Mascotas, un factor de discordias entre los caleños

No recoger las heces, el ruido y los ataques crean serios líos de convivencia en las unidades residenciales.

“Estoy cansada que la zona verde se haya convertido en el sanitario de los perros. Ya no podemos ni abrir las ventanas porque en vez de aire puro, respiramos mal olor”. Así describió Monica María Vallecilla la problemática que se vive en su unidad residencial a causa de las personas que no recogen las heces fecales de sus animales.Y es que las mascotas se han convertido en un factor de discordia entre los caleños. No solo por esa situación, sino por mordeduras y ruido. Así lo confirmó un sondeo realizado en la Fan Page de Facebook de El País, en el que más de 170 personas denunciaron la problemática.El usuario David Sánchez, residente en la Unidad Residencial Cañamiel, en el sur de Cali, aseguró que a muchos propietarios no les importa lo que hagan sus mascotas ni cómo afectan al resto de los residentes. “Ellos dejan la puerta abierta para que el perro se salga y ensucie en los pasillos. Luego lo entran y se hacen los locos”, precisó.Asimismo, Claudia López escribió en la red social que son pocas las personas que conocen las responsabilidades que conlleva tener una mascota. “No entiendo porqué si ven que su perro orinó o hizo popó en los pasillos no limpian y esperan que lo hagan los aseadores”, se preguntó.Otros, por su parte, se quejaron del ruido generado por las mascotas cuando quedan solas en los apartamentos. Es el caso del usuario Mario Losada, quien afirmó que “la unidad en que vivo ya parece una veterinaria, solo se escuchan ladridos todo el día”.La administradora del conjunto Quintas del Lili, Adriana Realpe, indicó que a la semana recibe una queja por el mal comportamiento de las mascotas. Además, explicó que primero se concilia con el propietario para persuadirlo y que mejore el comportamiento. De no ser así, se somete el caso a un comité de convivencia para fijar una sanción. “Hemos tenido que multar a algunos propietarios con una cuota de administración”, explicó. En el caso de la Unidad Girasoles del Sur, las quejas se presentan casi a diario, según afirmó la administradora Ligia Correa. La mujer recordó que en una ocasión un perro pitbull mató a otro de raza más pequeña.“En esa ocasión se logró conciliar entre los vecinos, porque la parte afectada reconoció que su mascota había ingresado a la otra vivienda y el perro actuó por instinto”, explicó.El Centro de Zoonosis informó que en lo corrido del año se han atendido 373 casos (entre perros y gatos) en los que personas han reportado accidentes como ataques y mordeduras.Muchos de estos desacuerdos no son solucionados en los comités y llegan a manos de jueces de paz. La jueza de paz de la comuna 17, Carmen Elisa de la Cruz, indicó que en un mes puede llegar a atender hasta dos conciliaciones por problemas con mascotas. “Los administradores median entre las partes y son muy pocos los que llegan hasta acá”, explicó.Por su parte, el asesor de paz de la comuna 19, Lucio Rodríguez, denunció que algunas personas no cumplen con las citaciones. “En una ocasión me tocó ir a la unidad residencial y mostrarle al implicado sus fallas y explicarle las normas”, recordó el funcionario.A tomar concienciaLas empresas de recolección de basura han implementado iniciativas para que los dueños de las unidades pueden arrojar los desechos de sus mascotas.El operador Ciudad Limpia tiene hasta el momento 138 canecas en las comunas 1, 3, 9, 19 y 20, los cuales cuentan con un sistema dispensador de bolsas llamado 'ecopet'. “Lo que se busca es mantener un ambiente limpio, ya que un manejo inadecuado de las heces puede generar enfermedades”, explicó la vocera, Catherine Arteaga.Por su parte, la empresa Promoambiental ha implementado más de 50 unidades de 'puntos mascota' en sus zonas de recolección, en los últimos dos años.