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“No estoy aquí sólo firmando contratos y haciendo licitaciones”: Presidente de Metrocali

Metrocali negocia un crédito de $200.000 millones para terminar el MÍO. Luis Eduardo Barrera, su presidente, dice que se está revisando venta de comida en estaciones.

13 de febrero de 2011 Por: LUIYITH MELO GARCÍA

Metrocali negocia un crédito de $200.000 millones para terminar el MÍO. Luis Eduardo Barrera, su presidente, dice que se está revisando venta de comida en estaciones.

¿Por qué no se ha socializado el proyecto de hundimiento de la glorieta de Metrocali? No lo hemos hecho público porque en algún momento había cierto temor, estábamos revisando la estructuración financiera de la empresa a ver si nos daba la operación crediticia los recursos adicionales que se requieren, y para no salir a venderle falsas expectativas o humo a la ciudad no lo hicimos público. Sin embargo, en los próximos días vamos a presentarle a la ciudad éste y otros desarrollos que vamos a adelantar este año.¿Por qué algunos miembros de la Junta Directiva de Metrocali dicen que el proyecto es suntuario?No sabría decirlo, porque hemos desarrollado un proyecto a la altura de Santiago de Cali, que resuelve las necesidades operativas del sistema: una estación con seis plataformas para recibir el gran flujo de pasajeros que se tiene en este sector, que responde a los flujos peatonales. Es un proyecto que resuelve el problema del tráfico mixto y el carácter patrimonial de las edificaciones que hay acá, que plantea reforzar dos puentes vehiculares y construir uno nuevo en la Avenida 3N sobre el corredor férreo; es hacer la estación subterránea, los vínculos pertinentes a los pasos a desnivel y construir el espacio público alrededor de la estación, y cuando hay un área de trabajo tan grande obviamente que los costos son altos.En mayo del año pasado anunciaron que licitarían este proyecto y que costaba $35.000 millones. ¿Por qué ahora vale $80.000 millones?No, ese era el precio que tenía en el Conpes ($35.000 millones) y nosotros nos seguimos manteniendo sobre la idea que eso es lo que tiene el Conpes, no le estamos pidiendo más plata a la Nación, sino que lo que estamos haciendo es que el Municipio de Cali dentro de los recursos que apropió vía acuerdo municipal, se están generando excedentes que serán reinvertidos en el proyecto. Pero nosotros siempre hemos tenido claro que con $35.000 millones ninguna de las alternativas que se han explorado se pueden construir y eso se lo presentamos a la junta en la última reunión que tuvimos y ellos estuvieron de acuerdo con que este era el proyecto que había que construir y lo que hay que hacer ahora es todo el trámite para levantarnos la plata.Pero va a quedar sobreendeudada Metrocali si tiene que conseguir más de $200.000 millones para esta y otras obras que hacen falta...No, porque Metrocali no se endeuda comprometiendo sus ingresos futuros de la operación. Metrocali se endeuda, pero con cargo a los aportes de la Nación y el Municipio para el desarrollo del proyecto. La capacidad de endeudamiento de la empresa no se altera.¿El crédito estará listo para cuándo? El año pasado adelantamos la calificación de riesgo de la compañía y no salió la adecuada. Volvimos a recalificarla y en esta ocasión nos salió calificación A con grado de inversión, lo cual nos permite ser sujetos de crédito. Por todas las situaciones que se presentaron el año pasado no se pudo tomar ese crédito: desde el lío del operador Unimetro, algunas voces disonantes que hablaban que Metrocali estaba a tiro de quebrarse y la misma situación que ocurrió conmigo (la suspensión por 90 días) imposibilitaron el tema porque no generaron buen ambiente para los créditos. Pero ahora hay buen ánimo para sacarlo adelante.¿Cuándo arrancará el proyecto? Espero en cuatro meses iniciar el proceso licitatorio, tres meses más de la licitación, un mes para legalizar y la ejecución puede tomar 16 a 18 meses, así que este es un proyecto que arrancaría en esta administración y lo culminaría la próxima.Que no pase lo que ocurrió con la estación Calima adjudicada hace años... ¿Por qué no ha arrancado esa obra?Ese es un enredo, una herencia que uno no quisiera recibir. Es un proyecto que se licita, se adjudica, el contratista no hace la legalización pronto y termina trayendo los documentos más de un año después de adjudicado el contrato. Metrocali licitó con un esquema básico, porque había unos diseños completos, pero eran en otro lote. Y cuando empezamos los diseños como tal encontramos situaciones como que la estación era mucho más pequeña y había elementos de carácter vial que no estaban resueltos. Al final el proyecto pasó de $22.000 millones a $46.000 millones y ahí estamos. Conseguimos la plata, el Concejo aprobó la adición, pero en el Ministerio (de Hacienda) no ha sido fácil lograr la autorización ni en el BID, así que estamos revisando cuál es el paso a seguir con ese contrato.Pero el que se ganó esa licitación de Calima podría demandar...El riesgo de demanda va a ocurrir, por el tiempo de la legalización, pero nosotros tenemos argumentos para defendernos.¿Y qué pasó con la estación del sur?Allí ocurrieron varias cosas: el año antepasado se aprobó el plan parcial por el Concejo que destrabó el asunto. El contratista de patios y talleres cedió el contrato, hay nuevo contratista, terminaron los diseños que ya están en la etapa de aprobaciones y estamos próximos a iniciar construcción. ¿Y el resto de obras del MIO?En cuanto a estaciones, Puerto Mallarino iniciaría operación entre abril y mayo; Sameco está adjudicada y próxima a iniciar construcción; la de la glorieta de Metrocali esperamos licitarla; hay una estación en la Guadalupe que apenas estamos diseñando; la estación del centro corresponde al plan parcial Ciudad Paraíso y la estación Julio Rincón, frente a Comfandi de Calypso, en mes y medio o dos meses arrancaría licitación. Además de las estaciones, este año nos vamos a concentrar en las pretroncales. Vamos a intervenir las calzadas de servicio de la Simón Bolívar, Calle 70 y Autopista Suroriental. Las megaobras intervendrán las calzadas centrales de esas vías.¿En cuánto tiempo estarán listas todas las obras?Sobre el final del 2012. Habrá algunas que irán hasta el 2013, pero creo que en un plan de obras así quedarán, aunque no son requisito inamovible para que el MÍO opere y ampliará el servicio en la medida en que las obras van llegando. ¿Por qué tiene tanto poder el recaudador del MÍO que hoy tiene más contratos en el sistema?Claro, es el que adelanta el recaudo, las comunicaciones, la seguridad, sobre él nos soportamos todos, es el software que permite la programación de la obra, es la piedra angular de todo el sistema. El tema de las comidas es una situación que estamos analizando; si vamos a disponer de módulos de comunicación inalámbrica en las estaciones más grandes, ¿por qué no disponer de otros servicios aledaños? Se ha hablado sólo de tres estaciones, las más grandes, y tenemos claro que si eso imposibilita la operación del sistema y no hay garantías de seguridad no se va a hacer. Exploramos diferentes alternativas, pero si no se puede, no se puede y punto, no pasa nada. Ahora, lo que hemos planteado para el aprovechamiento del espacio en las estaciones no se centra sólo en comidas, también estamos trabajando para que hayan cajeros electrónicos, módulos de pago electrónico de facturas, entre otros servicios.¿Pero no complica mucho eso la operación de una estación que es sólo de paso para la gente que toma el bus?No, porque hay estaciones grandes, que se diseñaron para eso. Nadie me puede decir que en Cañaveralejo no hay espacio para disponer de eso, claro que lo hay. O en Capri y en Universidades. En Puerto Mallarino y Sameco también. Nadie ha dicho que en la estación Ermita donde no caben más que los usuarios y a veces quedan represados o que en Tequendama vamos a poner algún tipo de servicio, cuando ya sabemos que no hay espacio para nada más.En el caso de Unimetro, ¿el pez grande va terminar comiéndose al más pequeño... los grandes operadores se quedarán con Unimetro?Dios quiera que no, pero de todas maneras hay unas consecuencias que se tienen que asumir a partir de los actos que se han desarrollado. De repente la gente de Unimetro no afrontó de manera debida la ejecución del contrato, no se supo mover bien y a tiempo en términos financieros y eso les generó una serie de complicaciones. Ahora, ellos han autorizado la vinculación de un capital que puede o no ser de operadores, puede o no ser de transportadores, eso sólo lo sabrán ellos.¿La operadora tomó la decisión de vincular capital externo, algo que no querían y les resta participación? Creo que ellos han entendido que es mejor ser dueños de una buena proporción de algo muy rentable, como es el transporte masivo, a ser dueños de la totalidad de nada.¿Está amenazada la institucionalidad de Metrocali con los rumores de quiebra, el lío de la operación con Unimetro y su situación personal por la suspensión que tuvo?No hubo quiebra y el sistema y las obras van avanzando, el sistema sigue creciendo, a pesar de las dificultades el sistema se repone, estamos en 295.000 pasajeros, aspiramos pasar de los 300.000 próximamente. En términos operativos y de construcción el sistema está allí.¿Cuándo se va a lograr el equilibrio de la operación con pasajeros?Todos los días van creciendo los pasajeros. La Secretaría de Tránsito hace operativos, modificaciones de recorridos (del viejo sistema) y cancelaciones de otros, entonces ahí van llegando los pasajeros. Dos de los concesionarios ya solicitaron flota adicional, esperamos que en abril estén llegando los nuevos vehículos y empezaremos a generar nuevos servicios en algunos corredores que tenemos saturados como la T47.Con su investigación en la Procuraduría y sus diferencias con la Junta, ¿cómo se siente en Metrocali?Yo me siento tranquilo en la medida en que estoy trabajando con seriedad y responsabilidad, que yo no estoy improvisando en los términos de las obras y que no estoy aquí firmando contratos ni haciendo licitaciones por licitar que después uno no sabe ni dónde van a terminar. Aquí puede que se declaren licitaciones desiertas, pero nadie puede decir que las licitaciones tienen nombre propio. Como lo dije la otra vez, yo no estoy atornillado al puesto, ya descubrí que hay otra vida más allá de los avatares propios del sector público.

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