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"No me importan las críticas": Carlos José Holguín, secretario de Gobierno de Cali

Carlos José Holguín, secretario de Gobierno local, dice que la política criminal actual no es suficiente para combatir a las bandas criminales. Afirma que con solo 20 personas no puede controlar el espacio público de la ciudad.

24 de febrero de 2013 Por: Ana María Saavedra y Luz Jenny Aguirre

Carlos José Holguín, secretario de Gobierno local, dice que la política criminal actual no es suficiente para combatir a las bandas criminales. Afirma que con solo 20 personas no puede controlar el espacio público de la ciudad.

El secretario de Gobierno de Cali, Carlos José Holguín, es un hombre parco con una agenda repleta. En manos de este despacho están los temas de seguridad, control del espacio público, minería, invasiones y cierres de establecimientos que incumplen con sus usos del suelo, solo por mencionar algunos. Dice que para disminuir las muertes violentas en Cali se requiere de un plan a nivel nacional. Admite las debilidades de esta secretaría a nivel operativo y afirma que por eso urge la reforma administrativa. ¿Cuál es la situación de Cali hoy en materia de seguridad?Tradicionalmente el indicador con el que se mide la seguridad es el de homicidios. Continuamos con una tasa preocupante, aunque el año pasado logramos por primera vez en tres años revertir la tendencia del aumento (-2 %). El propio Fiscal General señaló que muchos homicidios en Cali se explican con los ajustes de cuentas, retaliaciones y venganzas entre bandas criminales, lo que representa el 42 % de ese indicador. Este tema no es estrictamente de seguridad ciudadana. Cuando uno analiza otros móviles, como pasionales, riñas o la delincuencia misma, se ve que esas modalidades han venido bajando.Llevamos años diciendo que los ajustes de cuentas y las venganzas son las causas de esos altos índices. ¿La seguridad en Cali depende de si entre estas bandas deciden o no matarse?No, dependemos de que sean combatidas y desarticuladas, de que haya más fiscales. No estamos condenados, se puede resolver, pero es un tema complejo y escapa a lo puramente Municipal y eso lo que amerita es una política nacional.Esos mismos argumentos fueron constantes en la Administración anterior, lo que generó muchas críticas...Bajamos los homicidios, poco, pero no lo pueden negar. Los asesinatos están relacionados con ‘vendettas’, es una realidad. Que detrás de eso hay narcotráfico y eso amerita acciones de carácter nacional, también. Tengo clara la explicación. No me importan las críticas.¿Con esa explicación del alto índice de los homicidios como un fenómeno nacional, el Municipio no está salvando su responsabilidad?Tenemos también una competencia, todo lo que sea fortalecer a la Policía sirve, como crear más cuadrantes, tener más cámaras y lo que se hace de manera preventiva con el Colectivo de Oriente, que trabaja con jóvenes. ¿Falta una estrategia nacional?El 2 de enero le planteamos al Presidente la necesidad de crear un grupo tipo bloque de búsqueda. La Policía ha empezado este trabajo. El fin de semana pasado tuvimos a Unipol, grupo especializado en homicidios, en ciertos puntos críticos como la Comuna 6. Pero no se puede quedar en Policía, debemos fortalecer Fiscalía, Sijín, CTI, etc.Cada vez que Cali vive un periodo crítico las autoridades implementan un plan de choque, pero luego esos grupos se retiran...El propósito de este grupo es justamente combatir el problema de manera inmediata. Lo estructural amerita otro tipo de medidas, una política criminal del estado en temas de crimen organizado y narcotráfico.¿Y no hay política criminal ahora?No se ve que sea suficiente, pero lógico que existe. Estas organizaciones, como ‘los Urabeños’, están en muchos sectores del país. Uno diría que por lo menos hay alguna falla en esas políticas.Las pandillas siguen siendo un tema preocupante, ¿qué se está haciendo en ese sentido?Eso es lo que está trabajando el Colectivo de Oriente (con 400 jóvenes). Hay unos talleres de No Violencia, se les apoya en actividades lúdicas y recreativas y de generación de ingresos. Esa iniciativa es positiva, pero lo que se percibe es que las pandillas se les salieron de las manos a la ciudad...Si se dan oportunidades de educación, recreación o cultura, eso ayuda. No creo que haya que satanizar las pandillas. La organización de pandilla es un proceso de emancipación natural de todo ser humano cuando sale de su hogar y se ha llamado de formas diferentes: el parche, grupo de amigos. Ahora todas se llaman pandillas, pero es lo mismo que siempre ha existido, que empiezan a reunirse para un partido de fútbol, para un grupo de música, etc. Lo grave es cuando en sectores muy pobres ese proceso no tiene ningún apoyo y se vuelven presa fácil del narcotráfico, de la oficina de cobro, etc.Cuando nos referimos a pandillas estamos hablando de ese segundo caso, no de jóvenes que se reúnen a montar un grupo musical...Pandillas que podamos identificar como grupo delincuencial son muy pocas. No podemos decir que toda pandilla necesariamente está en el delito.¿Cuántas pandillas hay en Cali?La Personería ha identificado creo que 80. Es una cifra que sube y baja, algunas desaparecen, se fusionan o migran a organizaciones delincuenciales. El caso es que quienes habitan en estos territorios de pandillas viven en la absoluta zozobra...No digo que sean pocas, lo que digo es que los programas sociales de trabajo con la juventud están enfocados a pandillas. Pero no nos quedemos con la perversidad de analizar la seguridad solo por los muertos. Hay otros indicadores. El hurto de celulares ha bajado este año.¿Cómo están esos indicadores?En lesiones personales el año pasado la reducción fue del 3 %; hurto de vehículos, 18 %; hurto de motos aumentó 8 %, lamentablemente, y hurto de celulares tuvo una reducción del 1 %. El hurto de residencias bajó el 14 %. Hasta el 10 de febrero el hurto de celulares ya muestra una reducción del 12 %. Cambiando de tema, en zonas donde hay líos por establecimientos nocturnos, usos del suelo, ruido, etc., hay inconformidad pues se piensa que los procesos de cierre se estancan en la Secretaría de Gobierno...El año pasado cerramos catorce sitios solo en la Comuna 2. Sí se cierran, pero tenemos un debido proceso que respetar. Debemos darle al propietario 30 días para que traiga los documentos, hay recursos de apelación y reposición y hay una limitante de personal. Los abogados que llevan estos casos son por contrato.¿Cuántos abogados tiene?Para establecimientos públicos, tres. Cada año tenemos 600 expedientes nuevos. El equipo para estos operativos es de doce personas. La secretaría debe fortalecerse en inspección y vigilancia al comercio en general, allí tenemos una deficiencia. Como también en el control del espacio público...Es que no son solo los vendedores ambulantes, también están las vallas. Estamos en una contratación por $400 millones para desmontar 180 vallas irregulares. No tenemos el personal para eso y el desmonte de una valla vale entre $5 millones y $8 millones. Recibiremos la zona perimetral del CAM (plazoleta Jairo Varela y hundimineto) ¿Cómo garantizar que no se llene de vendedores cuando para toda la ciudad tengo 20 personas para hacer control? Si voy a hacer un operativo en el centro no puedo mandar menos de 15 muchachos y con 20 policías. A los vendedores los sacamos, pero se vuelven a meter, así nos la pasamos. Entonces usted reconoce debilidad de la secretaría en estas tareas...Sí claro. 20 hombres para el control del espacio público de la ciudad no es nada. En toda esta zona de las nuevas obras del Centro tendré que tener por lo menos diez personas: no han abierto la Avenida Colombia y los vendedores ya quieren meterse. Aquí no hay una política de explotación del espacio público, solo vaya y quite al vendedor, entonces vamos y lo quitamos, vuelve y se mete. Allí no hay una solución definitiva, solo lo serán la reubicación o alternativas económicas. Aunque hay sitios que hemos mantenido limpios con muchos esfuerzo, como la estatua de Sebastián de Belalcázar, la Colina de San Antonio, el Parque del Ingenio y el de las Banderas. Otro tema han sido las discotecas, que cumplen con muy pocas normas de seguridad, ¿cómo garantizar que ese control no se queda solo en un operativo?Quienes tienen la competencia para hacer las recomendaciones son los bomberos. A los dueños se les ha dado un plazo para que cumplan. Verificaremos el próximo mes para ver qué sitios se ajustaron y se procederá a multar. Los propietarios no sabían lo que debían tener, nunca los bomberos los habían visitado para decirles los riesgos.¿Cuál es el panorama de invasiones?Revertir procesos de invasión de muchos años es imposible. Lo que hacemos es no permitir las nuevas. El año pasado tuvimos cinco: en Las lomas de Quintero (Saladito), La Choclona, en la Carrera 1 con 66, Montebello, entre otras.¿Han verificado qué ha pasado con las zonas afectadas por los incendios forestales?...una de las teorías de Bomberos y Comité de Gestión de Riesgos es que están ligadas a invasiones...Ninguna de esas invasiones estuvo relacionada con un incendio, porque el proceso de invasión es lo más clandestino que hay. Decir que los incendios forestales son para las invasiones no es cierto, eso es por la ola de calor. Muchas quemas son para adecuar cultivos.

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