hay otros que no se tienen que reubicar, pero sí necesitan que se les haga el tratamiento de las aguas residuales. Son $250.000 millones que le estamos pidiendo al Gobierno Nacional para obras que se puede hacer en ocho años, de las cuales el gobierno local debe poner cerca de $130.000 millones.  ¿No le da temor que, con el cambio de gobierno, eso se quede en veremos? En Colombia los planes de desarrollo se quedan muchas veces en eso, en puros planes... Claro que es mi preocupación, pero sería una pena dejar perder un esfuerzo de muchos años y que además no ha sido una labor hecha individualmente, sino de toda la institucionalidad. El cambio de gobierno local y regional no puede desestimar lo que se ha hecho y empezar de cero cuando hay una realidad y es que los recursos están garantizados  por ley en el Plan Nacional de Desarrollo. Son tareas prioritarias, porque impactar  el tratamiento de las aguas residuales significa mejorar el agua que se toma para la potabilización y posterior consumo de la misma Cali. Salvar al río Cauca dejó de ser una recomendación de un Conpes para ser una ley, del Plan Nacional de Desarrollo. La ruta ya está trazada, falta empezar a ejecutar. Hacer un alto en el camino sería un golpe muy fuerte para los actores que hemos participado y logrado que el saneamiento del río Cauca quede en la hoja de ruta nacional. Eso de reubicar gente ha tenido un costo político importante para el alcalde Rodrigo Guerrero. Supongamos que el siguiente mandatario decide apostar por la reubicación de gente de estas cuencas, lo que seguirá muy seguramente son los levantamientos de las familias en contra de la reubicación, tal como pasa con el Jarillón, o más aún, pedirán más que un apartamento de 40 metros cuadrados... Es una deducción excelente. Me lleva a plantear que en el Plan de Ordenamiento Territorial quedó aprobado la reubicación de la población que vive en alto riesgo. Allí hay una obligación de los futuros alcaldes. También están los oportunistas que llegan a las zonas cuando se habla de casas gratis... Eso también está contemplado y existe un censo con una cifra precisa: son 8.455 familias. No hay margen de error, esas son las personas que viven allí. Mucha gente del jarillón dice que no es necesario sacarlos de allí, que llevan más de 30 años sin ningún problema y que lo que hay allí es un negocio para los constructores. Según lo que se plantea en el salvamento del Cauca, la reubicación de las familias es inevitable... El problema del colapso del jarillón tiene que ver con el umbral de resistencia. Ocurre lo mismo con los pronósticos del tiempo, no se sabe exactamente qué día va a llover o va a hacer sol. Como no tenemos claridad del umbral de resistencia del jarillón y como la naturaleza no avisa sobre las crecientes, reubicar a la gente desde ahora es lo más responsable que están haciendo los gobiernos nacional y local. Se está actuando con el criterio de prevención y por eso no hay que escatimar esfuerzos. Allí no puede habe viviendas ni negocios porque son usos incompatibles con el de protección que tiene el jarillón. Y cuando se reubiquen las personas, hacer la labor de vigilancia necesaria para evitar que lo vuelvan a invadir, pero también hacer educación ciudadana, explicarle a la gente que es esencial proteger la ciudad de una inundación. Ojalá  el jarillón quede como un gran parque. ¿Dan espera esas otras reubicaciones de las cuencas de los ríos Meléndez y Cañaveralejo? El problema es que si la gente se deja allí va a seguir contaminando el río Cauca y perderíamos el trabajo de los otros proyectos. No tendría sentido optimizar la Ptar si estos ríos siguen siendo fuentes de vertimiento directa de aguas servidas al Cauca. Las reubicaciones deben empezar pronto porque hacer todo el trabajo nos tomará unos diez años. Y esas riberas deben convertirse en parques para el disfrute de todos los habitantes, tal como los hay en Pance y en El Ingenio. ¿Habrá ejecución de obras este año, de las contempladas en el Plan de Desarrollo? Siendo objetivos, no, porque apenas el Gobierno Nacional está haciendo los ajustes presupuestales y los cierres financieros. Pero quedan todas las bases para empezar ejecución a partir del próximo año.

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