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Nómina creció porque tenemos más servicios: directora HUV

La directora del Hospital Universitario Valle del Cauca, María Lucero Urriago, dice que están atendiendo pacientes de los niveles II y I. Asegura que no ha vinculado personal por razones políticas.

12 de diciembre de 2010 Por: Zulma Lucía Cuervo Plazas, reportera de El País.

La directora del Hospital Universitario Valle del Cauca, María Lucero Urriago, dice que están atendiendo pacientes de los niveles II y I. Asegura que no ha vinculado personal por razones políticas.

A pesar de la reciente inyección de recursos de la Nación y del Departamento (cerca de $23.000 millones), el Hospital Universitario del Valle, HUV, sigue teniendo un diagnóstico reservado. Además de las millonarias cuentas que les deben los entes territoriales y las EPS del régimen subsidiado, se dice en los pasillos que el HUV tiene una nómina sobredimensionada que hace la carga más pesada para la entidad.El País entrevistó a su directora, María Lucero Urriago, a quien también se le hicieron preguntas enviadas por los lectores de elpais.com.co. Ella defiende su gestión y dice que el problema del hospital es consecuencia del colapso de la red pública del nivel II y de la falta de adherencia a los programas de promoción y prevención.¿Cuántos recursos recibió este año el HUV?Con los recursos que nos dio la Gobernación más lo que se consiguieron con el nivel nacional nos llegaron $68.000 millones.¿Por qué si hay más recursos que en otros años, donde los contratos no superaban los $30.000 millones anuales con el Departamento, ahora reventó una crisis?El año pasado se recuperaron en excedentes de facturación $22.000 millones y en el 2008, $9.300 millones. Eso ayudó a sustentar la prestación del servicio. Pero entre junio y septiembre tuvimos una noche muy negra, con grandes dificultades porque las EPS del régimen subsidiado no pagaban, el Departamento no tenía el recurso para pagar el contrato que hizo con el hospital, Calisalud colapsó y nos quedó debiendo $20.000 millones.Y además la red pública de los niveles II y I está funcionando con dificultades. Le pongo un ejemplo, el miércoles pasado tuvimos un paciente al que se le quemó la casa y él presentó quemaduras que debían ser atendidas en el nivel II. Esta persona fue a tocar las puertas de los hospitales San Juan de Dios y Mario Correa y no tuvieron como atenderlo. Entonces lo remitieron para acá. ¿Qué hago? ¿Lo devuelvo? Es una persona pobre que vive en Pízamos a la que se le prestó el servicio, a pesar que no estaba tan complicado y podía esperar.Así es que tenemos que el 68% de la población que llega al HUV debía habérsele resuelto su atención en el nivel II y el 22% es de nivel I, pero por las dificultades de la red terminan acá.Pero el secretario de Salud de Cali, Alejandro Varela, dice que el nivel I está funcionando bien...Algo está pasando porque la gente no hace adherencia a los programas. La gente no va, por ejemplo, al control de hipertensión, y me llega acá el paciente con un infarto y las adolescentes llegan embarazadas. Yo no puedo decir que X o Y centro de salud esté funcionando mal porque no estoy allá, pero ¿qué está pasando con la promoción y prevención, con la atención específica y con la detección temprana? Tenemos que retomar los programas como la visita en casa, que los medicamentos se les entregue oportunamente a los pacientes y que haya adherencia a los programas de prevención. Hay quienes aseguran que una de las razones de la crisis es el crecimiento desmesurado de la nómina...Yo puedo demostrar que hemos abierto nuevos servicios que necesitan más gente. Pasamos de 150 a 260 camillas en el servicio de urgencias. Eso amerita un crecimiento de nómina. Antes existía un auxiliar de enfermería por cada 20 personas, hoy es por cada doce para mejorar el servicio al paciente. Además abrimos el Triage (sitio donde se hace la clasificación de los pacientes por prioridad de atención), tenemos 30 camas más en las unidades de cuidados intensivos, ahora hay 23 quirófanos, antes eran 13. La sala de pensionados pasó de 42 a 68 camas, se acabaron las colas en consulta externa porque ingresaron 14 médicos más y a los especialistas se les ajustó el pago porque antes ganaban $23.000 la hora y hoy están en $52.000 la hora. Todo eso hizo crecer los costos de la nómina.Pero esta no sólo creció en la parte asistencial. En administración y especialmente en facturación hay mucho personal...Empezamos a controlar la facturación y por eso tuvimos que contratar personal. La mayoría de los procesos en el hospital, incluido ese, se hace manual. Además necesitamos controlar que las cuentas no queden abiertas y como es a pie tocó contratar más gente porque el control es sobre 850 camas.Se dice que hay gente que ‘calienta puesto’ porque no es personal idóneo, sino que entró por favores políticos...Cada subdirector precisa cuál es la necesidad de personal. Un funcionario nuevo se evalúa y debe contar con el visto bueno para ser contratado.Otra de las acusaciones señala que las cooperativas con las que se contratan algunos servicios son de políticos y específicamente del PIN...Tuvimos una selección bien estricta y la podemos mostrar. Haremos el mismo proceso en enero porque tenemos que volver a contratar personal. Como en años anteriores vamos a hacer una invitación pública y luego se hace la elección, que está a cargo de las oficinas jurídicas y de recursos humanos.Con su llegada al HUV llegaron más cooperativas y lo que se critica es que algunas tienen personal sin experiencia...Eso no es cierto. La mayoría del personal del HUV contratado con las cooperativas lleva tiempo laborando en el hospital. Antes que yo llegara estaban Coenpaz, Selvacoop y Coomec. Esas cooperativas siguieron y entraron otras dos: CTA y Multisalud.El hospital también mantiene en constante remodelación. Específicamente, se mejoraron oficinas como la suya y la de la señora Ligia Viáfara (oficina de Calidad) y por esa remodelación se hizo un contrato millonario...Nosotros teníamos la oficina de calidad donde está la doctora Ligia Elvira. Ella contrató seis auditores porque teníamos que mirar por qué los pacientes se demoraban tanto en el hospital y además que se cobre el servicio que se presta. Ellos llegaron y no teníamos donde ubicarlos. Esa remodelación se hizo con la misma gente del hospital y no costó más de $13 millones.También se dice que mientras al hospital le faltan insumos, usted firmó millonarios contratos de asesorías y consultorías en calidad...¿Pero cuáles contratos? No tengo cómo hacer contratos para ese aspecto. La plata que le llega al hospital se va en pagos de nómina y proveedores. No alcanza para más.¿Por qué se dejó de comprar a proveedores directos de medicamentos como Baxter o Roche, para comprar a intermediarios?No es cierto que hayamos dejado de comprar a los grandes proveedores. Con Baxter, Roche y Abott seguimos teniendo relaciones comerciales. Pero en un momento la cartera fue muy grande y no nos siguieron despachando. Ellos mismos nos recomendaron los distribuidores. No es cierto que le hayamos dejado de comprar, de hecho la cartera está ahí y son a los primeros a los que le estamos pagando para seguir teniendo los suministros. Pero ¿qué hace uno cuando no le fían en la tienda grande? Pues toca ir a la chiquita y eso tiene un costo. Y como yo tengo que seguir prestando el servicio me toca solucionar, así sea con distribuidores.¿Por qué los exámenes complementarios se están realizando en redes privadas en las que los directivos tienen participación?Desconozco en qué redes privadas los directivos tenemos participación. Hay algunos exámenes, como las resonancias magnéticas, que no se hacen aquí y se ordenan para que el paciente se los realice en Imbanaco y la Fundación Valle del Lili. También tenemos convenios con otras entidades, pero no son ni de los directivos ni de médicos.¿Se le debe al personal?Estamos al día. Hemos sacrificado proveedores para pagar la nómina. ¿Cuánto se debe a los proveedores?Debemos $20.000 millones, pero hicimos un acuerdo de pago y los recursos están en una fiducia para asegurarnos de que no hayan embargos. Llegan los recursos y se les va girando la plata. ¿El paciente tiene que comprar el medicamento para ser atendido?En el servicio de urgencias estamos revisando que cumplamos con todo. Que la gente tenga que ir a comprar un insumo fue etapa superada.¿Pero sí pasó?Entre julio y septiembre sí pasó. Varias veces tuvimos que acudir a los familiares para la compra de medicamentos complicados que ya no nos despachaban y muchos nos apoyaron.La Contraloría del Valle dice que el hospital sabe cuánto le deben, pero que no puede determinar con precisión cuánto le cuesta atender cada paciente. ¿Eso no es muy grave?Digamos que los costos hospitalarios del paciente están medidos en general. Lo que nos hace falta es asegurar que lo que compramos para ese paciente no sobrepase el costo. Tenemos debilidad en los sistemas de información.¿Qué pasa con los sistemas?Cuando yo llegué al HUV había varios sistemas de información y unificarlos ha sido difícil. Tenemos problemas con las redes eléctricas porque la sede es muy vieja y no tenemos historia clínica digital. Controlar a pie que el medicamento que llega se le aplique al paciente y no vaya al bolsillo de un empleado es bien difícil.¿O sea que hay robos?Hemos hecho varias investigaciones y tenemos sancionadas a varias personas. Estamos mejorando los controles porque no sólo se perdía medicamentos, se perdía comida y por ello se destituyó a una persona. ¿La gente investigada es de planta o de las cooperativas?De ambas.Las cifras del HUVLas EPS del régimen subsidiado le deben al HUV $43.000 millones, los entes territoriales diferentes al Valle le deben $17.000 millones y de excedentes de facturación del 2006 al 2009 son $83.000 millones. La deuda del 2006 hacia atrás es de $30.000 millones.El Fosyga le debe $9.000 millones.El contrato para la prestación de servicios de la gente pobre no asegurada, que hace la Gobernación del Valle, será de $55.000 millones.El HUV tiene 260 camillas en urgencias y mantienen llenas. Además hay 850 camas.La nómina de planta cuesta $5.500 millones y por cooperativas $3.100 millones anuales.

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